Peter Lim deja en punto muerto las decisiones sobre el Valencia CF

Ha sido doble, uno con el equipo en Primera y otro si se consuma la debacle de descender a Segunda. Se ha tratado de una exposición de intenciones que se ha quedado en eso. Todo bloqueado hasta que finalice la temporada. Así lo ha querido Peter Lim. Los enviados desde Valencia le han expuesto los motivos por los que se ha llegado a la lastimoso situación actual, le han presentado distintas soluciones para que no vuelva a ocurrir y le han planteado contar con mayor autonomía para tomar decisiones, obviamente no las estratégicas pero sí las de menor calado sin tener que esperar el ok del mandatario para facilitar la agilidad de actuación. El magnate ha escuchado, ha opinado y nada más. Dictará sentencia sobre todo ello cuando acabe el trabajo en el césped. Baraja y los suyos tienen ahora la palabra.

La presidenta, el director corporativo y el director técnico regresan a Valencia para estar presentes el domingo en Vigo. En estar lo mejor posible a las 14 horas ha estado trabajando Rubén Baraja. Por este motivo en ningún momento se planteó que el vallisoletano se subiera al avión. No conoce a Lim en persona, como le pasó a Bordalás o a Javi Gracia. Pero ni falta que hace ahora. Si logra el objetivo de la permanencia muy probablemente continuará en el banquillo –tiene contrato hasta final de temporada– y ya se buscará el momento. O no. La situación deportiva ocupó la mayor parte de las conversaciones, que ya previamente se trataron en el consejo de administración de hace un par de semanas, aunque en esa cita telemática el que faltaba era el más importante, el dueño y ejecutor de las decisiones. Se ha hablado del coste de la plantilla con el equipo en la élite y otro con el club en el pozo. En este caso se le han detallado las ayudas que concede LaLiga por el descenso y la reducción de ingresos, especialmente los de televisión.

En estos momentos el límite de coste de la plantilla se sitúa en 80 millones –menos de la mitad que hace cuatro años–. Ante un hipotético descenso, la venta de los mejores jugadores será un hecho –Mamardashvili es de los futbolistas con mayor mercado– para cubrir pérdidas y si consiguen el objetivo de la permanencia la presión sobre traspasos se reduce considerablemente tras las salidas de Guedes o Carlos Soler. El equipo tiene que ganarse el futuro y Lim luego decidirá.