Los mismos males de siempre en el Valencia

La leyenda de Voro como bombero del Valencia se remonta a 2008, cuando la cuerda de la que tanto estiró Koeman al fin se rompió tras una goleada en San Mamés. Curiosamente, su sexto servicio al club arranca contra el Athletic, que viene a Mestalla dispuesto a hurgar en la herida. Le va la vida en ello, pues el conjunto de Garitano, aspirante de pleno derecho a Europa ante los continuos tropiezos de los equipos de arriba, sabe que sus opciones pasan por no fallar esta tarde. Y tampoco puede hacerlo un conjunto blanquinegro que, en plena marejada, tiene su mejor noticia en el fútbol.

Si lo que acontece en los despachos, en los de aquí y en los de Singapur, da para echarse a llorar, el antiinflamatorio para el aficionado está, como casi siempre, en el césped. Si rueda el balón, de salida, se olvidan todos los males y uno piensa en las opciones reales de que el Valencia juegue en Europa. Parece que la Champions, con el Atlético en otra galaxia, un Sevilla bastante fiable y un Villarreal en racha y al acecho se ha complicado demasiado. Pero el segundo escalón, el que reduciría el daño económico y mitigaría la desazón del hincha, es más que posible.

El Valencia arranca la jornada a un punto de la Europa League, a nada de una Real Sociedad en plena decadencia. Por eso, parece que es más rival este Athletic –que viene justo detrás de los blanquinegros– que los donostiarras. Ganar hoy a los de Garitano puede ser un gran paso adelante, y más si se tiene en cuenta que el calendario para el conjunto de Voro es, en principio, benévolo.

Pocos dudan de que en Mestalla se verá hoy un Valencia mucho mejor que el de Eibar y Villarreal. Tampoco es complicado ofrecer más prestaciones que en los dos últimos partidos, donde ni siquiera se ha rematado a portería. Sí dará pie a la reflexión si ante el Athetic se ve un equipo mucho más enchufado, incisivo, que el de las últimas jornadas aún con Celades al frente del operativo.

Voro empieza este esprint de seis partidos con casi toda la tropa a punto, con la excepción de Gayà. Recupera a Mangala tras cumplir sanción y a Diakhaby después de su lesión. Enfrente tendrá un Athletic que, sin hacer mucho ruido, se ha colocado en disposición de luchar por Europa. El conjunto de Garitano comparece en Mestalla con la única baja de Beñat.

Si un tío que desayuna tornillos no arregla este destrozo es que se trata de un imposible. Di Stefano estaba fascinado con Voro, un defensa implacable que como entrenador ha centelleado siempre como salvador. Pero

Y eso que fue pitar el árbitro y parecía que había un nuevo Valencia. Presión alta, dinamismo, garra. Vamos, lo que siempre ha envuelto al equipo blanquinegro. Lo que define a Voro. Un jugador de raza no puede ser un melindre como entrenador. Los primeros ocho minutos alumbraban una tarde de fútbol total. Una ocasión clarísima de Raúl García y tres acciones peligrosas del Valencia, especialmente una de Guedes que atajaba Unai Simón.

Quizá la 'Vorina' en el vestuario activaría a la gente. Pero otro error lo hundió todo. Y tampoco esta vez fue de Diakhaby. El central francés estuvo fino y concentrado. Quién lo diría. Fue Jaume Costa el que dio el balón al contrario. Tras varios rechaces la pelota cayó en los pies de Raúl García que con un zurdazo rabioso anotó el segundo del Athletic. Y colorín colorado, el partido se había terminado. Un Valencia depresivo se hizo pequeño. Le costaba hasta pasar de medio campo. Los jugadores vascos, casi con mantener la posición, imposibilitaban que el balón circulara entre los valencianistas. Fue un calco del fiasco ante el Villarreal.

La imagen del Valencia fue Gabriel Paulista. Totalmente desquiciado en los últimos minutos. La tomó con Villalibre, al que no dejó de importunar. El chaval se lo tomó con una sana resignación. De ahí al final, un pase al área de Florenzi que tendría que haber sido un chut y un disparo alto de Cheryshev. Ambas acciones sin sangre, blanditas. Otro día inútil en la oficina. Otro partido que engorda la debilidad defensiva. Lleva más goles encajados que anotados.