La única grieta de Mamardashvili

Probablemente, Iñaki Williams tuvo pesadillas con Mamardashvili. El portero del Valencia evitó tres goles cantados del veloz atacante del Athletic. Primero volando para desviar un misil lanzado desde fuera del área, minutos después desplegando una pierna providencial en un mano a mano y, ya en el tramo final del encuentro, desplegando su agilidad para atajar un testarazo a bocajarro.

Pero la exhibición no se quedó ahí. Y es que Mamardashvili despegó del césped de San Mamés llegando a donde parecía imposible. Con las dos manoplas, detuvo un obús de Dani García. El balón se estrelló en el travesaño tras ser tocado por el guardameta.

Por intervenciones así, Mamardashvili se alza como el futbolista más cotizado del Valencia junto a José Gayà. Según el portal especializado Transfermarkt, ambos comparten un valor de 30 millones de euros. El joven portero aterrizó en Mestalla con un precio estimado de 800.000 euros. Llegó cedido procedente del Dinamo de Tiblisi, aunque el Valencia sólo tardó unos meses en ejercer una opción de compra que ahora parece un regalo: 850.000 euros. Renovado hasta 2027, cuenta con una cláusula de 100 millones.

Sólo tiene una asignatura pendiente Mamardashvili. Se trata de las salidas en los balones colgados al área. En ocasiones, le lastran las dudas. Este domingo, cerca del minuto 90, se agigantó en un córner. Saltó de forma imponente. Sin embargo, ya en el último suspiro del partido, una mala decisión por arriba le llevó a ser superado por Berenguer. La única fisura de una actuación imperial.