La Superliga llega en el peor momento para el Valencia

Real Madrid y Barcelona siempre serían fijos. El Atlético, desde que llegó Simeone, se ha unido a ese grupo con el que llegó a codearse el Valencia y del que poco a poco fue cayendo hasta la mediocridad en la que se encuentra hoy en día. Por el camino han cambiado muchas cosas, otras no tanto, como el nuevo Mestalla, que sigue igual. Curiosa la comparación con los colchoneros, que hace dos décadas estaban en Segunda y sufriendo una grave crisis mientras el Valencia era considerado el mejor club del mundo. 'Fast forward' unos cuantos años y la situación parece haberse revertido. El Valencia codeó con el descenso el año pasado mientras el Atlético ha ganado ligas y alcanzado también dos finales de Champions, además de tener un estadio futurista. Una batalla perdida por el tercer escalón español que ya no es que haya relegado al Valencia al cuarto puesto, es que lo ha despeñado mucho más atrás en la lista. De hecho, si el Valencia no clasifica a Europa este año, desaparecerá del ranking UEFA por primera vez en su historia. Todavía aparece —el 92º— por la participación en la Champions 19/20 con Celades. La del Atalanta, vaya.

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Porque en esos últimos cinco años en los que Meriton ha destruido el proyecto que habían construido Marcelino y Alemany, otros equipos han crecido. La Real Sociedad y el Betis, que hace no mucho tuvieron su paso por la categoría de plata, se han instaurado como habituales en las competiciones europeas. Ambos han ganado recientemente la Copa del Rey y no mirán hacia atrás. Sevilla y Villarreal, aunque atraviesan temporadas complicadas, han tenido éxitos recientes en la Europa League que les han consolidado también como nombres importantes a ojos de Europa. Cuando le pregunten a un extranjero qué equipos conoce de España, es bastante probable que nombre a todos estos antes que al Valencia.

Incluso el Athletic Club, que no ha tenido éxito internacional recientemente, se sigue manteniendo como uno de los grandes por su filosofía de cantera que le mantiene competitivo año sí y año también. Eso, y tener un estadio moderno como el nuevo San Mamés, también ayuda, claro.

Y por no hablar del Girona, el equipo revelación. Con el respaldo del City Group, sí, pero haciendo las cosas bien y compitiendo por la Liga a estas alturas de película. La temporada de los de Míchel es tan buena que por muy mal que les vaya en la segunda vuelta, tienen prácticamete garantizada una clasificación a Europa. Y aunque se les escape el título, muy probablemente jugarán la Champions. Nada que ver con el Valencia, que se ha convertido en otro gigante caído como el Hamburgo, el Leeds, el Saint-Étienne o el Parma.

Si la Superliga hubiese aparecido hace un lustro, el Valencia estaría para, como mínimo, jugar en la 'Gold League', es decir, el segundo escalón. Venía de ganar una Copa del Rey, de clasificar dos años a Champions y de llegar a semifinales de Europa League. Los rivales temían al ver su nombre. Ahora ya ni hablan de él.