El reencuentro con el central que no llegó a debutar

Es por ello que salió cedido inmediatamente al Celta, siendo parte del intercambio-traspaso que involucró a Santi Mina y Maxi Gómez. Allí, en los dos cursos que pasó en Balaídos, apenas siete partidos de Liga y dos de Copa, todos ellos en el curso 2019-20. La temporada 2020-21 se la pasó completamente en blanco: no disputó ni un minuto como celeste. Justo en ese verano de 2021 disputó sus únicos tres encuentros como valencianista: amistosos de pretemporada ante Cartagena, Atromitos y Villarreal con José Bordalás, que al menos, lo probó.

No se confiaba en él y el Valencia tuvo que mandarlo cedido al Marítimo de la liga portuguesa, donde tampoco cuajó, jugando siete partidos hasta el mercado de invierno, cuando se canceló el préstamo y se marchó al Mirandés para volver a jugar en la categoría de plata del fútbol español. En 15 partidos de la segunda vuelta del curso 2021-22 sí pudo demostrar su calidad y al llegar el verano, el Leganés llamó interesándose por el central. Otro año de cesión pero esta vez sí salió bien. 37 partidos de Liga y asentado en el once inicial pepinero. Tras ello, se formalizó un traspaso en teoría a coste cero, que acabó derivando ingresos por objetivos que han alcanzado los 400.000 euros, especialmente después de que el año pasado el Leganés ascendiera a Primera con Sáenz como pieza clave, jugando otros 36 encuentros, marcando dos goles y repartiendo una asistencia. Ahora, ya asentado en la élite, vuelve a cruzarse con el Valencia, esta vez como rival, aunque lo hace por primera vez con dudas sobre su jerarquía.

El Leganés se ha reforzado este verano con un central veterano como Matija Nastasic, que parece haberle arrebatado el puesto cuando el equipo de Borja Jiménez juega con defensa de cuatro. Eso sí, Sáenz ha participado ya en cinco de los ocho partidos del curso, marcando ante el Getafe su primer gol en la máxima categoría.