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El Valencia se mantiene todavía en Primera División pero ya hace mercados de Segunda. De los ocho fichajes que han llegado durante este verano a Mestalla, cinco son cedidos, dos llegan libres, y únicamente Luis Rioja ha sido mediante un traspaso que ha costado 1, ... 2 millones de euros. Si a eso se le suma que uno de los préstamos, el de Dani Gómez, supuso una tarifa de 150.000 euros, el total de gasto del Valencia de Meriton asciende a los 1,35 millones.
Una cifra paupérrima que coloca al equipo en unos teóricos puestos de descenso en la clasificación de inversión veraniega. Decimoctavo, a un millón de diferencia de la salvación que marca el Mallorca. Por detrás de los blanquinegros aparece el Espanyol, que ha gastado 400.000 euros y es el único equipo que tiene más cedidos que el Valencia con siete. Curiosamente, los dos tienen propietarios asiáticos. Farolillo rojo en esta peculiar tabla es el Rayo Vallecano, que directamente no ha invertido ni un céntimo y solo se ha reforzado con cedidos o jugadores libres.
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Pero es que todos estos datos quedan todavía más llamativos cuando se echa un vistazo a la categoría de plata. En Segunda, hasta seis equipos han invertido más dinero en fichajes que el Valencia durante este mercado veraniego. Almería, Racing de Santander, Elche, Oviedo, Zaragoza y Deportivo de La Coruña han gastado más en refuerzos que un histórico de Primera. Es lo que hay.
Por poner en contexto, el Almería —único recién descendido de esta terna—, se ha gastado 9,3 millones en fichajes para volver a la élite de forma inmediata. El Racing, que se quedó a las puertas del play-off el pasado curso, apuesta otros 4,4 'kilos' para dar el pasito adelante este año. El Elche, tras una nefasta temporada posdescenso, invierte 3,4 millones de euros para volver a ser un club potente en la categoría. El Oviedo, que perdió la final por el ascenso ante el Espanyol, quedándose a las puertas de su ansiado regreso a Primera, pone sobre la mesa 2,5 'kilos' para subir.
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El Zaragoza, tras más de una década atascado en la categoría de plata, invierte otros 2,4 millones para ver si este sí es el año que vuelven a donde merecen estar por historia y masa social. Y para colmo, el Deportivo de La Coruña, un recién ascendido desde Primera RFEF —por muy grande e histórico que sea— , ha invertido 1,8 millones en su regreso a Segunda para pasar el mínimo tiempo posible en la divisón y regresar a la élite otra vez.
Unos datos que reflejan la desinversión y el empequeñecimiento que está llevando a cabo Peter Lim en el Valencia, acercándolo cada vez más al nivel de equipos de Segunda División. De momento, económicamente hablando, ya es como uno de ellos, y quién sabe si pronto, a este ritmo, lo será deportivamente hablando también.
Bajo palos no se puede quejar mucho el Valencia. Tiene a Giorgi Mamardashvili y Stole Dimitrievski. El mejor portero de la Eurocopa y uno de los guardametas más consistentes de los últimos años en la Liga española como suplente de lujo. El tema es que esa fortaleza tiene ya una fecha de caducidad conocida. El georgiano ya es propiedad del Liverpool tras su venta por 30 millones más bonus y estará en Mestalla hasta el mes de junio de 2025. Hasta entonces, bien. Pero cuando llegue el día de su adiós, dejará un vacío muy difícil de llenar.
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El normacedonio tendrá que ver los toros desde la barrera esta campaña y, si no hay emergencias, lo suyo es que dispute únicamente la Copa del Rey. Será un entrenamiento particular para cuando el próximo curso futbolístico tenga que asumir la responsabilidad de ponerse bajo palos en Mestalla. A la sombra, como tercer portero, seguirá Jaume Doménech, cuya labor más que deportiva es motivacional y de grupo, ya que es uno de los capitanes y una voz experimentada que está muy bien valorada tanto por el cuerpo técnico como por el grupo. Eso sí, habrá que ver si el año que viene sigue como suplente de Dimitrievski o hay algún refuerzo más.
