Secciones
Servicios
Destacamos
Allá por agosto de 2018, la cuenta oficial de Twitter del Valencia CF alardeó con una foto en la que aparecían Carlos Soler, Uros Racic, Kang In Lee, Toni Lato y Ferran Torres, uno tras otro, durante un entrenamiento en Paterna. «¡ ... ETERNA nuestra CANTERA!», rezaba el mensaje publicado en redes. Eran tiempos felices en Mestalla, con el equipo empezando la temporada del centenario con Marcelino en el banquillo, que venía de clasificar a Champions y que terminaría casi diez meses después con otra participación en la élite europea y un título de Copa del Rey.
Y sí, la cantera, como siempre, ayuda al Valencia. Ahora lo hacen Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí salvando al equipo del descenso y entonces aquellos cinco jóvenes lo hacían para ganar títulos. De la capacidad del club para sacar futbolistas de calidad de la Academia y que aporten en el primer equipo no duda nadie. Se alaba de hecho. Es una magnífica constancia la que tiene la entidad en su tradición de nutrir la plantilla con talento formado en la casa y que desde una pronta edad tiene oportunidades para brillar en el primer equipo.
Noticia Relacionada
Marc Escribano
El problema llega en el momento en el que estos jugadores abandonan el Valencia. Es ahí cuando las cosas se tuercen y la cantera deja de ser tan bonita y rentable. De hecho, en los últimos años se ha desaprovechado en exceso a los canteranos en términos económicos y se han dejado escapar millones y millones de euros que bien servirían en el presente para que el Valencia no estuviese tan ahogado por el Fair Play Financiero. Uno por uno, los integrantes de esa curiosa foto rescatada de la hemeroteca, han ido abandonado el club —junto a otros nombres como Rafa Mir, Antonio Sivera, Nacho Vidal, Carles Gil, Toni Martínez o Fran Navarro— dejando en caja cifras muy inferiores a las de su tasación de mercado. Cuatro de ellos se han marchado ya y el último no tiene clara su continuidad y podría salir.
El único superviviente es Racic, que vuelve para esta pretemporada tras su cesión en el Braga después de que el equipo portugués decidiese no ejecutar su opción de compra de 5 millones de euros. El Valencia tildó al serbio de canterano puesto que tras ser fichado en ese verano de 2018, jugó hasta 15 partidos con el Mestalla —y uno de Copa ante el Ebro con el primer equipo— hasta el mercado de invierno, cuando salió cedido al Tenerife.
Fue un fichaje de Longoria, una apuesta. Costó 2 millones cuando valía 1 y se llegó a revalorizar hasta los 10 'kilos'. Tras un bajón, su tasación actual es de 6,5. Cifra curiosa puesto que el Braga no ha querido comprarlo por menos de ese precio y se espera que el Valencia busque ofertas por él aunque la intención del serbio es la de convencer a Baraja. «Quiero regresar al Valencia y triunfar allí. He estado allí tres o cuatro años y estoy contento con el club, la ciudad, la gente y la afición. Me gustaría mucho volver», dijo a LAS PROVINCIAS en marzo cuando la selección de Serbia se encontró con el Valencia Basket en el aeropuerto de Belgrado.
El canterano estrella de la última década. De los cinco de la foto, el que más partidos ha jugado con el primer equipo (226). Instrumental en el título de Copa de 2019 y líder del equipo en los años posteriores hasta su marcha el pasado verano. No aguantó más y quiso un cambio de aires, saliendo del Valencia para embarcarse en el proyecto del PSG y volver a jugar la Champions. Con un único año de contrato restante, el Valencia no pudo negociar bien y firmó su salida por 18 millones, cuando por aquel entonces su tasación era de 50.
Tras un primer año en París decepcionante, ha bajado a 30 millones. Sigue siendo sangrante que se fuera por una cantidad tan rídicula cuando era internacional con España y estaba considerado como uno de los mejores centrocampistas de la Liga.
El caso más flagrante con total seguridad. El coreano llegó a la Academia de Paterna siendo un niño y se marchó casi una década después por la puerta de atrás. En 2021 Anil Murthy decidió que era una buena idea darle la carta de libertad y dejar que se marchara para hacer hueco en la plantilla y que se pudiese fichar a Marcos André. No había terminado de explotar todavía y su rendimiento había sido intermitente, pero todos sabían que Kang In era una joven promesa que iba a terminar convirtiéndose en un crack.
Y así ha sido, pero con otra camiseta. La del Mallorca. En Son Moix bajo las órdenes de Javier Aguirre ha crecido como futbolista y su cotización ahora se mueve en torno a los 22 millones de euros. De hecho, el PSG está muy interesado en su fichaje y el Valencia apenas cobraría menos de un millón de euros en concepto del mecanismo de solidaridad de la FIFA, ya que ni si quiera incluyó un porcentaje de futura venta cuando permitió que se marchara libre a las Baleares.
El último en marcharse, también a Mallorca y al igual que Kang In, sin dejar dinero en caja. Pero no porque Lato lo quisiera, por decisión de Miguel Ángel Corona. El director deportivo le ofreció al lateral una oferta de renovación insultantemente a la baja y tras rechazarla, se marcha gratis a la isla donde firma hasta 2027. Otro jugador criado en la cantera, del que nadie duda de su rendimiento, pero que se marcha a coste cero tras finalizar su contrato y que deja en evidencia la mala gestión que hace Meriton de los canteranos que triunfan.
Noticia Relacionada
Su valor no es elevado como el de sus compañeros de foto —Transfermarkt lo tasa en 2,5 millones— pero su sentimiento valencianista y entrega en el campo siempre se ha valorado positivamente. Jugadores así hay que tener en plantilla pero para la propiedad era mejor idea liberar un poco de espacio salarial para aliviar la economía. Porque renovar y vender posteriormente no se les ocurrió.
Otro caso flagrante pese a que finalmente el Valencia ingresó un buen pellizco por él. Pero la cifra pudo haber sido mucho mayor si se hubieran hecho las cosas bien. En su último año de contrato, no se llegó a un acuerdo para su renovación y salió traspasado al Manchester City por 23 millones más variables.
Año y medio después, el Barcelona pagó al equipo inglés más del doble —55 'kilos'— por el extremo de Foios, llevándose el Valencia unos 5 millones que dejaron el montante total de la venta de Ferran en cerca de 30. Su rendimiento en Mestalla fue bueno, nadie lo duda. Pero de nuevo, una salida mal gestionada que dejó dinero en el tintero y que vista con perspectiva, pudo ser mucho mayor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.