Soler reclama su puesto

En un equipo sin el número '10' y falto de veteranía tras la salida de varias figuras importantes, el Valencia tiene que encomendarse a los futbolistas de la casa ya asentados en el equipo para dar el paso adelante que necesita; ante la falta de calidad, un equipo bronco y copero, lema tantas veces empleado en el argot valencianista, es la definición en pocas palabras de lo que el aficionado espera de sus jugadores. Así, vienen a la cabeza los nombres de Gayà o Jaume. Sin embargo, hay otro que, por enfermedad en unas ocasiones y lesión otras, no ha podido dar aun lo que se espera de él: Carlos Soler.

Y es que la salida de Dani Parejo primero y la confirmación de que no habría ningún fichaje después ratificaban una sensación ya presente desde hace mucho en el aficionado del equipo blanquinegro. Esta debe ser la campaña del jugador valenciano. Con la llegada de Javi Gracia, sin un libro táctico tan definido como pueda ser el de Marcelino García Toral, el técnico navarro ha de encontrar la manera de encajar a un futbolista que en las categorías inferiores pasó de la delantera, posición en la que se convirtió en el más goleador de la historia de la cantera, al mediocentro, pasando por la media punta, para terminar jugando en las últimas campañas como extremo diestro con Marcelino y Albert Celades.

Ahora, el cómo colocar las piezas del puzle para que acoplen es trabajo de Gracia, un técnico que tendrá la primera prueba con todos sus mediocampistas a punto este domingo ante el Villarreal. En un parón de selecciones en el que ha contado tanto con Geoffrey Kondogbia, como con Soler, Uros Racic y Vicente Esquerdo, Gracia ha podido observar por primera vez cómo sería un doble pivote titular con el jugador centroafricano y el valenciano, que es el único de la plantilla junto a Gayà que sobrepasa los 150 encuentros oficiales con el club. Hasta el momento, esta campaña el valenciano no ha podido contar más que con nueve minutos ante el Betis en el último encuentro en Mestalla y fueron, precisamente, en sustitución de Kondogbia.

No obstante, las posibilidades son múltiples y ante el Villarreal, un equipo al que le gusta tener el balón, también cabe la opción de que Soler pueda jugar de enganche entre la delantera y un mediocampo formado por el jugador centroafricano y Uros Racic, en una formación con dos centrocampistas defensivos y uno más ofensivo.

Otra opción, ante la vocación ofensiva del de Torrefiel, y con los galones que ha adquirido Kangin Lee, quien ha participado en todos los encuentros de Liga esta temporada, sería la de jugar con ambos como interiores en un trivote que tuviera a Kondogbia por detrás.

La versatilidad con la que ha ocupado posiciones le ha hecho ser un fijo con todos los entrenadores que ha tenido. Este año, sin embargo, ya no se le debe juzgar por su versatilidad, sino por la calidad y el nivel que pueda dar en su nueva posición.

El futbolista muestra su predisposición. «Estoy para lo que quiera el míster. Hablamos, me pregunta dónde creo que puedo rendir más. Hay un 'feedback' tras el cual decidimos», señala Soler, quien admite que el parón de selecciones le ha venido bien para su puesta a punto.