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paco lloret
Valencia
Viernes, 11 de septiembre 2020, 23:34
Hasta la llegada de Guus Hiddink, a principio de los años noventa, el Valencia solía preparar en casa el inicio de cada temporada. El entrenador holandés se llevó a la plantilla valencianista a su país en el verano de 1991 y en los dos siguientes. Era la moda que imperaba en el fútbol español en aquella época. Hasta cinco entrenadores procedentes de los Países Bajos se sentaron en otros tantos banquillos al inicio de la temporada 91-92.
Hasta entonces, el club de Mestalla nunca había cruzado las fronteras para poner en marcha una campaña. El Saler y Paterna solían ser los escenarios habituales de trabajo cada verano, aunque hubo algunas excepciones que crearon tendencia.
En el verano de 1984, Roberto Gil se llevó a sus hombres al Pirineo catalán, concretamente a la población ilerdense de Rialp. Las estrecheces económicas que asfixiaban a la entidad no permitían mayores desplazamientos. Se buscaba la altura y un clima menos caluroso. El Valencia regresó a la zona pirenaica diez años después, en el verano de 1994, cuando Carlos Alberto Parreira se hizo cargo de la dirección técnica aunque el trabajo en Font Romeu arrancó sin la presencia del entrenador brasileño, que acababa de vencer con la selección de su país en el Mundial de Estados Unidos.
La primera concentración de pretemporada como tal la impuso Milovan Ciric veinte años antes, en el verano de 1974, después de la Copa del Mundo disputada en Alemania Federal. Por entonces, los métodos de preparación procedentes de otros países, como Yugoslavia, adquirieron una gran notoriedad y gozaron de amplio predicamento. Con su ayudante y preparador físico, Dragan Milosevic, el entrenador balcánico estableció un novedoso sistema de trabajo. Los valencianistas se concentraron en la Font Roja de Alcoy. Las sesiones de preparación se dividían en doble turno: por la mañana se incidía en el aspecto físico y por la tarde se entrenaba en el campo de El Collao. Un año después se repitió la experiencia aunque Ciric, destituido en la segunda vuelta de la temporada 74-75, había cedido su puesto a Milosevic.
Con anterioridad, en los años sesenta, y también con Alfredo di Stéfano en el banquillo, a principios de los setenta, el Valencia preparaba de manera familiar y rutinaria cada campaña en las instalaciones de Mestalla, principalmente en un terreno anexo al campo y, en ocasiones, también se trabajaba en el campo de Benimar, ubicado en la playa de Nazaret así como, de forma ocasional, en El Saler. Después de las estadías alcoyanas, en la segunda mitad de los setenta, se trasladó el cuartel general cada verano a Barx, en las estribaciones del Mondúver. Con Heriberto Herrera se estrenó este cuartel general que, un año antes, había utilizado el Real Betis. Los años de Kempes transcurrieron en aquella zona aunque en 1976, el primer año, el 'Matador', se incorporó a la disciplina valencianista cuando ya había finalizado el trabajo de preparación que incluía un partido en el Guillermo Olagüe, el campo del Gandía CF, que solía colaborar con el Valencia al ceder sus instalaciones. Aquel encuentro solía constituir un gran acontecimiento en La Safor.
Ese mismo año, poco antes de verano, empezó a funcionar la ciudad deportiva de Paterna, por entonces reducida a la mínima expresión: un par de campos de entrenamiento y un bloque de vestuarios. En años sucesivos y, de forma paulatina, fue ampliándose y mejorando en dotación. Paquito fue el último entrenador que dirigió la concentración veraniega en Barx, sucedió en el verano de 1983, antes de la última temporada de Kempes.
Los terrenos de Paterna eran el complemento a la preparación de pretemporada que tuvo algún destino tan singular como el del Valle de la Orotava, en Tenerife, muy cerca del Teide. Allí se llevó Óscar Rubén Valdez a la plantilla en el verano de 1985. Algunos jugadores de aquella época no han podido olvidar las carreras en la montaña cargados con mochilas a las espaldas para mejorar sus niveles de resistencia. Otro escenario que adquirió relevancia a finales de los ochenta fue el Parador Luis Vives de El Saler, establecimiento que alojó a la selección española de cara el Mundial de España 82. Con un excelente campo de césped, cuyas medidas son las mismas que las de Mestalla, Víctor Espárrago dirigió tres años seguidos la preparación estival de sus jugadores.
El paso del tiempo abrió nuevos escenarios. En el siglo XXI, el Valencia ha llevado a cabo sus concentraciones previas a cada temporada en complejos deportivos especializados y situados en países como Francia, Austria o Suiza, entre otros. Este período de preparación iba acompañado de una serie de amistosos para adquirir rodaje. Este verano de 2020, las circunstancias excepcionales han obligado a desarrollar una preparación previa al inicio de la temporada como en los viejos tiempos, sin salir de casa, aunque las instalaciones de Paterna ya no se parecen en nada a las primitivas.
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