
Secciones
Servicios
Destacamos
Sobre el césped había talento hasta decir basta, pero el miedo es capaz de esconder decenas de virtudes. Por La Cerámica apareció el temor y los nervios y así entendieron los futbolistas más virtuosos que no era su día. El derbi se jugó mayoritariamente en horizontal, con multitud de pases sencillos que evidencian la falta de atrevimiento y los centrales asumiendo más toques de los necesarios. En treinta metros se veían las caras Fornals, Trigueros, Parejo o Soler y los protagonistas eran otros. Qué lástima. Villarreal y Valencia no estaban para fiestas, sólo para ganar, pero no supieron y cuando de verdad le metieron empeño al asunto, era demasiado tarde. El punto es insuficiente, para los dos, y deja un regusto agridulce en ambos bandos. Continúan viviendo los equipos de Calleja y Marcelino en el sótano de la Liga, un lugar inhóspito pero sobre todo, inapropiado para dos proyectos creados con la idea de permanecer arriba.
Ver fotos
Al derbi llegaron los ecos de los batacazos en Europa. El Villarreal se había dejado sorprender por el Rangers; al Valencia la Juve le dio un baño de realidad. Dos golpes que, unidos al decepcionante inicio liguero, trajeron un cóctel insípido a La Cerámica. Derretidos por el calor, los aficionados sólo entraron en el encuentro cuando Jaime Latre echó a Parejo de forma muy rigurosa. Las protestas se llevaron por delante a Marcelino, que acabaría el derbi detrás de una cristalera y dando instrucciones por teléfono. En la grada presenció el técnico cómo su equipo por fin funcionaba, pese a la inferioridad, encadenando los mejores momentos del partido y tentando a Sergio Asenjo, todo un logro visto lo visto en los primeros setenta minutos.
Villarreal
Asenjo, Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa (Cazorla, m.73), Layún, Funes Mori, Trigueros, Fornals (Pedraza, m.67), Bacca (Ekambi, m.81) y Gerard Moreno.
0
-
0
Valencia CF
Neto, Piccini, Gabriel Paulista, Diakhaby, Gayá, Ferran Torres (Guedes, m.56), Carlos Soler, Parejo, Cheryshev, Santi Mina (Batshuayi, m.46) y Gameiro (Coquelin, m.60).
árbitro Jaime Latre (colegio aragonés). Amonestó por el Villarreal a Jaume Costa, Layún, Funes Mori y Mario Gaspar y por el Valencia a Diakhaby. Expulsó con roja directa al valencianista Parejo (m.60) y al entrenador del Valencia, Marcelino García Toral (m.60)
incidencias partido disputado en La Cerámica ante 18.000 espectadores.
El Valencia, pese a esa fase, sigue sin reconocerse, alejado de la versión precisa y contundente de la pasada temporada. No hay fútbol ni juntando a Parejo con Carlos Soler, que ayer se taparon en la creación. Tampoco ayudó al doble pivote la actuación firmada por Mina, Gameiro o Cheryshev. Sólo el ruso, en los últimos instantes y a campo abierto, fue capaz de generar una buena oportunidad. Lo dijo Marcelino en la previa y es cierto: muchos jugadores importantes de la plantilla no están a su mejor nivel y el Valencia, con un calendario que se aprieta, todavía no conoce el significado del triunfo en los primeros seis partidos de la presente temporada.
El reto para técnico y futbolistas se redobla. Si era necesario vencer al Villarreal para escapar del bache y respirar, la visita del Celta a Mestalla de este miércoles pasa a ser una final. No estará Parejo, castigado con la expulsión por una entrada que genera muchísima controversia. Entró duro, pero abajo. Jaime Latre desenfundó rápido. Pum. El siguiente plano en televisión lo ocupó Marcelino. «Coque, Coque», gritó el asturiano en dirección a la banda. Seis meses después, el '17' sentía de nuevo la competición. ¡Y cómo compitió! Si el francés se ganó en tiempo récord la confianza del vestuario y la grada fue por guerrear dónde y cuándo hiciera falta. Ayer entendió las necesidades del Valencia y se multiplicó para cubrir cada hueco creado por la ausencia de Parejo.
Coquelin llevó una importante dosis de garra a sus compañeros y, al ritmo que marcaban las carreras de Guedes, el Villarreal empezó a temer por el punto. El propio Guedes y Cheryshev rondaron el gol antes de que el árbitro decidiera indultar la tremenda entrada de Mario Gaspar. La víctima, Coquelin, y el impacto merecedor de roja se quedó en amarilla. El público impedía ondear la bandera blanca a su equipo pese al escaso repertorio de movimientos desde el área técnica de Javi Calleja. Una formidable segunda línea del conjunto amarillo no pudo conectar con Bacca, Gerard Moreno o Toko Ekambi.
Ni remates ni paradas
El descanso fue el fin del partido para Santi Mina, lastimado en la rodilla segundos antes del pitido del árbitro. La hoja de servicios de Villarreal y Valencia fue triste: ni un remate entre los tres palos, con Asenjo y Neto impolutos. Ni tan siquiera el balón tuvo dueño (51-49 de posesión). El derbi era infumable. Bacca le había ganado la espalda a Piccini -otra vez muy flojo- en una ocasión mientras Gameiro y Mina perseguían sombras en los balones largos de sus compañeros. Calleja y Marcelino se dejaron el atrevimiento en casa. El partido necesitaba un chispazo, algo que llevarse a la boca para subir los decibelios y ver si los equipos soltaban lastre.
La lesión de Mina provocó el primer cambio: Michy Batshuayi al campo. El belga se desfondó en sus carreras iniciales y nunca pudo ser influyente en el área rival. Después del derbi, los cuatro delanteros del Valencia continúan exhibiendo una preocupante falta de pegada. Sólo Rodrigo ha marcado: un gol.
El 0-0, como aventuraba un aficionado con tino antes del choque, parecía irremediable. Sólo las expulsiones de Parejo y Marcelino y las tres amarillas que vieron los futbolistas del Villarreal (Layún, Funes Mori y Mario) hicieron recordar que el derbi estaba vivo y los puntos, en el aire. Con el lógico arreón final del equipo de Calleja se agigantó Gabriel Paulista, un frontón para los balones aéreos. Su trabajo y el de Diakhaby fue de lo más destacado de un Valencia que regresó a casa por el camino del medio. El punto en La Cerámica, campo complicado, pudo ser bueno en cualquier otro momento, pero no esta vez. El miércoles arrancan los blanquinegros su particular trilogía ante Celta, Real Sociedad (en Anoeta) y la visita del Barcelona. Algunos aspectos mejoraron ayer. Otros siguen mosqueando al valencianismo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.