Edmundo G. Suárez muestra una caricatura de su abuelo. damián torres

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El bar que fundó el máximo goleador del Valencia es un pequeño museo del futbolista | «Tenemos un oso de cerámica de cuando jugó en Berlín. Contaba que a la vuelta veían desde el avión los bombardeos de la guerra», narra su nieto

Jueves, 28 de marzo 2019, 00:43

Edmundo Suárez 'Mundo', el máximo goleador histórico del Valencia, recaló en el club, en parte, gracias a la guerra civil. Combatió en el conflicto e incluso fue herido en la batalla del Ebro, tal como narra el columnista de LAS PROVINCIAS José Ricardo March en su libro '25 historias del Valencia CF que quizá no conozcas'. Meses después del alto el fuego definitivo vino a la ciudad a jugar a fútbol con el Recuperación de Levante. Lo que él desconocía era que ese viaje no tenía billete de vuelta.

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Después de ganar con aquel equipo formado por el ejército al Valencia (0-3) el 2 de julio de 1939, los directivos del club le hicieron una oferta. Acabaron incorporando al que hoy es el máximo goleador histórico de la entidad y el décimo de la Liga. Su nieto, Edmundo G. Suárez relata la anécdota de aquel encuentro mientras sostiene una fotografía de ese día saludando a militares.

Mundo, con una de las dos Copas del Generalísimo que ganó con el Valencia, donde logró también tres Ligas. D.T.

En un futuro, esa instantánea podrá verse en 'Casa Mundo', el restaurante que fundó tras su retirada como futbolista, que ha sido reformado recientemente y que hoy se reinaugura a las 19.19 como un guiño al centenario. «Él era de buen comer y cuando se retiró, quiso abrir un restaurante para seguir teniendo ingresos, que entonces el fútbol no era lo de ahora», señala su nieto, que regenta el establecimiento: «Luego fue entrenador y, cuando no tenía equipo, estaba aquí. Venían los jugadores del Valencia. En la época de Kempes se llevaba el pelo largo. Él les decía: '¡Xe guarros, afeitaos! ¡Si cojo la navaja, os rasuro yo!'. Lo comentaba en broma, pero en realidad lo pensaba».

Edmundo conoce a su abuelo de referencias, ya que falleció ocho años después de que él naciera. De su abuela, Pepa Navalón, de su madre, Pepa Suárez y de sus tías (las otras dos hijas de Mundo), Rosa y Begoña. «Él querría haber tenido un hijo para enseñarle y que hubiera sido futbolista. Cuando nació mi primo Arturo fue una alegría», indica. «Con la reforma hemos querido hacer un homenaje al centenario del Valencia y a mi abuelo», asegura. El céntrico restaurante será un pequeño museo con los cientos de fotografías, pero también medallas, banderines y objetos que conserva la familia. Como la carta de agradecimiento del Valencia por haber jugado un partido lesionado: «Contra el Athletic. Se ve que era muy importante. Salió, metió dos goles y se marchó».

Uno de los contratos de renovación que firmó Mundo a lo largo de más de una década de carrera deportiva en el Valencia CF. D.T.

La exposición irá cambiando por el casi incontable volumen de material que hay. Como la bolsa de deporte de cuero del Bayern que Mundo trajo de un partido con la selección. O el oso de cerámica, recuerdo de Berlín. «De aquel viaje contaba que a la vuelta veían desde el avión los bombardeos de la guerra. No se yo...», desliza Edmundo.

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Anuncio de la época de una marca de bebidas que usó una foto de Mundo...sin su permiso. D.T.

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