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Si algo quedó claro en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron el pasado 20 de octubre Javier Solís y Miguel Ángel Corona es que el exfutbolista pasó el particular casting de Peter Lim para convertirse en la referencia de la parcela deportiva del Valencia. Da igual el cargo que ponga en su tarjeta de visita, Layhoon Chan dejó cristalino que Corona es el director técnico del club. Es por ello que, desde ahora, sus palabras son de portavoz en el área futbolística. Este viernes, en un acto de LaLiga con los proveedores internacionales, asumió el argumentario de Meriton para justificar los fracasos deportivos encadenados en la pandemia. «Teníamos un equipo que estaba compitiendo en Europa, nos quedamos fuera y se generó la tormenta perfecta. Estamos en plena reconstrucción», argumentó el de Talavera de la Reina.
El problema de esa tormenta perfecta a la que ya aludió en su momento el expresidente –de infausto recuerdo– Anil Murthy es que se cae por su propio peso. El Valencia S.A.D. ha sido una empresa más dentro de la vorágine de una pandemia, que en el mundo del deporte cerró el grifo de los ingresos (taquillas, publicidad...) de forma drástica. Para todos. Como en el resto de empresas y de gremios, el músculo económico de cada negocio es el que permitió seguir adelante u obligar a bajar la persiana. En esas temporadas con menos ingresos y con el mercado de futbolistas muy parado (una de las fuentes para Lim) seis equipos españoles se clasificaron, como mínimo, para Europa en cada curso. El Valencia en ninguno, encadenando tres temporadas seguidas sin jugar en competiciones europeas algo que no sucedía desde la década de los 80, donde la entidad de Mestalla enlazó de 1983 a 1989 sin asomarse a Europa. En los quince años anteriores a la llegada de Meriton, el Valencia se había clasificado en catorce para alguna competición continental. La tormenta perfecta es que desde el 10 de marzo de 2020 los valencianistas no disputan ningún partido europeo, con la pérdida de ingresos que eso supone. Esa tormenta sí que ha provocado marejada.
Con la próxima Junta a poco más de cinco semanas, donde el club volverá a presentar pérdidas tanto en el ejercicio que se cerró a 30 de junio (el 21-22) como en el presupuesto de la 22-23, de nuevo sin Europa y con ningún indicativo de que Lim vaya a realizar ninguna inyección de liquidez a las cuentas. De todo ello, puesto que afecta al apartado deportivo, seguro que se hablará en el próximo cónclave que se va a producir en Singapur con el máximo accionista de la entidad, donde viajarán Layhoon Chan, Miguel Ángel Corona y Gennaro Gattuso. La cita está prevista los días siguientes al último partido antes del parón por el Mundial, que el Valencia disputará en Mestalla el jueves 10 de noviembre contra el Betis. Contando la cita contra la Real Sociedad de este domingo en Anoeta, tan sólo sumando los seis puntos en juego la comitiva viajará con más de las mitad de los 40 puntos que el italiano ha marcado como objetivo principal del curso.
El mercado de invierno será el gran punto a tratar en Singapur, aunque ese negocio va a estar marcado por lo que pase en la inusual cita de Qatar (un Mundial en juego a mitad de temporada). Sin mirar las cuentas, queda claro que el Valencia necesita un mediocentro y un jugador de banda para completar su plantilla, sin tener en cuenta que la defensa está cogida con pinzas con Özkakar contando muy poco para Gattuso y Paulista en un curso de bajo rendimiento. La última palabra será de Lim y, como es obvio, dependerá de las cuentas.
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