Tots a una veu

Quiso huir este martes Bordalás de avivar todavía más la tensión que se ha generado a raíz de las quejas lanzadas desde Bilbao prácticamente desde que terminó el partido de ida. El técnico del Valencia, mucho más calmado ya que su última comparecencia previa a la cita de Mallorca, decía en su discurso: «Creo que no es conveniente entrar a hablar del intento de condicionar la eliminatoria, es algo que no nos interesa a pocas horas de un encuentro así». En lo que tampoco tenía ninguna duda es de lo que se vivirá tanto fuera como dentro del estadio: «Habrá un ambientazo».

Lógicamente, Gil Manzano –y también el VAR– volverán a ser objeto de seguimiento de unos y de otros. El Valencia se sintió gravemente perjudicado en la ida, con aquel penalti de última hora sobre Hugo Duro que se pasó por alto. Bordalás utiliza la diplomacia sin dejar tampoco que le pongan en cuestión aspectos que definen a este Valencia. «Creemos en la profesionalidad de los árbitros, que hacen un trabajo fantástico. De ninguna manera se dejarán influenciar por las declaraciones que se han producido. Todos sabemos que han habido declaraciones sobre el modelo de juego de mi equipo, lo cual me sorprende. ¿Cuál es el modelo de juego del Valencia? Seguro que el 99% de personas que habla del modelo del equipo no sabe ni cuál es. No voy a entrar en declaraciones y momentos puntuales, pero en repetidas ocasiones se ha insinuado que el Valencia en el partido de ida hizo cosas antideportivas o no permitidas. Si intentas falsear la realidad es un intento evidente de condicionar la eliminatoria».

Decía Fernando Gómez este martes que el Valencia haría bien en dejarse querer por el Athletic, en entregarle el balón al contrario, cuestión que se puede tener muy en cuenta para el encuentro como la mayor experiencia de los jugadores del Athletic. «El equipo ha tenido suficientes experiencias esta temporada para madurar en tiempo récord. El fútbol no te da segundas oportunidades, tenemos que afrontar estas situaciones para saber manejarlas. Sí que es verdad que los jugadores del Athletic han podido vivir más situaciones así, pero al equipo lo veo concentrado y estoy convencido de que el equipo va a darlo todo».

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Esa convicción del entrenador se ve reflejado también en el comportamiento de la afición. Bordalás no es ajeno. «Durante mi carrera he vivido casi de todo, pero siempre hay experiencias nuevas. Estoy tranquilo, el partido más inmediato siempre será el que más me preocupe, pero la realidad es que este viene de una forma diferente. Desde hace semanas no paran –los aficionados– de darme ánimos. Es lógico y normal que el valencianismo sienta ese deseo por llegar a otra final. Ser del Valencia es un sentimiento que te acompaña toda la vida y ahora queremos darle una alegría a la afición. No quiero decepcionarla».