CAYETANO ROS
Jueves, 21 de mayo 2020, 23:15
- ¿Cómo es que nació en Holanda?
Publicidad
- Nací en un pueblo al lado de la frontera alemana, a cinco minutos en bicicleta. Mi abuelo se enamoró de una alemana e iba a verla en bici cada día. Tuve la nacionalidad holandesa hasta los 17 años y después me la cambié.
- ¿Sigue pensando, tras la reanudación de la Bundesliga, que los partidos a puerta cerrada son una basura?
- Sí. No hay reacción de los aficionados a lo que pasa en el campo, no hay emoción. Es aburrido, como un partido de veteranos. Y en la televisión se nota mucho más que en el campo, donde al menos sufres con tu equipo.
- ¿La Bundesliga será el motor del fútbol europeo?
- No lo hicimos por eso, sino para terminar las nueve jornadas porque estaba todo muy reñido tanto por el descenso como por la Champions y la UEFA. Todos teníamos ganas, la Liga hizo un buen trabajo y el Gobierno autorizó la vuelta.
- ¿Cómo afectará al mercado la crisis del coronavirus?
- Lo peor ha sido para el fútbol y los deportes amateurs, que viven de las taquillas. Hay que esperar a que acabe la temporada, pero el mercado caerá porque no están ni los patrocinadores ni las taquillas. Es un gran reto para la gente de márquetin recuperar los patrocinios. Y los aficionados tienen derecho a recuperar la parte proporcional de los partidos que se han quedado sin poder ver en el campo.
Publicidad
- ¿Bajarán los salarios de los futbolistas?
- No sé, nuestra plantilla vino y nos dijo que entendía lo que estaba pasando, renunciando a cobrar el 100% de sus salarios. Cada uno renunció a una parte. La meta es volver a pagar lo que estaba en sus contratos.
- Se cumplen 50 años de su primer título con el Borussia Mönchengladbach. ¿Qué significó para usted el entrenador Hennes Weisweiler?
- Mi padre futbolístico, él me hizo jugador. Yo había sido delantero centro hasta los 18 años, metía un montón de goles. Entonces Weisweiler se dio cuenta de mi talento como mediocampista. También porque en aquel equipo había grandes delanteros como Jupp Heynckes, el máximo goleador de la historia del club.
Publicidad
- Formó centro del campo con Günter Netzer.
- Günter y yo lo hacíamos todo un poquito más rápido que los demás. Netzer era técnicamente perfecto y hoy podría jugar en cualquier equipo. Fue un fenómeno hasta que en el 73 se marchó al Real Madrid.
- ¿Qué estilo imprimieron?
- Jugábamos a uno o dos toques y no parábamos de correr. Mira, ahora mismo veo, en este despacho del club, una foto de Sandro Mazzola, capitán del Inter, que vino aquí y le metimos 7-1. Ese partido lo anuló la UEFA porque a Bonisegna le cayó un bote de coca-cola. Ellos no sabían ni dónde estaba Mönchengladbach.
Publicidad
- Gana su primera Eurocopa en Bélgica en el 72. ¿La mejor Alemania de la historia?
- Eso dicen, aunque yo estuve en el banquillo. Eran los mejores en la edad ideal de su carrera: Maier, Beckenbauer, Netzer, Vogts, Heynckes...
- Dos años después, ya con usted de titular, ganan la final del Mundial a la Holanda de Cruyff (1974), que se llevó todos los elogios. ¿La crítica fue injusta con aquella Alemania?
- No, Holanda fue el equipo dominante de aquella Copa del Mundo, pero Alemania en Alemania es Alemania. Nunca falla. Quizá ellos metieron el tanto demasiado pronto y nunca debes perder el respeto a un equipo alemán. Yo me encargué de marcar individualmente a Neeskens, que jugaba muy parecido a mí; y Berti Vogts secó a Johan Cruyff.
Publicidad
- Vogts era un perro de presa.
- (risas) Él tenía dos personalidades: dentro del campo era implacable, sin perdón; fuera, muy buena persona, siempre con una sonrisa.
- En la Eurocopa de 1976, usted da cuatro asistencias en la semifinal.
- Sí, contra Yugoslavia.
- Pero perdieron la final ante Checoslovaquia con el célebre gol de Panenka.
- Hasta ese día, en caso de empate, se jugaba otro partido. Nos avisaron una hora antes de que habría prórroga y penaltis. Empatamos a uno, y nosotros no estábamos acostumbrados a los penaltis. Panenka marcó uno extraordinario a Maier. No era la primera vez que se hacía, pero sí en una final.
Noticia Patrocinada
- También conquistó la Eurocopa del 80 con la irrupción de Schuster. ¿Cuál fue el secreto de tantos éxitos?
