El renovado Valencia de Bordalás

De la retaguardia al centro del campo. Un mediocentro. Arambarri es su hombre. Lo conoce de sobra en su etapa en el Getafe pero el precio que ha fijado el presidente madrileño (25 millones) son inalcanzables, por lo que el Valencia ha tenido que activar un plan B y ahí ha ganado espacio Omar Mascarell. Encaja a nivel deportivo y económico. Puede salir gratis o por un cantidad residual del Schalke 04, recién descendido en Alemania. En la dirección deportiva blanquinegra se tienen buenas referencias de este futbolista y encaja a la perfección en el 4-4-2 que le gusta dibujar a Bordalás sobre el campo. Destaca por su capacidad de trabajo y, a la vez, tiene calidad suficiente para sacar el balón jugado. Es el cuarto español con más partidos en la Bundesliga y en su primer año en la competición germana logró el meritorio título de ser el mejor recuperador. Vendría a sumar en el puesto que ahora ocupa Uros Racic. Una sala de máquinas que dejaría con más libertad a Carlos Soler, aunque está por ver si el técnico valencianista opta por dos mediocentros más rocosos y desplaza al canterano a la banda derecha o la media punta.

Y luego está el delantero. Con Gameiro fuera del equipo, se convierte en una necesidad. El Valencia ha contactado con el Valladolid para saber en qué situación se encuentra Marcos André, un brasileño que llegó con 19 años a España para jugar en el Celta B y que esta temporada ha tenido minutos en el conjunto castellano. No ha destacado por su número de goles (cuatro) pero sí por las sensaciones. En la vanguardia valencianista se está a la espera de sabe si continúa Maxi Gómez, uno de los jugadores con más mercado. Por fin pudo debutar en la Copa América y en los tres minutos que disputó dispuso de una ocasión clarísima que todavía no sabe cómo falló.

Un central, un mediocentro y un delantero son necesidades para Bordalás, pero el técnico quiere más. Desea renovar el equipo y aspira a contar finalmente con seis o siete incorporaciones, como la de un lateral derecho y jugadores de banda para el centro del campo. Insiste con futbolistas que se adapten al estilo de juego que más le agrada y que conviertan al Valencia en un conjunto incómodo y que encaje menos goles.