

Secciones
Servicios
Destacamos
Si algo no esconden las mascarillas, por mucho que nos hayamos acostumbrado a ellas, es el estado de ánimo. El de Javi Gracia, su cuerpo técnico y su plantilla quedó claro en la llegada escalonada a Paterna que hicieron ayer para completar el primer entrenamiento de 2021. La situación del Valencia es tan complicada en lo deportivo que el técnico ya no escondió tras la derrota ante el Granada que la permanencia «es nuestro objetivo». Mejor afrontarlo de cara que esconder el problema debajo de la alfombra puesto que ese suele ser el error de los grandes que acaban cayendo en el abismo.
El técnico navarro está obligado a ser el primero en dar un paso al frente. Tomarse este inicio de año como un tiempo de gracia puesto que de no revertir la situación se hará insostenible el mantenimiento de su figura. Su justa, por el número, plantilla tuvo que somatizar en tiempo récord que su entrenador iba a seguir siendo el mismo que la persona que puso tras el cierre de mercado su cargo a disposición del club al entender que Anil Murthy no había cumplido con su palabra de reforzar la plantilla. Si Gracia se quedó fue por la cláusula de tres millones que hubiera tenido que pagar para liberar el contrato pero el mensaje de no querer seguir en el proyecto de Meriton caló en el vestuario.
Ahora, la plantilla necesita que su entrenador vuelva a encender el motor de la motivación puesto que de lo contrario su final al frente del banquillo de Mestalla está sentenciado. Es la ley del fútbol y más en un club descapitalizado en lo deportivo como es el Valencia y donde el director deportivo es Anil Murthy. Gracia, tras la dolorosa derrota en Los Cármenes, reconoció que el vestuario estaba «roto» por la forma de producirse la misma y en la previa no se atrevió a vaticinar que vaya a estar sentado en el banquillo hasta junio. Prefirió tildar de finales todos los partidos que le restan a su equipo en la Liga: «Sé que tengo que jugar finales cada partido y cada partido lo afronto así, no sé cual va a ser el último partido en mi etapa aquí pero cada partido lo voy a afrontar con la máxima ilusión. Los jugadores y los que estamos en el día a día en el trabajo somos conscientes de la importancia de lo que hay en juego».
La situación del Valencia, a tres jornadas para el final de la primera vuelta, es tan angustiosa que si hoy puntúa el Valladolid en su visita al Getafe o mañana gana el Osasuna en San Sebastián, los de Gracia recibirán el lunes al Cádiz en puestos de descenso. Sin tiempo de reacción para una plantilla que, como reconoció uno de sus capitanes tras el palo de Granada, empieza a desesperarse por el bucle derrotista en el que se está metiendo. «El equipo lo intenta pero no salen las cosas así que hay que ser consciente de ello y no bajar los brazos. La situación preocupa, estamos ahí abajo y no ganamos, y nosotros somos conscientes de ello. Tenemos que levantar la cabeza», reconoció Gayà.
Una de las primeras recetas que ayer ya comenzó a aplicar Gracia, tal y como confirmó este periódico, es que el vestuario se aisle del mercado de enero. Una distracción que no puede permitirse un equipo con 15 puntos en el arranque del año. Lo que tenga que pasar con jugadores como Maxi Gómez lo dictarán las próximas semanas pero lo importante ahora es ganarle al Cádiz. En el arranque de 2021 la buena noticia fue el regreso de Lato, Guillamón y Racic al trabajo con el resto de sus compañeros.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.