![Robert Fernández: «El Valencia no va a morir nunca porque siempre habrá gente que coja la bandera»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/03/26/Imagen%201463494470-RX1eYbVPXqZWqg0XQGZnRUL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![Robert Fernández: «El Valencia no va a morir nunca porque siempre habrá gente que coja la bandera»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/03/26/Imagen%201463494470-RX1eYbVPXqZWqg0XQGZnRUL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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A Roberto Fernández Bonillo (Betxí, 5 de julio de 1962) le cambió la vida el pasado 11 de febrero. De almorzar con amigos y pensar en qué ruta en bici haría el día siguiente a entrar en urgencias del hospital La Fe con un ataque ... al corazón. Acude puntual ahora a su cita con LAS PROVINCIAS en un parque de Rocafort, muy cercano a su casa. Pide una infusión y antes de enchufar la grabadora confiesa que ya lleva algunos días saliendo a rodar «pero nunca voy solo, siempre llevo la pastilleta y salgo a la marcheta, como mucho subiendo por Canteras a Náquera y no pasando de 120 pulsaciones». En breve retomará sus colaboraciones en À Punt y en la agencia de representación Interstar con, entre otros, Tárraga, Serer, Juan Sánchez y Mestre, todos con pasado valencianista.
-Tiene un aspecto saludable.
-Bueno, lo bueno es que me pasó en casa. Vine de tomar un café con mi abogado Pepe Rico, con el urólogo Miguel Tarín y unos amigos, y me empecé a encontrar mal justo cuando estaba cambiándome en mi dormitorio. Muchas veces las personas se encuentran mal y piensan eso de 'ya se me pasará'... es un error fatal a veces. Tuve un dolor agudo, aguanté un par de minutos pero enseguida llamé a Consuelo –su mujer– y telefoneó al SAMU de inmediato. Gracias a ese protocolo que tienen, enseguida me estaban esperando en La Fe. Hoy la medicina ha evolucionado mucho. Hace treinta años me hubieran operado a vida o muerte pero hoy con un cateterismo, aunque tiene su miga, no tienen que intervenirte.
-Habla maravillas de la atención que sufrió.
-Así es. Tenemos afortunadamente muy buenos profesionales y gente muy cualificada. Fue todo rápido y eso ayuda a que mucha gente no tenga secuelas y pueda hacer vida normal.
-¿Llegó a temer por su vida?
-No, es un problema hereditario porque mi madre ya tuvo muchísimos problemas de corazón. Mis hermanos y yo siempre estábamos alerta, sabíamos que los tres íbamos a tener el dichoso colesterol alto. Sabía que antes o después esto iba a llegar aún tomando medicación, y aunque fuera deportista y llevara una vida sana.
-Recurro a un tópico, parece que haya vuelto a nacer.
-No tengo esa sensación porque todo fue rapidísimo. Llegó el SAMU, con Carolina que era la jefa de guardia y a la que conocíamos y enseguida supe cuando vino que era mi salvadora. Me estabilizó totalmente.
-Menos mal que no le pilló en una de esas mañanas con sus compañeros de bici a 70 kilómetros y casi perdido en el monte.
-Seguramente hubiera pasado algo más grave. El problema siempre es el tiempo. Por eso pienso en la gente que vive en los pueblos y que está un poco apartada de los hospitales. Quizás sea una de las causas de que se vengan a las ciudades a vivir porque tienen cerca los medios. ¿Y si me pasa en un avión?
-¿Cómo es su vida ahora?
-Igual, hago una vida muy tranquila, el tema de la alimentación lo cuido y sigo haciendo deporte. Volveré pronto a À Punt y a la agencia de representación.
-Se acabó lo de salir con la 'grupeta' (Camarasa, Sánchez, Albelda...) a ver quién puede más.
-Salgo con ellos pero saben que llevan ahí detrás un bulto sospechoso, lo que hacemos es llanear. Se pican pero yo no, vamos a Casinos pero con control.
-¿Tiene ganas de seguir trabajando en el fútbol?
-Sí, no tengo motivos para lo contrario.
-Se lo pregunto porque si algo tiene el fútbol es estrés.
