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C. V.
Domingo, 5 de julio 2020, 00:19
El Valencia, fiel a su ya habitual estilo, ventiló con un comunicado un asunto de tanto calado como la reactivación del nuevo Mestalla. A dos días para el último día del plazo, la exclusividad que tenía ADU saltó por los aires al no llegar la cooperativa a alcanzar los mínimos exigidos. Ahora, cuatro meses después, Peter Lim tiene sobre sí cada vez más presión. Justo un día después de que la vicealcaldesa Sandra Gómez volviera públicamente a apretarle tímidamente las tuercas a Meriton, el que ha vuelto a aparecer en escena ha sido ADU. Y lo ha hecho a través de su portavoz, José Luis Santa Isabel, para reiterar que la cooperativa prosigue en esa lucha casi contrarreloj para hacerse de nuevo con la iniciativa en la operación de compra-venta del viejo estadio.
Las palabras de Santa Isabel van en la línea de optimismo que ha mantenido siempre hasta el punto de afirmar ahora, según recogía Efe, que si se cierra la operación inmobiliaria durante este 2020, da tiempo de cumplir con los plazos, señalando que con este condicionante, «este año lo haremos o no lo haremos». El proyecto «sigue con la misma ilusión que el primer día» y a la espera de que los fondos de inversión con los que iniciaron conversaciones estén en predisposición de invertir, para hacer otra oferta «en condiciones que le sirvan al Valencia» antes de que le pueda llegar otra oferta.
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El Valencia, al respecto, mantiene una posición de total oscurantismo de cara a la opinión pública. No dio explicaciones en su día sobre el fracaso de ADU más allá del comunicado y desde entonces todo con conjeturas en el sentido de que desde Singapur se trata de acelerar la búsqueda de un comprador que se haga con el solar, hasta el punto de implicar al respecto a Layhoon.
A pesar de las palabras de ADU, que siempre ha mantenido que cuenta con el beneplácito de las autoridades valencianas si bien la realidad es que éstas se manifiestan de puertas para adentro mucho más prudentes, se hace todavía más difícil encajar la operación en el contexto actual que ha surgido tras la pandemia. Si ya era complicado antes, ahora parece más cuesta arriba.
La diferencia es que el calendario cada vez es más asfixiante y juega en contra de Peter Lim. El nuevo Mestalla se ha convertido en una 'patata caliente' y los políticos no se atreven a apretarle a Meriton las clavijas de una manera tajante porque existe verdadero temor de que una posición de fuerza frene de manera definitiva la reactivación de las obras, con Bankia atenta a todo.
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