La Real, ese club que sí tiene las ideas claras

Si Baraja se atreve a decir que la Real Sociedad es un ejemplo a seguir para el Valencia, algo está sugiriendo entre líneas. Baraja está creciendo como entrenador. Y no porque haya revolucionado a su equipo en contra de todos los pronósticos en este inicio de temporada, sino porque sus mensajes tienen la pizca exacta de sentido común para que quien manda capte lo que quiere decir sin que monte en cólera y le rebane la yugular. Hace unos años, siempre se decía que el Atlético de Madrid de Gil Marín y Simeone estaban marcando el camino correcto para que el Valencia lo imitara. La cabezonería de unos y la ignorancia supina de otros han ido despegando al Valencia del conjunto colchonero y arrimándolo a otros clubes de perfiles más modestos. El problema es que el Valencia actual ha descendido otro peldaño más. De ahí que un valencianista como Baraja diera media vida por parecerse ahora a la Real Sociedad, el rival que hoy amenaza con aguar la fiesta de los Guerra y compañía en Mestalla.

«La Real Sociedad es un modelo a seguir, debería ser un espejo. Están haciendo muy bien las cosas. Primero en el modelo de gestión ya que meten a jugadores jóvenes y al mismo tiempo realizan inversiones en buenos jugadores. La continuidad de Imanol también ha sido clave para explicar este éxito». La reflexión del preparador blanquinegro no tiene desperdicio alguno, porque en pocas palabras toca todas las facetas que Peter Lim poco a poco se ha ido encargando de destrozar sin argumentos.

Vayamos por partes, de lo más alto a lo más bajo. Jokin Apperribay es el presidente y lleva en el cargo desde diciembre de 2008. Cogió el equipo en Segunda y lo está disfrutando en Champions. En sus juntas de accionistas se debate pero con bastante buen ambiente, apenas durante tres horas y acuden - por lo menos les dejan entrar- algo menos que 150 accionistas. Desde 2008, por el sillón de la presidencia valencianista han desfilado Vicente Soriano, Javier Gómez, Manuel Llorente, Vicente Andreu, Amadeo Salvo, Layhoon, Murthy y de nuevo Layhoon. Conocer su proyecto es poco menos que esperar un milagro. Aperribay no tiene problema alguno en decirlo públicamente: «Nuestro caso sirve para conocer que estamos en la línea correcta. Nuestro objetivo no es sólo participar en Champions League, debe ser intentar ganar una Liga y estar entre los mejores de forma recurrente».

Bajemos un rango: director deportivo. Roberto Olabe es quien maneja los hilos donostiarras. Sustituyó a Loren en 2018, después de haber pasado también por la Real en etapas anteriores. Por el Valencia, desde esa temporada 2017-18, han desfilado: Alesanco, Longoria y Alemany, César y Corona, sin contar que Murthy ha metido baza y que Lim hace y deshace a su antojo.

Ahora vamos con el banquillo. Imanol, al que hacía referencia Baraja, también llegó en ese 2018. Desde entonces ha dirigido con mano firme y sabiduría un equipo que mezcla canteranos y fichajes de todo tipo, unos con excelente rendimiento y otros de cierto impacto como pudo ser el de David Silva. En el bando valencianista, la lista es larga desde ese 2018: Marcelino, Celades, Voro con entradas y salidas, Gracia, Bordalás, Gattuso y Baraja. Por eso uno quiere entrar otra vez en Champions y el otro suspira por evitar que el equipo pinche esa burbuja de felicidad en la está instalado con merecimiento.

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