Sin personalidad en el peor momento

Níngún futbolista del Valencia ha dicho –ni lo dirán– que el terremoto que ha sufrido en su seno el club es la causa de que el equipo no sepa con rotundidad cuál es su personalidad ni qué debe hacer para solucionar esta zozobra. Y como no queda otra que seguir remando, en esas está hoy en día el Valencia, que llega a una de las citas más importantes de la temporada en su peor momento: como segundo equipo más goleado de Primera y el segundo al que más remates le hacen (151). En Lille, por ejemplo, fueron 27 veces y en Pamplona 24. Jugártela hoy por hoy contra el Sevilla (mañana 19 horas, Mestalla) y todo lo que conlleva de cara a la plaza de Champions no es el mejor de los escenarios. El Valencia ha perdido las señas que tanto le costó remarcar a Marcelino.

Por eso, tener que superar tus propias adversidades contra el Sevilla de Lopetegui significa una empresa de riesgo. Los andaluces están lanzados: de los últimos seis partidos, sólo han perdido uno (el 4-0 del Camp Nou). El resto lo han ganado todos y en cuatro de ellos nadie fue capaz de marcarles. Dinámica que contrasta con la que presenta el Valencia donde parece haber saltado por los aires la famosa obsesión de Marcelino por dejar la portería a cero. El Valencia hace aguas, por eso ha sido incapaz en lo que va de curso de enlazar dos victorias consecutivas. «La Liga ha adquirido mejores fortalezas defensivas a nivel de equipo», decía ayer mismo Simeone, destacando uno de los aspectos que precisamente el Valencia ha echado a perder.

El Valencia, molesto por la falta de uniformidad a la hora de usar el VAR, pelea para evitar que Competición castigue a Rodrigo con crudeza. El club presentó alegaciones al acta con la intención de que la roja se transforme en amarilla y en todo caso que no sea más de un partido de sanción. El colegiado escribió en el acta: «Golpear con el brazo en la cabeza de un adversario, usando fuerza excesiva, tras una disputa del balón entre ambos jugadores. El jugador continuó en el partido con normalidad tras ser atendido». Rodrigo ya ha sido expulsado seis veces con el Valencia, cinco en Liga y una en Copa. «Ha sido una jugada fortuita. Caigo boca arriba encima de él pero sin querer hacerle daño», manifestó el futbolista.

Tres intentos hizo el nuevo entrenador del Valencia, Albert Celades, con el 4-3-3. Victoria en Londres y empates ante Leganés y Atlético de Madrid, si bien en este último encuentro se volvió al 4-4-2 tras el descanso. Los números con el nuevo preparador no son buenos pero aún lo fueron peores el año pasado con Marcelino, hasta el punto de que Alemany tuvo que salir en el último momento en su defensa para evitar que Lim lo destituyera. De momento, con Celades la mejor posición que ha tenido el equipo en Liga es un octavo puesto (en una sola ocasión). La temporada pasada, tras la jornada diez, Marcelino iba decimocuarto clasificado y la mejor posición que había lucido el equipo fue la decimotercera.

Después de la demostración de fútbol que hizo Nacho Vidal el domingo y el partido que se marcó Correia, a más de un aficionado del Valencia le entra la duda de saber si el portugués va a ser un futbolista acorde a los 12 millones que se pagaron por él. Hay que recordar que Vidal no está en el Valencia porque Marcelino le abrió la puerta para que saliera definitivamente pero con la grave lesión de Piccini, surgió la necesidad de buscar fuera un parche que no había en el Mestalla. La inversión fue alta por un defensa de 20 años, que ha sido internacional en todas las categorías inferiores de Portugal, con la que se proclamó campeón de Europa tanto sub-17 como sub-19. Esto es precisamente el argumento que por ahora todavía le da alguna opción.

«Kondogbia está por la labor de mejorar. Después de la lesión está intentando recobrar ese nivel que tenía antes». Celades sabe muy bien que necesita a Kondogbia, de la misma manera que Marcelino se benefició de él en su primera temporada como valencianista. En el club despertó cierto recelo que el futbolista decidiera alistarse a la selección centroafricana. La temporada pasada fue algo irregular y en la presente campaña está a un nivel muy inferior al que se espera de él, hasta el punto que lleva los tres encuentros últimos siendo sustituido (incluso en el descanso). Coquelin es hoy por hoy el futbolista más en forma del equipo y el único capaz de sostener el equilibrio junto con Parejo para ese 4-4-2.

Gonçalo Guedes va camino de cubrir un primer tercio de la temporada con suspenso. El portugués apenas ha aportado al equipo y lo más preocupante es que no tiene pinta de que vaya a aportar pronto porque sigue de baja. El día del Ajax fue su último encuentro con el equipo. Se ha perdido ya cuatro aunque los últimos tres han sido por culpa de una lesión en el pie derecho. Ayer trabajó al margen. No sólo no jugará mañana sino que teóricamente tampoco estará listo, o al menos en perfectas condiciones, si ya recibiera el alta para el sábado. Cillessen ya está recuperado de su indisposición y la duda por molestias musculares para el Sevilla es Kevin Gameiro, que pidió el cambio en Pamplona. Ayer tampoco trabajó.