Carlos Soler se enfundará esta tarde la camiseta de la selección española para jugar ante Albania. En la sub-21, el futbolista del Valencia es clave dentro de un grupo que impulsó un ritmo endiablado para estar en la fase final de San Marino. Soler disfruta de galones en el grupo de Luis de la Fuente y en verano vio cómo su temporada tenía recompensa: entrenar unos días con la absoluta antes de que los 'mayores' de marcharan al Mundial de Rusia. El valencianista explotó en la 2017-2018 (37 partidos, 28 como titular) y eso que el aterrizaje de Marcelino le depararía una gran sorpresa. En la idea del técnico, Parejo y Kondogbia eran insustituibles en el centro del campo y Soler pasaba a jugar en la banda derecha.
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A un jugador acostumbrado a ocupar toda su vida zonas centrales, la nueva posición era un mundo desconocido. Soler asumió el mandato de su entrenador mientras el valencianismo dudaba, en los días grises del canterano, si se desperdiciaba su talento pegándolo a la línea de cal. Del debate se ha pasado este curso a la naturalidad porque Parejo, Kondogbia y por momentos Coquelin tienen el perfil muy marcado y a Soler, indispensable para Marcelino (710 minutos, sexto futbolista que más juega) ya se le ve y valora como el hombre de banda del Valencia.
Contra el Barcelona, el '8' del conjunto blanquinegro cuajó una de sus mejores actuaciones del curso. Piccini tenía una complicada tarea con Coutinho y Soler siempre apareció cerca para echar una mano. Las estadísticas reflejan que el canterano fue el futbolista que más corrió del encuentro (casi 12 kilómetros) con un porcentaje de acierto en el pase del 91%, dato que acredita su confianza para generar juego. Soler fue uno de los lanzadores en los contraataques cuando el Barça, dentro de sus habituales números en cuanto a posesión, erraba y permitía salir al Valencia a campo abierto.
A Marcelino la evolución de Carlos Soler le recuerda a la de Saúl Ñíguez, pilar en el Atlético y fijo en las listas de la selección. Destaca el técnico asturiano cómo Saúl pasó por casi todas las posiciones del centro del campo -incluyendo las centrales y ambas bandas- antes de que Simeone diera con el sitio idóneo para el alicantino. Saúl, a quien se echó de menos en el Mundial, comparte con Soler el despliegue físico y la llegada al área desde segunda línea.
El futbolista del Valencia sigue centrado en acumular el máximo de minutos posibles. Soler considera que, sin destacar tanto en labores creativas, estos meses a las órdenes de Marcelino le están viviendo de perlas para mejorar en otras facetas, especialmente la defensiva.
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