Soler rechazó al Arsenal antes de su renovación

Como le sucede a la gran mayoría de futbolistas del Valencia, Carlos Soler va a despedir un año inolvidable. Sólo la dolorosa lesión de tobillo que le mantuvo dos meses en el dique seco enturbió su 2019: titular indiscutible para Marcelino, campeón de la Copa del Rey con el equipo de toda su vida, título europeo con la selección sub-21 tras ganar la final a Alemania y un contrato recién estrenado que fue cocinado a fuego lento y le vincula al Valencia hasta junio de 2023. Ni tuvo dudas el futbolista ni tampoco el club, así que la única salida posible para ambos era la de prorrogar el acuerdo que extinguía en 2021. El 17 de diciembre, Soler pudo fotografiarse junto a Anil Murthy. «Lo más importante era estar aquí. Nuestros caminos seguirán unidos y espero que sea durante mucho más. Siempre he querido continuar en el club de mi vida, donde llevo desde los siete años», admitía Soler.

Hasta llegar a la firma, pasó más de un año. En abril de 2018, a las puertas de que el Valencia certificara su pase a la Champions por segundo año consecutivo y empezara a pensar en la final de Copa, los agentes de Carlos Soler arrancaron las conversaciones con Mateo Alemany. El club no quería dejar pasar demasiado tiempo para atar a un canterano asiduo a la sub-21 y que según Meriton representa a la perfección el presente y el futuro de la entidad: jugador moldeado en Paterna que consigue asentarse en la élite del fútbol. De ese carrusel de conversaciones se pasó a la controvertida situación de Alemany en el organigrama del club y el paso al frente de Murthy para negociar por Soler, tal como publicó este periódico, en primera persona.

En ese período, el Arsenal mostró su especial interés por contratar al centrocampista y el jugador se cerró en banda. «En todo momento las dos partes hemos querido continuar, yo quería seguir aquí y el Valencia ha apostado fuerte por mí», reconocía Soler hace unos días. En esa reflexión se esconde una de las claves para entender el acuerdo, porque la apuesta del club fue decidida para enterrar cualquier posibilidad de ver salir a Soler en dirección a la Premier League. El Valencia le hizo entender al futbolista desde el primer momento que iba a hacer un esfuerzo por él. Y así ha sido. Soler ha ascendido en el escalón salarial y ya es uno de los mejores pagados de la plantilla. La mejora en los emolumentos se efectuó desde el mismo momento de la renovación para no esperar a la próxima campaña. La cláusula de rescisión creció desde los 80 hasta los 150 millones de euros para un Soler que en 2023, fecha de extinción de su actual contrato, tendrá tan sólo 26 años.

Recuperando su sitio

En este año, Soler 'perdió' a un técnico (Marcelino) que le hizo crecer muchísimo en defensa y le colocó en la banda derecha pero 'ganó' a otro (Celades) que le conocía a las mil maravillas de las inferiores de la selección. El problema para el valenciano es que el cambio de entrenador le pilló en la enfermería. Soler jugó el 17 de agosto contra la Real Sociedad y no regresó hasta el Atlético de Madrid-Valencia del 19 de octubre. Luego padecería una recaída que le hizo perderse tres duelos (Espanyol, Lille y Granada) pero fue titular en los seis últimos partidos del año. En ese tramo le marcó al Chelsea y al Real Madrid, consolidándose en el núcleo de futbolistas importantes para Celades. Va a llegar Soler a la Supercopa al cien por cien físicamente y con el reto de conseguir su segundo título en el Valencia y el tercero (contando el Europeo) en menos de un año.