-Sí lo tiene. Pronto ya viajaré. Ahora no salgo de Rocafort.
-¿Ve la vida de otra forma?
-Totalmente.
-¿Qué valora ahora que no valoraba antes?
-Siempre he valorado el tiempo. El dinero es la única posibilidad para ganar tiempo, el dinero sólo sirve para eso. Tuve muy claro que cuando llegara a esta edad no debería tener grandes responsabilidades y disfrutar de una vida tranquila. Realmente antes de que me pasara esto siempre se lo decía a los amigos, a los exjugadores, que a partir de los sesenta te quedan diez años buenos de vida. Luego si no tienes una cosa tienes otra. Tengo amigos que sólo piensan en trabajar y eso está bien, pero cuando te pasan estas cosas ves que el trabajo no lo es todo.
-Es un privilegiado poder al menos elegir el tipo de vida.
-Cierto, es la realidad. Lo vi en mi familia, yo perdí a mis padres y a mis hermanos muy pronto de la vida, siendo yo muy joven. Mi madre me tuvo muy mayor y no me ha quedado nadie. Te das cuenta de que tu familia es muy reducida y que te puedes ir en cualquier momento: mi padre murió de un ictus, mi madre de un ataque al corazón, un hermano murió de otro ataque y el otro con cáncer y con problemas de tensión. Le conté al doctor mis antecedentes y me decía, 'son caóticos'.
-En su teléfono tiene una foto posando con Pepe Serer, con quien siempre ha guardado una estrecha relación.
-Sí, hemos estado muchos años juntos en el Villarreal, en el Valencia y en el Barcelona y ahora estamos en la misma empresa. También ha cambiado su forma de ver las cosas...
-Cuando ha tenido la oportunidad de volver al fútbol, da la impresión de que siempre ha puesto el freno de mano cuando salió del Barça. ¿No le ha motivado nada de lo que ha tenido?
-En Valencia se vive muy bien. Tenía asumido que marcharme fuera nunca iba a ocurrir. Han sido muchos años trabajando y tocando todos los palos. Decidí quedarme en casa y esperar a que saliera algo interesante.
-Y salió la propuesta del Valencia para ser director deportivo.
-Sí, pero era muy difícil que aquello saliera adelante.
-¿Cree que acertó no aceptando las condiciones de Meriton?
-Todos mis amigos me dicen que acerté. Yo tenía al principio también muchas dudas.
-¿Cómo fue aquel encuentro con los responsables de Meriton?
-Nos sentamos a hablar, yo le expuse lo que quería y lo que pretendía hacer pero ellos querían hacer otra cosa. No llegamos a ningún acuerdo, fue una reunión muy cordial. No tenía ningún recorrido. Aquello era imposible. Yo tenía unas ideas totalmente diferentes a las suyas.
-Posiblemente si hubiera entrado en el Valencia habría entrado en una espiral peligrosa.
-Hubiera acabado como han acabado todos. Al poco de aquello entró César y duró poco tiempo.
-¿Tan difícil es el Valencia?
-No es fácil y más para alguien que haya jugado muchos años en el Valencia, que sea un referente y que encima su familia viva aquí.
-¿Por qué dice eso?
-Pues porque los focos van muy hacia ese cargo y en el Valencia ese puesto es un puesto extraño. Es mucho mejor que lo lleve una persona que no tenga un pasado valencianista porque al final queda destruido él y su familia. Yo hubiera recibido muchas críticas y comentarios y hasta no hubiera sido fácil para mis hijas. Es parte de este juego y yo lo entiendo. El fútbol es sentimiento y pasión. Si perdemos eso perdemos todo lo importante.
-¿Considera esos valores muy arraigados en el Valencia?
-Totalmente. Eso nunca se debe de perder. Mucha gente habla de la dificultad que tiene el club, piensa que si baja a Segunda va a desaparecer y yo digo que el Valencia no va a desaparecer nunca. Por mucho que algunos iluminados digan eso. El Valencia va a tener problemas pero siempre va a haber gente que levante la bandera y que vaya al frente de la forma que sea.
-Pues ahora se dice que con estos gestores se están perdiendo esos conceptos.
