El último intento de Valencia para no descolgarse del Mundial de fútbol 2030

El simple hecho de que PP y Vox miren para otro lado cuando se les pregunta si van a llevar por vía de urgencia al pleno del viernes –ya que no figura en el orden del día– el tema del nuevo Mestalla ya es ciertamente sintomático, más aún cuando desde la propia candidatura y desde la Federación Española admiten estar a la expectativa sobre esta cuestión.

Que el plazo que dio la Federación para que Valencia se apunte al Mundial empieza a extinguirse es de sobra conocido, sobre todo cuando son varios los meses que desde Madrid se le están dando todas las concesiones posibles para evitar que la ciudad se descabalgue. El Ayuntamiento y la Generalitat son los primeros interesados en que el club se suba al carro aunque para ello haya que buscar una pócima casi mágica para que licencias y fichas urbanísticas tengan la luz verde definitiva, aunque eso suponga poner en pie de guerra a la oposición, no sólo política sino también a la oposición a Meriton.

De hecho, ayer mismo se reunieron los representantes de Libertad VC con Juanma Badenas y el ánimo con el que salieron fue más bien de cierta decepción. La belicosidad de Badenas ha sido bastante manifiesta en los últimos meses y, de hecho, su presencia en la manifestación que convocó Libertad VCF fue más que notable, así como todas las manifestaciones que al respecto ha realizado (casi rozando los mismos criterios que PSPV y Compromís). El problema, por decirlo de algún modo, es que Vox es socio del PP en el Ayuntamiento y aunque con el tema de Meriton han vivido serias discrepancias, ahora tratan de buscar un consenso general que contente a todas las partes –Mundial incluido– y que, por supuesto, evite de cara al público que Lim tenga los beneficios a partir del 3 de agosto sin que exista compromiso a cambio. En eso trabajan los dos partidos desde hace ya un par ed semanas.

Libertad VCF, con su presidente José Pérez a la cabeza, esperaba el mismo compromiso y contundencia que Badenas manifestaba tiempo atrás. Y no obtener dicho posicionamiento, les hace pensar que los actores se preparan para un escenario difícil de gestionar. Admitir abiertamente que se negocia un acuerdo con el Valencia, sea del tipo que sea, no resulta cómodo desde el punto de vista popular. Y más aún si todo se envuelve bajo el paraguas del esfuerzo general de no quedarse fuera del Mundial. Hay que tener en cuenta que no han sido pocas las voces que desde la oposición han querido manifestar que antes de que Valencia acoja un partido del Mundial está la situación que se vive en el Valencia con la mayoría accionarial en manos de Meriton.

El Valencia ya dejó claro en su día que no estaba dispuesto a firmar las intenciones mundialistas si estas no iban acompañadas, primero de una cláusula escapatoria que tumbó la FIFA, y segundo si no obtenía seguridad en la concesión de las fichas y la licencia urbanística por parte del Ayuntamiento. En su primer intentona de sacar adelante las fichas, el PP se quedó solo porque ni PSPV, ni Compromís ni tampoco Vox ofrecieron su apoyo. De hecho, fueron los socialistas los que presentaron una moción en el pleno que fue tumbada, casi in extremis, por un informe jurídico que había redactado el secretario municipal. A esa legalidad se acogieron entonces PP y Vox para no dar cobertura al PSPV, desmarcándose a su manera y buscando vías alternativas que estuvieran respaldadas por los propios servicios jurídicos. Vox ha sido el primero en mover ficha de puertas para adentro, ofreciéndole una alternativa al PP y ahora están en sus manos en presentar la solución definitiva, sabiendo que el viernes es clave.