La parcela defensiva, numéricamente hablando, está bien cubierta en el Valencia. Otra cosa es que los perfiles sean óptimos. Esta va a ser ya la cuarta temporada consecutiva en la que el lateral derecho estará formado por los mismos: Thierry Rendall y Dimitri Foulquier. Ninguno de los dos ha conseguido asentarse como indiscutible por encima del otro y aunque su competencia es buena, sus perfiles son muy similares y terminan siendo repetitivos. En el flanco izquierdo, segundo curso para la pareja de José Gayà y Jesús Vázquez, tras la quizá errónea salida de Toni Lato.
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La realidad es que Vázquez no ha dado el rendimiento esperado y el equipo tiene una dependencia brutal de Gayà. Cuando no está el capitán, se nota y mucho. En cambio, en el centro de la defensa, hay muy buen futuro y un gran presente. Cristhian Mosquera ya es una realidad y uno de los mejores centrales jóvenes del mundo. No tardará en ir con la absoluta española. Su pareja de baile podrá variar, entre el prometedor Yarek Gasiorowski y el más sobrio pero efectivo César Tárrega. El cuarteto lo completa el belga Maximiliano Caufriez, del que no hay grandes expectativas. En la recámara queda Mouctar Diakhaby, recuperándose de su grave lesión. Aspira a llegar al final de temporada.
La medular valencianista se puede decir que está bien cubierta. Pepelu, ya internacional absoluto, seguirá siendo el timón del equipo. Su pareja de baile podrá variar dependiendo del contexto y el rival. En el 4-4-2 de Baraja, que parece de momento innegociable, solo entraría uno de Hugo Guillamón, Enzo Barrenechea —cedido sin opción de compra— y Javi Guerra, ya que André Almeida parece que ya se le recoloca definitivamente como mediapunta y no como mediocentro. Existe la posibilidad de juntar un trivote, pero por ahora, el jugar con dos no se toca.
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El drama y las dudas llegan sin embargo en las bandas. La posición quizá más floja del Valencia pese a los refuerzos. Luis Rioja dará un salto de calidad y veteranía la costado izquierdo, pero el estado físico de Sergi Canós y Fran Pérez, que son jugadores propensos a lesiones y que todavía, a día de hoy, no se han recuperado, ha provocado que el club haya encontrado en Germán Valera, un descarte de Segunda División, un parche de relleno por si las moscas. La banda derecha, en teoría, parece adjudicada para Diego López, que también podría variar su posición en caso de emergencia o por razón táctica a la delantera. Canteranos como Martín Tejón aguardan a la espera.
La delantera es una parcela curiosa en el Valencia. 'La delantera de Schrödinger' se podría decir. Está tan viva como muerta. Pese a que han cambiado varias caras, no queda claro si el paso ha sido hacia lo positivo. En teoría, sí, pero su rendimiento estará bajo lupa todo el curso. Hugo Duro tiene un listón alto que igualar, por lo que seguirá siendo la referencia ofensiva y el jugador del que se espera que lleguen los goles. El cambio que en teoría es a mejor es el de Rafa Mir por Roman Yaremchuk. El tan ansiado delantero finalmente llegó tras tanto drama y de momento sus sensaciones, no son positivas. Pero tiene tiempo y tendrá oportunidades para cambiar su mala dinámica inicial.
Su conexión con Duro será seguida de cerca, ya que hay muchas dudas de su capacidad de congeniar sobre el césped con dos estilos tan similares. El drama, no obstante, llega con las opciones 'B' en caso de que a alguno de los dos mencionados les pase algo. Dani Gómez se queda como el revulsivo, pero sus cifras en el Levante, donde no era titular indiscutible en Segunda, dejan muchas dudas. Es por ello que Rubén Baraja ha optado por reconvertir definitivamente a André Almeida como mediapunta si decide dejar de jugar con dos arriba, y más tras la salida de Alberto Marí en busca de minutos.
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