El pulso de Jaume bajo los palos

Uno de los principales puzles por resolver dentro de la plantilla del Valencia se encuentra bajo los palos. José Bordalás, quien afronta la pretemporada con cuatro guardametas, muestra una confianza plena en Jasper Cillessen. El neerlandés, pese al elevadísimo coste de amortización que representa para el club, parte como el elegido por el nuevo técnico del Valencia. A partir de ahí, crece la incertidumbre. Jaume Doménech pretende aprovechar las oportunidades para demostrar al entrenador que puede ejercer de titular. Precisamente, en el amistoso de esta tarde frente al Atromitos, el arquero de Almenara apuntaba al once inicial. Su presencia en el partido está entre interrogantes debido a unas molestias físicas que sufrió durante la sesión preparatoria de ayer. El canterano Cristian Rivero y el recién llegado Giorgi Mamardashvili se alzan como dos porteros con gran proyección que alimentan la competencia. Una pugna en la que la entidad blanquinegra deberá decidir a quién abre la puerta de salida.

En el primer amistoso del verano, Cillessen completó los 90 minutos frente al Villarreal. Hoy, a las 19 horas, el Valencia se someterá a un nuevo examen de pretemporada. El equipo recibirá al Atromitos en la ciudad deportiva de Paterna. En principio, con la intención de repartir minutos, Bordalás iba a situar a Jaume en el once ante el conjunto griego. Sin embargo, su participación está en el aire. El segundo capitán del equipo se retiró del entrenamiento de ayer a causa de unas ligeras molestias.

Jaume, con contrato hasta 2023, sólo piensa en cumplir su compromiso con el Valencia. No se plantea una salida y, de momento, el club tampoco le ha instado a hacer las maletas. El arquero castellonense, uno de los pesos pesados del vestuario blanquinegro, está acostumbrado a apretar los dientes.

La pasada temporada, los diferentes problemas físicos de Cillessen, quien pasó por el quirófano debido a una rotura fibrilar en el cuádriceps y sufrió un esguince de rodilla, provocaron que Jaume disputara 28 encuentros. Se trata del curso con más protagonismo del de Almenara desde que aterrizó en el Valencia.

En cualquier caso, con Cillessen en plenas facultades, Bordalás apuesta de inicio por el neerlandés. Un guardameta que tiene una gran repercusión en el fair play financiero. Su sueldo y la amortización de su fichaje, por el que el Valencia pagó 35 millones de euros al Barcelona en 2019, condicionan la planificación deportiva. Su contrato expira en 2023. Teniendo en cuenta los problemas de la entidad con el límite salarial, una atractiva oferta por el portero internacional modificaría los planes.

Bordalás todavía debe decidir cuántos porteros formarán parte del primer equipo. Y es que el prometedor Cristian Rivero aspira a hacerse con el puesto de segundo guardameta. El gandiense, de 23 años y formado en la escuela blanquinegra, renovó el pasado mes hasta 2024.

Rivero debutó la pasada campaña con la primera plantilla de la mano de Javi Gracia y disputó cuatro encuentros de Copa del Rey. Dio la cara. Así, para el nuevo curso, el Valencia transmitió al gandiense que permanecería en el equipo, aunque actualmente no se descarta su cesión. En función del desarrollo de la pretemporada, se podrá estudiar la opción de que se marche a préstamo para curtirse.

Bordalás tiene que aclarar si contará con dos o tres porteros en la plantilla. Al mismo tiempo, Giorgi Mamardashvili hace méritos. El portero georgiano, de 20 años, ha aterrizado en Mestalla este verano procedente del Dinamo Tbilisi. Competirá con el filial blanquinegro, aunque se entrena con el primer equipo. Y su rendimiento está dejando buenas sensaciones. Ha llegado cedido con opción de compra.

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