Peter Lim, de gran riqueza, farandulero y obligado con el Valencia
Perfil ·
El 930 más acaudalado del mundo con una fortuna de 3.200 millones de dólares combina la mano de hierro en los negocios con la golosina del famoseo por sus alianzas con Cristiano o Beckham. Quiso tener un club histórico pero lo enfila al abismo
Peter Lim sufre de jaqueca. El pueblo sospecha que los pudientes son inmutables. Pero el magnate bebe de su propia medicina. Hace un tiempo publicitó una de sus reflexiones sobre la vida y los negocios: «Al final del día, el componente clave es la persona. Puede apuntar a la empresa adecuada, pero si ha elegido a la persona equivocada, tendrá dolor de cabeza». Pues para dirigir al Valencia designó a Anil Murthy. En su mandato se ha desmantelado una estructura deportiva campeona, se ha desarmado un equipo con presente (Parejo) y futuro (Ferran Torres), se ha expandido la deuda, las pérdidas anuales amenazan con la causa de disolución y el nuevo estadio sigue estancado. Pero las obligaciones con la ATE han viajado once mil kilómetros y ya se ha convertido en una preocupación para un hombre flemático, que habla despacito, con voz casi inaudible. Habitualmente ataviado de sport, se ha tenido que poner el traje de batalla para buscar una solución con la que seducir a las instituciones valencianas. Las obras del coliseo tienen que retomarse para evitar un problema judicial y de imagen. Y ahí le duele a un hombre rico. Inmensamente rico. Esta semana regresaba a los mil más opulentos del mundo. Ayer mismo todavía había escalado más posiciones. El 930 en la lista Forbes con una fortuna de 3.200 millones de dólares. De ventura en los negocios y de desdicha en el fútbol. Con la vida resuelta necesitaba popularidad y supo aliarse con las personas adecuadas. El superagente portugués Jorge Mendes se convirtió en su consejero preferido y a través suyo intentó adquirir el Liverpool. Fracasó. Aspiró más tarde al Atlético. Descalabro. Hasta que le pusieron una alfombra roja en Valencia. Se afanó en no comprometerse en demasiadas cosas y así aceptó pagar 94 millones por el 70% de las acciones. Pero la gente hecha a sí misma pero sin excesivo carisma cree adquirirlo rodeándose de glamur. Por eso unió su trayectoria a la de Cristiano Ronaldo o David Beckham. Compró los derechos de imagen del portugués y con el británico comparte club (Lim tiene el 40% de las acciones del modesto Salford inglés, mientras Beckham y otros ilustres de la 'Clase del 92' del Manchester United como los hermanos Neville, Giggs, Butt y Scholes poseen un 10% cada uno). Incluso en el instagram de Beckham ha aparecido sonrojado y bebiendo vino en un cumpleaños del máximo accionista del Valencia. En la final de Copa del Rey de Sevilla, Lim compartió palco con el marido de la pija de las Spice Girls. Eso sí, luego ni bajó a felicitar a sus futbolistas. Prefirió irse a cenar con el rubio de oro.
En su país también se adentró en el famoseo tras su casamiento hace más de una década con Cherie, una antigua estrella de la televisión local, 16 años más joven que él. De su primer matrimonio con Teo Geok Fong nacieron sus dos hijos, Kim y Wee Kiat. La joven, por cierto, se ha convertido en una influencer y se coronó con aquella frase que escaldó en la afición de Mestalla: «El club es nuestro y podemos hacer lo que queramos con él». Al contrario que su hija, Peter Lim no tuvo una infancia confortable. De padre pescadero y madre ama de casa, compartía una modesta vivienda con sus tres hermanos y cuatro hermanas. El esfuerzo familiar le llevó a estudiar en una prestigiosa escuela y luego se graduó en finanzas en Australia. Trabajó de camarero, taxista o cocinero hasta que se metió en la bolsa. Sus inversiones le llevaron a la cima y ahora tiene acciones en McLaren, en firmas de ropa, posee una cadena asiática de bares inspirados en el Manchester y un hotel, además de impulsar complejos residenciales. También es sabida su faceta altruista.
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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