De un fichaje casi imposible durante varios intentos a llegar para ser la estrella del Valencia, de ahí a ser noticia en toda España por el escándalo de supuestos abusos sexuales y, después, lo que iban a ser únicamente dos semanas de castigo se han ... convertido en casi tres largos meses de baja por lesión. Rafa Mir, pase lo que pase de aquí a final de campeonato, no va a olvidar nunca esta temporada en el Valencia. Ni él ni el club van a tener fácil pasar página a lo que ha sucedido.
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Un año que debía ser la vuelta de Mir (18-6-1997) al más alto nivel futbolístico se ha convertido en toda una pesadilla. De momento, esa pesadilla que se centra exclusivamente en todo lo que vaya a pasar durante los próximos meses en el juzgado de Llíria, va a tener esta semana un motivo para quedar ligeramente aparcada. Rafa Mir vuelve. Hoy, por ejemplo, está previsto que ya pueda completar la sesión con todos sus compañeros con total normalidad y, si los planes no fallan, este miércoles será la gran novedad en el partido que el Valencia tiene que disputar en Ejea de los Caballeros para solventar la segunda ronda de Copa del Rey.
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En otras circunstancias, Rafa Mir no viajaría para enfrentarse al Ejea. Baraja tiene que rebajar de carga a los jugadores más saturados de minutos. Pero como ésta no es una temporada nada normal para el delantero, con el de este lunes y con el trabajo que también pueda hacer mañana en su totalidad ya con el grupo serán ya suficientes para que frente al conjunto aragonés pueda disfrutar ya de sus primeros minutos tras este largo y forzado parón. Que sea o no titular dependerá de la decisión de Baraja lógicamente, pero lo previsible al tratarse de una baja tan prolongada es que pudiera entrar en el tramo final del encuentro. No obstante, la diferencia palpable de categoría con el Ejea hace que ese planteamiento pudiera quedar aparcado.
La gran incógnita en este tipo de situaciones tan anómalas y de índole tan personal, como la que ha protagonizado Rafa Mir, es saber en qué condición anímica está. Una cosa es que se haya podido ya 'rehabilitar' de cara al vestuario y otra bien diferente que salte a un terreno de juego y se exponga al público. Tanto al de fuera como al de Mestalla. ¿Cómo será recibido? ¿Habrá aplausos, indiferencia o silbidos en Mestalla? Desde luego, la coyuntura del equipo es tan delicada que cualquier aportación y más tratándose de un jugador llamado –teóricamente– a marcar las diferencias es bien recibida por Rubén Baraja.
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