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HÉCTOR ESTEBAN
Domingo, 31 de diciembre 2017, 00:56
Paco Alcácer García (Torrent, 30 de agosto de 1993) es sin duda uno de los mejores rematadores de La Liga. Muy pocos futbolistas tienen la virtud de necesitar tan sólo un toque para convertir en gol una oportunidad -marca esta temporada cada 122 minutos y ha anotado en las tres competiciones-. Alcácer está en Barcelona desde el pasado miércoles. Acortó las vacaciones navideñas para tratar su lesión muscular y estar listo para la llamada de Valverde.
En silencio ha callado muchas bocas. Su respuesta a las críticas ha sido el trabajo. Y el esfuerzo ha tenido la recompensa buscada. Alcácer no lo ha tenido fácil. La paciencia y el sacrificio han sido la forma de enderezar los malos momentos. Con el Valencia, un partido en el Camp Nou lo mostró al mundo. En ese mismo campo, con la camiseta del Barcelona, no desaprovechó su oportunidad ante el Sevilla. Sueña con volver con España. Los números le avalan: seis goles en 13 internacionalidades.
Hace algo más de un año, su salida del Valencia fue un terremoto. Peter Lim quería vender y necesitaba dinero. El propietario negoció la venta del delantero pero descargó todo el peso de la culpa sobre el de Torrent. Hasta la entonces presidenta, Layhoon Chan, puso en el disparadero al futbolista sin admitir que su jefe, Peter Lim, fue el que lideró la operación. El delantero dejó entrever que las cosas en el Valencia por aquellas fechas no se hacían del todo bien. El tiempo le dio la razón. Nadie en el mundo cree más en Paco Alcácer que él mismo.
-La lesión muscular -en el partido ante el Deportivo- le llegó en el peor momento. Tras varias semanas sin contar para el técnico, usted se convirtió en el mejor socio de Messi y Suárez. ¿Cómo lleva la recuperación?
-Bueno, está claro que cuando uno está lesionado no es para estar muy contento. Lo que quieres es ayudar al equipo en todo lo que uno puede y entrar en la dinámica del grupo.
-Una lástima ahora que había encontrado su sitio y había irrumpido con fuerza en el plan de Valverde.
-La verdad es que era un momento en el que estaba y me encontraba bien pero al final, como en cualquier trabajo, las situaciones vienen así. Hay momentos buenos y malos. La lesión ha venido como ha venido. Lo positivo es que no son muchos partidos los que me pierdo -la previsión eran tres semanas- y me ha beneficiado el parón navideño. Está claro que el partido ante el Real Madrid -el Barcelona ganó 0-3- era muy bonito de jugar.
-Al inicio de la temporada se abrieron muchas dudas sobre el Barcelona de Valverde y ahora es un líder muy sólido.
-Está claro que la ventaja que tenemos respecto al segundo clasificado -el Atlético de Madrid está a nueve puntos- es bastante buena pero no quiere decir que se haya acabado la temporada. Ni mucho menos. Lo que hay que hacer es seguir pensando en el trabajo que hemos hecho para llegar a esta situación y mantener la misma dinámica tanto de actitud como de juego. Esa combinación es la que nos ha hecho llegar a este punto y debemos mantenerlo.
-¿Estaba convencido de que le llegaría la oportunidad?
-La oportunidad siempre llega para Paco Alcácer o para cualquier jugador. Si en un equipo te quieren y te demuestran que quieren que estés al final te llega la oportunidad. Era el momento de esperar y de aprovecharla cuando el entrenador me la diera. Además, jugar rodeado de los futbolistas que tiene el Barcelona hace que todo sea mucho más fácil.
-¿Qué le decía Valverde cuando no entraba en las convocatorias?
-Más que te hable el entrenador la clave es uno mismo. Yo soy el que tiene que trabajar porque llega un día la oportunidad y hay que estar preparado. Hay que esperar el momento y hacerlo bien cuando sales al campo. Estando en el Barcelona y en el Valencia esperé mi oportunidad porque siempre llega.
-¿El año pasado le pasó factura no hacer la pretemporada con el Barcelona?
-El Valencia y el Barcelona son dos equipos muy diferentes. No creo que me llegara a perjudicar del todo pero tienes que estar listo y preparado para lo que pueda venir. Son dos grandes clubes con distintas filosofía.
-¿Le dio muchas vueltas a la cabeza por la falta de minutos?
-Está claro que todos queremos jugar y cuanto más mejor. Estás en el mejor club del mundo junto a muchísimos jugadores de un grandísimo nivel y sabes que tienes que esperar tu momento. He estado bien, arropado aunque es cierto que si no juegas estás más pensativo. Pero insisto, sólo pensaba en trabajar para cuando llegara mi momento.
-¿Quién le ayudó en esos días complicados?