-Desgraciadamente, con la llegada de estas personas se pierde un poco pero la gente no lo está permitiendo y sólo tienes que ver las movilizaciones que hay. El estadio está lleno, va gente muy joven, van muchas mujeres y eso te da a entender que el Valencia no va a morir nunca. Conozco al club desde el año ochenta y hemos pasado por años igual de complicados que éste.
-Pero además de la amenaza del descenso hay un clima muy enrarecido continuamente.
-Sí, pero sólo tienes que ver que cuando hay una final el Valencia convoca más gente que incluso el FC Barcelona.
-Usted podía haber ayudado a corregir esa deriva.
-Nunca me he arrepentido. Hice lo que tenía que hacer. En tres meses me hubieran destruido. El Valencia es una trituradora.
-¿No le da pena?
-Claro, es un club con mucha masa y con una gran historia detrás. Tengo una peña en Tortosa que vienen todos los fines de semana a ver al equipo... no pierden el interés pero no comparten lo que está ocurriendo.
-¿Cuál es la solución entonces?
-Ahora desde luego salvar al equipo, que el entrenador y los jugadores reciban el apoyo máximo.
-El apoyo también hubiera sido reforzar al equipo en enero.
-Todos los equipos de ahí abajo se han potenciado y esos puntos que han sumado son los que están dificultando al Valencia salir de esa situación, y eso les crea más ansiedad y desasosiego. Ganar en casa no es suficiente, no le da para salir.
-¿Sufrirá hasta el final?
-Sí porque pensaba que el resto iban a aflojar y siguen ahí. Sólo el Elche se está planteando ya la temporada que viene.
-¿Qué ha fallado?
-El esfuerzo del dueño de intentar traer a algún jugador. Me chocó mucho que el portavoz, aún con Voro, dijera que con este equipo teníamos más que suficiente. Ahora ya no puedes hacer nada.
-¿Hizo bien Baraja?
-Claro, venía de Segunda con algunas experiencias malas. Él ha asumido la situación y si lo hace bien lo normal es que el club le dé un año más de contrato.
-¿Qué le llama la atención de este Valencia?
-Tiene un portero de gran nivel. Bordalás apostó por el chico y cuando jugó mal lo sentó. Le vino bien, fue capaz de reciclarse. Una decisión acertada de Bordalás.
-¿Debió de seguir Bordalás?
-Debió de continuar, se equivocó el club. El club y él debieron haber manejado mejor la situación. Al portero lo sacó él; a Correia le dio confianza y de no tener las lesiones podría estar en cualquier equipo inglés; recuperó a Diakhaby que parecía un bulto sospechoso; sacó a Mosquera; dio minutos a Vázquez, a Guillamón, a Yunus, Duro, recuperó a Guedes... sólo se equivocó con Marcos André.
-¿Si le pregunto por el Barcelona y todo lo que conlleva se le acelera el pulso?
-Hace mucho que me fui de allí, hace cinco años.
-Pero es un tema que es actualidad hoy en día.
-No conozco el tema, esperamos esa rueda de prensa donde se dirá lo que se tenga que decir.
-No me negará que es un tema caliente al menos.
-Todos hablan de eso.
-Usted estuvo allí tres años.
-Lo mejor en este sentido es que si tiene que ocurrir algo... cuando hagan una rueda de prensa y si tienen que asumir las cosas pues se asumen. Hay muchos juicios paralelos y hay que esperar a que se sepan todas las cosas.
-¿Me puede confirmar que usted no sabía nada de este escándalo que envuelve al Barça y que afectó a su etapa allí como director deportivo?
-Absolutamente nada. Me pueden llamar cuando quieran. Realmente creo que no van a llamar a nadie. Dijeron que iban a llamar a los entrenadores y no los han llamado. Hay muchos juicios paralelos y muchas cosas que hay que interpretarlas de otra forma.
-¿Va a ganar la Liga?
-Es el mejor y ha sido el mejor durante esta última década.
-Pero ya no es el modelo de juego del Barcelona.
-Lo volverá a conseguir, es cuestión de tiempo. La idea del club es jugar de la misma forma. Pero ya estamos hablando demasiado del Barcelona.
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