Alineación del CD Mestalla que ascendió a Segunda al vencer por 2-1 al Girona el 30 de mayo de 1971. EMILIO VIÑA/ARCHIVO PACO LLORET
EL TÚNEL DEL TIEMPO

El último ascenso del Mestalla a Segunda

El filial remontó hace 50 años ante el Girona, con goles de Cayetano y Lis (2-1), para subir a una categoría de plata en la que se mantuvo dos campañas

paco lloret

Viernes, 28 de mayo 2021

Aquel fue un año extraordinario. En los anales del valencianismo figura 1971 como uno de los señalados gracias a los grandes momentos vividos por la sucesión de éxitos. El Valencia ganó la Liga, estuvo a un paso de lograr el doblete después de perder ... la final de Copa en la prórroga, debutó en la Copa de Europa y el Mestalla subió a Segunda División. Desde entonces, el filial no ha vuelto a lograr el ascenso a la categoría de plata. Ahora se cumplen 50 años.

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El Mestalla estaba acostumbrado a competir en Segunda División, categoría que, a finales de los años sesenta, sufrió una importante reestructuración. Se decidió unificar los dos grupos, denominados Norte y Sur en los que se distribuían los equipos por proximidad geográfica. Al finalizar la campaña 67-68 se produjo una gran criba. Los 'mestallistas' se salvaron por los pelos de caer a Tercera. Gracias a una victoria del Levante UD ante el Tenerife en el último partido oficial disputado en el campo de Vallejo, el filial del Valencia evitó un descenso que no pudo eludir el club granota.

El Mestalla tenía su público, un sector del valencianismo era fiel a las andanzas del histórico filial que, a principios de los años cincuenta, logró el ascenso a Primera, un acontecimiento extraordinario y sin precedentes en el fútbol español que, finalmente, no se consumó por decisión del club. En los años sesenta, algunos partidos coperos del Mestalla gozaban de enorme repercusión y atraían, en ocasiones, más público que los del primer equipo. Por ejemplo los duelos ante el Atlético o el Real Madrid, así como un choque contra el Valencia resuelto de forma contundente a favor del equipo nodriza, generaron enorme expectación.

En la primera campaña del nuevo formato competitivo, la 68-69, la Segunda División contaba con 20 clubes, de los cuales los cuatro últimos perdían la categoría y los cuatro anteriores debían disputar una promoción de permanencia. Además del filial valencianista, había otros tres valencianos: el Ontinyent, el Alcoyano y el Ilicitano, filial del Elche. El nivel de aquella Segunda División era muy exigente. Entre los rivales más potentes figuraban el Sevilla, el Betis, el Celta, el Valladolid, el Sporting, el Mallorca o el Cádiz. Con el legendario 'Lelé' en el banquillo, reemplazado por Rafa Arnal, el Mestalla no pudo eludir al final del ejercicio el descenso directo.

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En su plantilla aparecían algunos nombres que iban a dar el salto al primer equipo en el futuro inmediato, caso de los delanteros Forment, Nebot, Enrique Claramunt o el portero Cota. Otros ya habían tenido la oportunidad de debutar con el Valencia como Palau, o el canario Nolito. La mayoría, después de su etapa de formación, siguió su carrera en otros clubes como Huerta, que fichó por el Pontevedra, o Aracil y Andreu que se enrolaron en el Hércules. Bajo la batuta de Enrique Buqué, relevado muy pronto por Manolo Mestre, cuando el catalán pasó a dirigir el Valencia por la destitución de Joseíto compitió la campaña 69-70. En la siguiente llegó su hora. A pesar de la ausencia de algunos de sus mejores elementos, que ya triunfaban con Alfredo di Stéfano en el Valencia campeón, destacaban otros como Cerveró. A medida que avanzaba el campeonato, el Mestalla se consolidaba como uno de los aspirantes al ascenso directo. En la recta final, la lucha se redujo a un mano a mano con el Girona. El calendario fijaba en la penúltima jornada el duelo directo entre los dos gallitos en Valencia. Más de 20.000 personas se reunieron en el entonces conocido como Luis Casanova, de ellos 3.000 catalanes.

El encuentro se disputó el domingo 30 de mayo. Para mayor realce, ese día no había fútbol con equipos de Primera porque la Liga ya había concluido y la selección jugaba en Moscú a mediodía un partido valedero para la Eurocopa del 72. Por primera vez España visitaba la URSS, un acontecimiento de enorme relevancia extradeportiva. Los soviéticos se impusieron por 2-1, y en el combinado hispano se alinearon los valencianistas Juan Sol, Pep Claramunt y, posteriormente, Antón. El encuentro dejó daños colaterales porque los dos zagueros salieron malparados, ambos con sendas luxaciones, Sol, en la clavícula y Antón en el tobillo.

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El duelo entre el Mestalla y el Girona era una final. El filial llegaba al duelo como líder con 53 puntos, dos más que sus oponentes. La afición recreó los recibimientos que se le tributaban al Valencia en esa época: tracas, música y ovación de gala fueron el prólogo de una noche histórica. El partido estuvo dirigido por el andaluz Álvarez Margüenda que, años después, estuvo en Primera División. Las cosas no empezaron bien para el Mestalla. El Girona se adelantó en el marcador cuando apenas se llevaban diez minutos de juego. El equipo de Mestre reaccionó. Cayetano estableció el empate antes del descanso y Lis marcó en la reanudación el gol de la victoria y del ascenso matemático a falta de una jornada. El Mestalla aguantó dos campañas en Segunda, se convirtió en el único filial del fútbol español en la categoría de plata y descendió a la conclusión de la temporada 72-73.

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