-Aunque parezca que los jugadores que compiten por el mismo puesto en el once no se ayudan en mi caso Luis Suárez fue un gran apoyo. A mí me parece un delantero perfecto, trabajador, espectacular, tiene gol, carácter. Dentro del vestuario a mí me ha ayudado mucho. A las personas buenas se les ve y se llevan bien. Luis Suárez es una grandísima persona y a pesar de que jugamos en la misma posición siempre me ha dado muchos ánimos. Con el trabajo te ganas el respeto de los compañeros, te ayudan y te apoyan.
-¿Qué tal es Leo Messi?
-Es muy tranquilo con todo lo que conlleva ser Messi dentro y fuera del campo. Es increíble. No sé si me gustaría estar en su piel. A nivel de fútbol sí pero luego están las otras partes de la vida.
-Es increíble ver jugar a Messi.
-Lo que hace en el campo de fútbol lo hace igual en los entrenamientos, incluso más. Lo da todo, siempre al máximo. Se cabrea cuando no gana, cuando no le salen las cosas. Siempre está al cien por cien y es un ejemplo para la plantilla.
-Ante el Sevilla marcó dos goles en su vuelta a la titularidad. ¿Esperaba ese día? ¿Se quitó un peso de encima?
-Después de estar dos meses sin entrar en las convocatorias que salgas de titular en un partido es muy complicado. El ritmo no es el mismo pero la verdad es que me salió todo bastante bien y a partir de ahí cogí mucha confianza. Los goles dan esta seguridad para ti y para el equipo.
-¿Fue un partido en el que Paco Alcácer se reivindicó?
-No, desde el primer momento he creído que podía jugar en el Barcelona y si cogí este camino es porque estaba convencido de estar en este equipo. De hecho, si me ficharon es por algo. No es que me reivindicara en ese partido sino que cada vez que juego es un examen. Si lo haces bien, perfecto, y si no te cabreas.
-El Valencia está en un gran momento tras un par de temporadas muy complicadas. ¿Cómo ve a su exequipo?
-Está claro que después de la situación que han pasado y que yo también pasé en su día el Valencia necesitaba un momento como el que vive. El Valencia es un club grande que tiene que estar en la zona alta de la clasificación. Así lo dice su historia. Ha habido unos años malos pero ahora han tenido ganas de hacerlo bien y se lo merecen.
-Su salida del Valencia fue un terremoto. ¿Se sintió mal por todo lo que se dijo?
-Es cierto que hay cosas que molestan porque mucha gente habla sin saber y mucha gente sí que sabe pero no habla. Sigo en mi línea. La decisión que tomé y que adoptaron dos partes más era la que finalmente se hizo. Hay que respetar. Por unas cosas o por otras se toman las decisiones y hay gente que habla sin saber.
-La sensación es que el Valencia le obligó a hacer el papel del malo de la película.
-Al final se sabrá todo pero lo que yo no voy a hacer ahora es descubrir lo que ocurrió. Esto quedará para mí y para el Valencia. Si piensan ellos que hicieron bien las cosas... pues ellos sabrán. Yo creo que hice bien las cosas. Igual las pude hacer mejor pero bueno... pasó así.
-Percibo que usted tiene la conciencia muy tranquila con todo aquello.
-Yo sí. Tengo la conciencia muy tranquila porque al final soy un valenciano más y un valencianista más. Desde bien pequeñito lo he sido y siempre lo he dicho. Por haberme ido a otro club no significa que haya dejado de ser del Valencia. De hecho, todos los fines de semana veo los partidos y quiero que el equipo esté lo más arriba posible.
-¿Qué es lo que más le dolió?
-Tengo muy clara cómo es mi vida. Me importa la gente que me rodea. Mi familia, mis amigos y si ellos tienen claro lo que pienso y lo que soy no me puede afectar lo que pueda decir la gente. La gente es libre de opinar y así se ha visto. Muchos han metido la pata pero no me afecta.
-¿Volver a la selección es un reto?
-Si ya he ido es que puedo volver. Si juego poco es complicado. El seleccionador me conoce de las categorías inferiores y me llevó a su primera lista. La estadísticas y el rendimiento es lo que me harán volver y sí me gustaría.
-¿Qué siente al ver a amigos suyos como Gayà, Soler y Lato triunfar en el Valencia?
-Me alegro mucho. Son grandes jugadores y magníficas personas. Y me alegro que les vaya bien porque también es bueno para el Valencia.
-¿Le gustaría volver a jugar en el Valencia?
-Claro, al final volver al Valencia me gustaría. Muchos jugadores han ido y han vuelto a un club. Las decisiones se tomaron así y en un futuro claro que me gustaría volver.
-En febrero va a ser padre. Ese si que es un partido importante.
-Lo espero con bastante ansia. Tengo ganas de que llegue el momento, me gustan mucho los niños.
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