«Mi salida forma parte del pasado, no tengo rencor»

Marcelino García Toral, el héroe más alabado de la historia más reciente del Valencia vuelve a Mestalla. En esta ocasión, el técnico asturiano regresará para sentarse en el banquillo visitante, liderando al Athletic Club en un duelo eclipsado por el morbo, la nostalgia y las emociones. La herida que aún se encuentra en proceso de cicatrización, con Bordalásactuando como penicilina, volverá a cobrar protagonismo esta tarde cuando el balón comience a rodar en el coliseo blanquinegro.

«En lo deportivo es un partido igual que cualquier otro, no hay diferencia. En lo emocional es diferente, es la primera vez que voy a Mestalla y será un poco complicado. Pasamos dos años extraordinarios a nivel profesional. Ganamos una Copa, estuvimos en una semifinal de Europa League… son muchos grandes momentos vividos dentro del club con muy buenos futbolistas, a los que estoy agradecido de por vida, y con una afición que me trató increíble», afirmaba el exentrenador del Valencia.

Y es que si hay algo que Marcelino nunca podrá olvidar es la conexión idílica que consiguió establecer con sus jugadores y la afición blanquinegra hace dos años. Algo que a día de hoy se evidencia cuando el asturiano se encuentra con antiguos futbolistas que conformaban la plantilla de aquel Valencia campeón, pero que una vez arranque el choque quedará a un lado con el fin de dar realce a sus intereses con el Athletic: «Todo entrenador cuando va a un sitio desea tener lograr los éxitos deportivos y tener el cariño de la afición. En el terreno deportivo vamos con la intención de ganar».

El técnico asturiano vuelve a Mestalla con una destitución que según él, «forma parte del pasado». Un tema que ha querido zanjar de una vez por todas y al que ya no le da más vueltas. «Mi salida fue sorprendente, pero es algo que ya forma parte del pasado. Tengo bastantes defectos y algunas virtudes. Entre las virtudes destaco que no tengo rencor, olvido los malos momentos y quiero recordar y quedar satisfecho con los buenos», confesaba el técnico del Athletic.

Con respecto al morbo que rodea al encuentro de mañana por la tarde, el enfrentamiento entre Bordalás, el nuevo ídolo valencianista, y Marcelino, protagonista de un divorcio doloroso aún presente, culminará con un saludo entre antiguos rivales que aparentemente parecen haber dejado sus diferencias a un lado: «El pasado es pasado. Me considero una persona educada y corresponderé al saludo sin problema. Lo debo hacer como persona y como me educaron mis padres. Representamos ambos a dos instituciones enormes».

Marcelino buscará una victoria en un estadio que conoce a la perfección y que «hace que la dificultad se agrande para el rival». Mestalla elogiará al que fue su entrenador, pero no le regalará la victoria al asturiano.

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