El Valencia acelera la búsqueda de un central tras la goleada de San Siro

César Sánchez pasó rápido por los pasillos de San Siro. Entre las múltiples felicitaciones a Gasperini y los rostros de euforia de Zapata, Ilicic o Muriel, el Director de Fútbol del Valencia tardó bien poco en cubrir la distancia entre la zona de vestuarios y la salida del estadio maldito para el conjunto blanquinegro. César era, prácticamente, un futbolista más. O al menos desprendía la misma sensación de rabia que emanaba del vestuario. Maxi Gómez, Ferran Torres, Carlos Soler... Mirada perdida camino del autobús que llevaría al equipo de Celades al aeropuerto de Milán. El batacazo contra el Atalanta, muy difícil de digerir porque la Champions League pende de un hilo, no puede ocupar demasiado tiempo en la cabeza de los futbolistas (mañana juegan contra la Real Sociedad) o del propio César, obligado a actuar rápido y que ha intensificado la búsqueda de un central para que cubra la baja de Ezequiel Garay.

El Valencia ya ha recibido la comunicación oficial de LaLiga de que tiene de margen hasta el próximo viernes para notificar al organismo que preside Javier Tebas su intención de fichar. Hubo dudas de si la notificación debía producirse dentro de los primeros veinte días naturales o hábiles desde la lesión de Garay y LaLiga le despojó ayer de las dudas. El argentino sufrió el percance el 1 de febrero (contra el Celta) y desde ahí, el Valencia goza de 20 días hábiles para hacer la gestión con la patronal. El 28 de febrero expira el plazo, un día antes de la visita del Betis a Mestalla.

El club aún no ha comunicado a LaLiga su decisión porque, una vez envíe la notificación, tiene quince días para contratar a un central dentro de un mercado muy reducido, ya con todos los equipos compuestos para pelear por sus respectivos compromisos hasta final de temporada. Ayer, la 'Ser' apuntaba a un nombre, el de Juanpe, del Girona, como uno de los centrales que César Sánchez está siguiendo muy de cerca. El jugador canario, de 28 años, tiene experiencia en Primera (dos años) y en el presente curso es indiscutible con el Girona en Segunda.

Desde la fatídica lesión de Garay espera Albert Celades un refuerzo en el eje de la defensa, mermada sin el argentino y desprotegida cuando falle alguna de las tres piezas como sucede esta semana por la baja de Gabriel Paulista. El Valencia se plantó en Milán sin sus dos centrales de referencia y el técnico, que de momento siempre se ha pronunciado en una buena sintonía con el club, ya ha admitido públicamente que contempla la opción de situar a Piccini o incluso Kondogbia en el centro de la defensa si el Valencia no logra fichar un hombre que entre en la rotación de aquí hasta el cierre de la temporada.

En San Siro fueron titulares (repetirán contra la Real Sociedad), Diakhaby y Mangala, tercera y cuarta opción de Celades cuando Garay y Gabriel Paulista han estado disponibles. Bien es cierto que la debacle defensiva ante el Atalanta fue una cuestión grupal, pero es evidente que los blanquinegros pierden fiabilidad ausentes sus centrales titulares. Mangala, por cierto, fue uno de los primeros futbolistas de la plantilla en lanzar un mensaje de optimismo de cara a la vuelta de la Champions del 10 de marzo. «No va a ser fácil, pero todavía tenemos una gran batalla que librar en Mestalla, con su apoyo todo es posible. Amunt», escribió el jugador francés.

Para completar esa gesta que sí ve posible Mangala, el Valencia tiene que dar un giro de 180 grados en las próximas semanas. Los números no tienen defensa: en los últimos cuatro partidos, los de Celades han recibido nueve goles. En Liga, pese a la séptima posición, el Valencia suma casi los mismos tantos encajados (34) que realizados (35), un bagaje que frenó la remontada hacia la cuarta posición. Encadena el conjunto blanquinegro cuatro duelos sin conocer la victoria (Atalanta, Atlético, Getafe y Granada) y todavía escuece el 4-1 que recibió en Mallorca hace un mes. Por el camino se escapó la semifinal de la Copa del Rey y aunque el objetivo en la Liga sigue estando al alcance de la mano, el golpe de la Champions ha dejado muy tocado al vestuario.