Soler le da argumentos a Lim

Semana de fútbol, estreno de avión privado con el escudo, junta de accionistas, playa, paella y más fútbol. Peter Lim y sus consejeros de Singapur se han dado estos días un atracón de valencianismo que concluyó con el partidazo de anoche en Mestalla. Lástima que Benzema aguara la fiesta con ese remate casi ya con el tiempo finalizado y que dejó más hierático todavía a un Peter Lim que demuestra cuál es ese carácter tan especial de los asiáticos que les diferencia, como se dijo en la asamblea, de los latinos. Ni el gol de Soler que puso Mestalla boca abajo cambió la expresión del máximo accionista del club. Son las cosas de Lim, que igual aparece en su palco privado ya con el partido empezado -así evita miradas y opciones de protesta por parte del público- que se va luego toda prisa. No obstante, el paso del dueño de la entidad por Valencia invita a pensar que este fin de semana, además de disfrutar del paseo por la Malvarrosa con su gente -ayer se le vio paseando por el paseo marítimo-, ha empezado a gestionar asuntos de calado que afectan a futbolistas de la casa como Ferran y Carlos Soler.

Decía Murthy a los accionistas el viernes que estas dos negociaciones están en marcha y todo apunta a que aprovechando que Lim está aquí, se puede dar el impulso necesario para prolongar la vinculación de los dos canteranos, justo en el momento más dulce de la temporada deportivamente hablando aunque desde el aspecto social la cosa está bastante torcida. Con el punto sumado este domingo es la primera vez que el Valencia ocupa esta temporada posiciones europeas. La octava posición, con la zona de Champions a tiro, apuntala bastante a Celades pero sobre todo muestra la fortaleza de esta plantilla. La temporada pasada, por cierto, después de esta jornada 17 Marcelino tenía al equipo en el mismo puesto de la clasificación.

El problema para Lim es que si bien el buen rendimiento de los Ferran y Soler refuerza el discurso oficial, hay otras cuestiones que lo debilitan. Por ejemplo, a Murthy se le dijo de todo y nada bueno en la junta del viernes. Los accionistas lo tirotearon constantemente. Pero Mestalla, ayer, pasó del tema olímpicamente. Se pensaba a priori que aprovechando que el dueño estaba en el palco, al presidente se le podía poner contra las cuerdas. Pero aunque parezca extraño no fue así. Sólo en un momento del primer tiempo, a la media hora de juego, desde la Grada Joven se cantó eso de Anil canalla fuera de Mestalla, pero coincidió con una acción de juego que levantó las protestas del público y eso apagó el intento de hostigamiento presidencia. Luego no se escuchó ninguna otra referencia a este asunto. Murthy, que sonreía algo nervioso antes del partido con un comentario con Florentino Pérez, se libró pues de una buena.

Ahora bien, hay otra cuestión que alguien debería hacer ver a Lim. Decía Alemany justo el día de su despedida que el empresario de Singapur entiende de fútbol. No profundizó tampoco más. Pues bien, si entiende algo de fútbol vería ayer que uno de los fichajes 'made in' Jorge Mendes (costó 12 millones) sólo se asomó del banquillo cuando el preparador físico de Celades obligó a los reservas a salir para presionar al árbitro ya en los últimos instantes. Thierry Correia ni tan siquiera calentó en la banda, a pesar del encaje de bolillos que volvió a hacer Celades para sostener el lateral derecho. ¿Para qué se fichó entonces a Correia?

Quizás a eso podría responder algún día algún dirigente del club pero la política en ese sentido del Valencia despista a muchos por su falta de coherencia. Este domingo, a la televisión que tiene los derechos y cuando acabó el partido, ningún responsable del club hizo declaraciones. Habló Butragueño por el Real Madrid y nadie del Valencia. Es lógico pensar que Lim no tiene ni idea de estas cuestiones pero como máximo responsable que es de la sociedad al final le acaba pasando factura hasta el más mínimo detalle. Por eso ahora si decide reforzar en enero la plantilla y si le pega un empujón definitivo a lo de Ferran y Soler, Lim -y por añadidura Murthy- habrán superado un momento duro.