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PACO LLORET
Sábado, 29 de octubre 2022, 01:34
El destino quiso que José Manuel Pesudo, natural de Almassora, debutara en primera división en un partido liguero entre el Valencia y el Barcelona celebrado ... en Mestalla en la temporada 58-59. Ambos clubes marcaron su trayectoria deportiva durante más de una década. Pesudo se forjó en el Mestalla en segunda división cuando todavía no había cumplido los 20 años. En aquel estreno participó en tres victorias de mérito contra rivales andaluces de postín: Betis, Cádiz y Málaga. Aquel filial, dirigido por el mítico Amadeo, disponía de un enorme potencial. Posteriormente, estuvo cedido en el Alicante CF. Un año después dio el salto al primer equipo valencianista cuyo guardameta titular era Goyo. Sin embargo, en la campaña siguiente las tornas se invirtieron a su favor.
Tres temporadas fueron suficientes para que su nombre adquiriera relevancia en el fútbol español. El Barcelona buscaba un portero de garantías que supliera al gran Ramallets que, con 36 años iba a colgar los guantes, y se decantó por él. La operación para el Valencia era muy beneficiosa porque, además de los 3 millones de pesetas que iba a cobrar- cantidad más que respetable en aquella época-, entraban en la operación dos excelentes jugadores para reforzar el centro del campo y el ataque: Ribelles y Coll. El primero de ellos había dejado su firma en Mestalla con dos goles que le dieron el triunfo al Barça por 0-2 en la campaña 60-61, la última de Pesudo en el Valencia.
En el conjunto catalán permaneció en las siguientes cinco temporadas y en la primera de ellas sufrió en Mestalla sendas goleadas cuando se enfrentó por primera vez a sus antiguos compañeros. Media docena de goles recibió en el duelo liguero y otros tantos en el partido de ida de la final de la Copa de Ferias. Ambos encuentros concluyeron con idéntico marcador: 6-2. El 19 de noviembre de 1961 Waldo le metió cuatro tantos y Ficha y Ribelles completaron la cuenta. Esa tarde la afición valencianista vibró con una actuación espectacular de su equipo y del delantero brasileño en su primera temporada. En la portería del Valencia debutaba Pepe Martínez, otro guardameta de la tierra.
Lo que parecía imposible se repitió meses después. La noche del 8 de septiembre de 1962 el Valencia le propinó otro repaso al Barça en el primer asalto al título europeo a pesar de que los visitantes se adelantaron por dos veces en el marcador. Al descanso los locales se imponían por 3-2 y en la reanudación llegó la apoteosis. El gran protagonista de aquella goleada fue Vicent Guillot, autor de tres de ellos. Le acompañaron en la labor realizadora Nando Yosu con un par y el uruguayo Héctor Núñez. Final sentenciada. La vuelta se convirtió en un trámite.
Pesudo se despidió del Barça al finalizar la campaña 65-66 en la que fue distinguido con el trofeo «Zamora» al portero menos goleado y después de conquistar la Copa de Ferias ante el Real Zaragoza. La irrupción de Sadurní resultó determinante para que aceptara la posibilidad de regresar al Valencia. Su llegada coincidió con la gira por México para la inauguración del estadio Azteca en la que participó. Hubo renovación en la portería valencianista con la salida de Ricardo Zamora, tras una brillante etapa, y la de Ñito, que no había terminado de asentarse. Se quedaba el recién incorporado Abelardo, joven y de gran proyección, y se repescaba a un portero más que contrastado.
Pesudo arrancó como titular indiscutible en la campaña 66-67. Su reaparición tuvo lugar en Riazor, donde el Valencia se impuso por 0-1. Aquel triunfo fue el preludio de una excelente racha: nueve triunfos y dos empates- ambos en desplazamiento ante el Atlético y el Elche- en las siete primeras jornadas ligueras y en las dos primeras eliminatorias europeas ante el Nuremberg y el Estrella Roja. El equipo, bajo la batuta de Mundo, carburaba a las mil maravillas. El inicio de 1967 ratificó esa buena impresión: triunfo vibrante por 3-0 ante el Barça y a continuación 5-1 ante el conjunto de La Coruña. Dos semanas después, la suerte de Pesudo cambió para mal en Elland Road en el accidentado choque con el Leeds United. Una lesión forzó su relevo antes del descanso.
Abelardo ocupó su lugar aunque Pesudo recuperó la titularidad de inmediato tras restablecerse. Sin embargo, en la recta final de la Liga, el guardameta asturiano fue el elegido en las alineaciones. Esta situación se mantuvo en todos los partidos de la Copa hasta la final conquistada por el Valencia. A partir de entonces y durante los siguientes ejercicios, se mantuvo el debate entre los aficionados divididos entre partidarios de Pesudo y de Abelardo. Mientras el primero destacaba por su imponente planta y excelente colocación, el segundo era más intuitivo y un prodigio de reflejos. Esta alternancia desapareció definitivamente en la temporada 70-71, cuando Abelardo fue designado como titular indiscutible y Pesudo estuvo a un paso de firmar por el Real Madrid. La operación se rompió por una supuesta lesión hallada en la revisión médica. Pesudo siguió jugando en el Betis y en Nástic de Tarragona durante tres años más.
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