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COLPISA/R. D.
Martes, 4 de junio 2019, 20:25
El Valencia CF trata de mantenerse al margen del tsunami generado por la operación Oikos, la que investiga el supuesto amaño del partido en que el equipo de Marcelino certificó su clasificación para la Champions tras ganar 0-2 en Zorrilla al Valladolid. Por ese motivo, fuentes oficiales del club de Mestalla han subrayado este martes que no van a personarse en la causa, que sigue bajo secreto de sumario, algo que sí han hecho como acusación particular tanto la Federación Española de Fútbol (RFEF) como la Liga. Ambas instituciones consideran que en el presunto arreglo del encuentro, de probarse que fue así, ni la entidad blanquinegra ni sus futbolistas tienen nada que ver.
Una grabación en la que se escucha a Carlos Aranda, uno de los supuestos cabecillas de la trama que investiga la Policía contra el amaño de partidos en el fútbol español para obtener beneficios en apuestas deportivas, probaría el supuesto amaño del Valladolid-Valencia de la última jornada de la pasada Liga 18-19. «Había siete jugadores comprados, nada más», es una de las frases pronunciadas por Carlos Aranda e interceptadas por la policía y que habrían sido filtradas de forma interesada y que no partió de la sede judicial que investiga la 'Operación Oikos'. En estas mismas grabaciones, se escucha Aranda aconsejar a una de sus empleadas que apostara: «Apuesta 10.000 euros y te llevarás 20.000».
En las mismas grabaciones, publicadas por 'El Mundo', se oye a Aranda hablar con un amigo. «Mira, hermano el Valencia gana la primera parte y la segunda, ¿vale? Escúchame, que gana la primera parte y la segunda, ¿vale? O sea que gana la primera parte y el partido lo gana también; no que gana, que tiene que marcar dos goles en las dos partes, que gana primera y segunda (...). Mira, tú sabes lo que es, no se puede enterar nadie, pero sabes lo que es. Nadie. Nadie es nadie, nadie, ni tus amigos, ni nadie».
En la información publicada este martes por 'El Mundo' se apunta que el Valladolid podría haber recibido una propuesta de prima por ganar al Valencia de uno de los clubes que aspiraban a la cuarta plaza (Getafe o Sevilla) y que la plantilla pucelana habría rechazado. También se indica que Raúl Bravo, uno de los supuestos cabecillas de la trama, se habría interesado por este hecho en uno de sus contactos con Borja Fernández, capitán del conjunto castellano.
Ante esa información, el Departamento de Integridad y Seguridad de la RFEF investiga si hay indicios de un posible intento de prima a terceros. Fuentes de la institución han informado de que, en caso de percibir indicios claros de que se ha producido ese intento de prima a terceros, pondrían estos hechos en conocimiento de la fiscalía, al tratarse de un posible delito penal. En ese caso, quedaría aparcada la vía federativa.
En estos momentos, cualquier consecuencia de índole deportiva queda en suspenso, al hallarse los hechos bajo investigación en un procedimiento penal. Esto supone que difícilmente el Valencia puede ver en peligro su puesto de Champions, y más teniendo en cuenta de que el club y sus futbolistas parecen estar totalmente fuera de la trama. Esta ya ha generado de otros clubes de la Liga, por ejemplo, el Girona. El conjunto catalán descendió de categoría y su presidente ya ha reconocido que están atentos a los acontecimientos.
Delfí Geli admitió este martes en la emisora 'RAC1' que el club se pondrá en contacto con la Liga y la RFEF para descubrir si salió perjudicado en el caso Oikos. «Tienen que actuar y ser muy diligentes en esta situación. Siempre han dicho que no aceptarían ningún tipo de influencia », enfatizó el máximo dirigente de un Girona qu, queda a la espera de poder sacar un beneficio en el caso de que se confirme que siete futbolistas del conjunto pucelano fueron sobornados a cambio de dejarse ganar y el Valladolid fuera sancionado.
«El Girona es ahora mismo equipo de Segunda, pero veremos qué va pasando», añadió Geli, consciente de que las posibilidades son remotas. Aun así, insistió en que «reaccionaríamos rápidamente» si el club acabara quedándose en la máxima categoría del fútbol español, a consecuencia de una hipotética sanción al Valladolid «porque no es lo mismo competir en Primera que hacerlo en Segunda».
El origen de la investigación policial que destapó el escándalo de presunta compra-venta de partidos en el fútbol profesional fue el encuentro Huesca-Nàstic de Segunda de la pasada temporada (0-1), denunciado hace un año por LaLiga. Con estas filtraciones, cobra todo el protagonismo el Valladolid-Valencia de la última jornada de Liga, que el pasado 18 de mayo acabó con 0-2 a favor del equipo visitante y su clasificación para la Champions, tal y como informamos hace unos días.
Los dos goles del Valencia llegaron tras sendos errores defensivos del Valladolid, que ya tenía garantizada la permanencia en Primera, mientras que el equipo che se jugaba la cuarta plaza que da acceso a la Liga de Campeones. Sin embargo, el amaño no habría sido consecuencia de un pacto entre ambos clubes. Fuentes de la investigación insistieron en que ni el Valencia ni sus futbolistas están implicados en la presunta compra-venta del partido ante el club pucelano, aunque estas grabaciones señalarían hasta a siete jugadores del conjunto pucelano.
El juez sitúa a Borja Fernández, que se retiró en aquel partido entre el Valladolid y el Valencia, como una de las piezas claves y el presunto intermediario entre Carlos Aranda y Raúl Bravo -que tuvieron prisión provisional- y algunos jugadores del equipo pucelano. De hecho, las investigaciones policiales apuntan que el ya exfutbolista se reunió con Raúl Bravo en el Bar Corinto dos días antes del partido. Borja Fernández, en boca de un periodista de 'El Partidazo' de COPE, dio su versión de los hechos y reconoció que esa reunión no fue secreta y que el objetivo de la misma era echar una mano a Bravo, que está sacándose el carnet de entrenador. En enero, Bravo -con el que coincidió en el Real Madrid, estuvo en las oficinas del Valladolid como posible candidato a entrenar a la cantera del club.
La otra reunión que están investigando los agentes se produjo en la casa de Keko, futbolista del Valladolid. En aquella barbacoa, en la que también estuvieron Borja Fernández y otros cinco componentes de la plantilla del Valladolid, las investigaciones apuntan que podría haberse hablado del posible amaño del partido ante el Valencia, aunque Borja lo niega y asegura que el motivo de la barbacoa fue para despedirse de sus compañeros.
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