- Hice mi trabajo con mucha alegría, nunca se me subió a la cabeza: como un pintor que pinta un cuadro porque disfruta haciéndolo y encima le pagan dinero. Nunca olvidé que fui un niño que venían de un pueblo de la frontera con Holanda.
- ¿El fútbol alemán de aquella época era mucho más físico que el español?
- No, estaba muy igualado, nosotros tuvimos grandes jugadores, pero España también con el portero Miguel Angel, Sol, Velázquez, Asensi, Santillana...
Publicidad
- ¿Cómo fichó por el Valencia CF?
- Ramos Costa y Salvador Gomar quisieron firmarme después de la Eurocopa de Yugoslavia (1976). Yo tenía 24 años y les dije que no, pero que si esperaban dos años, tendrían derecho a hablar con el Borussia. Estuvieron dos años llamándome y enviándome tarjetas desde cualquier rincón. Supe que el Valencia quería ficharme de verdad. Al pasar esos dos años, vinieron y negociaron con el Gladbach mi traspaso.
- Llega a Valencia en 1978, justo cuando Kempes es el mejor jugador del mundo.
- Kempes y yo no éramos nadie sin los otros 9. Mezcló bien mi fuerza con la capacidad goleadora de Mario, pero los otros eran muy buenos: Arias, Tendillo, Botubot, Castellanos, Carrete, Solsona, Felman... En la defensa Arias y Botubot eran tremendos: yo no quería jugar contra ellos. Mario era muy buen compañero, muy abierto. Las figuras no son nada sin los demás.
Publicidad
- ¿Y Solsona?
- Cuando no sabíamos qué hacer con el balón, se lo dábamos a Dani. Siempre tenía un truco.
- ¿Le extrañó que los jugadores del Valencia bebieran vino en las comidas?
- Sí, claro, me extrañó al principio que bebieran una copa de vino al mediodía. ¿Eso cómo es? Pero iba muy bien, la plantilla iba fenomenal y ganamos varios títulos.
- ¿Qué supuso el Valencia CF respecto al Borussia?
- Un paso más en la escalera. El Borussia era un club familiar; el Valencia también, pero tenía que adaptarme a un país y un idioma nuevo.
- ¿Cómo era aquella España tras la muerte de Franco?
Publicidad
- Tuvimos la ventaja de que España se estaba abriendo al mundo y, a través, del fútbol, también cambiamos la mentalidad de la gente. El primer día de entrenamiento en Paterna vinieron a vernos 4.000 personas. Mestalla era impresionante con 55.000 aficionados, tanta gente pendiente de nosotros. Recuerdo una vuelta de Copa, el día de San José, contra el Barça. Ganamos 4-1, y después estuvimos en la cremà de las fallas. Impresionante.
- ¿Cómo aprendió español?
- Tuve un profesor desde el primer día, Manolo, hasta el final de mi estancia, y aprendí muy rápido. Veía muchas películas y dibujos. Al principio pensé que 'han visto' era un director famoso porque todas las películas acababan con ese 'han visto'.
- ¿Qué se encontró en los banquillos?
- Primero estuvimos con el francés Marcel Domingo. El equipo no jugó bien y llegó Pasieguito, que hizo un gran trabajo. Era un tipo muy callado que lo sabía todo de los contrarios. Las charlas de los partidos eran de tres cuartos de hora. Luego llegó Alfredo Di Stéfano, más abierto, una mezcla entre argentino y español, infundía respeto.
- Con Pasieguito ganó la Copa del Rey de 1979 ante el Madrid en el Calderón con dos goles de Kempes con la derecha. ¿Le sorprendió?
- No, porque Mario jugaba por todo el campo y marcaba de todas las maneras. Yo tuve un duelo individual con Uli Stielike y metí algunos pases buenos. Ellos fallaron antes un penalti (Enrique Wolf envió al palo en la portería de Manzanedo).
Publicidad
- La semana pasada se cumplieron 40 años de la final de la Recopa de Heysel, con Di Stéfano, ante el Arsenal,
- Yo no soportaba los 40 grados del campo. Ellos venían de perder dos títulos en Inglaterra y jugaron cerrados. Nosotros tampoco quisimos abrirnos y fue un partido feo. Pereira fue el héroe de los penaltis. Lo importante fue el regreso. Volamos a Barcelona y desde allí en autobús a Valencia. En Sagunto ya había miles de personas esperándonos.
- ¿Cuándo suele venir a Valencia?
- Intento volver un par de veces al año. Estoy en contacto con Juan Sol, Felman, Botubot, Arias, Tendillo... Me gusta mucho la vida en Valencia y la paella en El Saler, en La Dehesa.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.