El Valencia apurará el plazo para presentar el proyecto sobre el nuevo Mestalla

No es poco lo que tiene que aportar el Valencia, sobre todo porque se podrá conocer con más exactitud el calendario que establece respecto a la obra y sobre todo el presupuesto total de la misma, ese caballo de batalla que está obligando al club a buscar un recurso financiero más allá del dinero que tiene esperando (80 millones de euros) de CVC. De ahí que se haya contratado con los servicios del banco norteamericano Goldman Sachs para encargarle precisamente la búsqueda de financiación por valor de 120 millones de euros con los que aliviar por un lado las tensiones de tesorería, por otro refinanciar la deuda con CaixaBank y por último con la parte de acreedores. Esto, sin duda, influirá directamente en el músculo que tendrá el club para afrontar la finalización de las famosas obras del estadio de Cortes Valencianas.

Hace justo hoy una semana precisamente, el Boletín Oficial de la Provincia publicaba el anuncio de la aprobación definitiva de la modificación del 'Plan de Actuación Territorial Estratégica Valencia CF', las conocidas 'fichas urbanísticas' que afectan tanto al nuevo como al viejo estadio de Mestalla. Es lo que había aprobado el pleno del Ayuntamiento el 23 de julio.

¿Qué debe presentar el Valencia antes de ese sábado 12 de octubre? Lo primero el proyecto de ejecución (y proyectos parciales) visado por el colegio profesional para un estadio con un aforo de al menos 70.044 espectadores. Si este es el mismo que tiene ya en su poder el Ayuntamiento, no habrá desde luego ningún problema. Ahora bien, este proyecto debe que no se han realizado modificaciones respecto a la documentación aportada para la licencia. Si incluyera algún matiz al respecto, los técnicos de urbanismo del Ayuntamiento de Valencia deberían intervenir para analizarlo con el fin de determinar si cumple o no la normativa.

No queda ahí la cosa porque el Valencia está preparando ya el resto de requisitos, que son estudio de Seguridad y Salud; un escrito en el que se comprometa a no utilizar la construcción mientras no esté concluida la obra de urbanización; un estudio de gestión de residuos de construcción y demolición: el famoso calendario de ejecución de las obras, con inclusión de plazos parciales esenciales, y un cuestionario estadístico.

Será entonces el momento en el que entre en escena la segunda fase. Tendrá el Valencia tres meses justos para abrir la valla y que entren los obreros. Debe ser antes del 12 de enero. En ese tiempo el club debe nombrar a las personas que asuman la dirección de obra, la ejecución de la misma y también la coordinación en materia de seguridad y salud, y señalar la constructora. Será entonces cuando el último reloj se ponga en marcha para ir descontando día a día esos 30 meses en los que el Valencia está obligado a dar por terminado el estadio. Ese periodo de 30 meses lo aceptó el club casi a última hora, en una clara muestra de haber mantenido conversaciones con los responsables municipales ya que en la anterior intención (según el escrito que presentó el 26 de abril), el Valencia se marcaba un margen de entre 30 y 42 meses. Fue el 11 de julio cuando el club matizó dichas cifras y la redujo sensiblemente al fijar el límite en esos 30, «acometiendo los mismos de forma initerrumpida».

Una advertencia dejó más que clara el Ayuntamiento. A Meriton ya se sabe que no le va mucho eso de cumplir los acuerdos (por eso perdió judicialmente el litigio de la ATE). La licencia saltará por los aires a la mínima en caso de incumplimiento de los plazos de ejecución de las obras.

El club solicitó la licencia de obras el 30 de enero de 2024, cuando aportó también el proyecto básico, con esos 70.044 de aforo bruto de espectadores, la adaptación para aplicar la pista de atletismo para una competición de la IAAF, y los nuevos diseños para la cubierta con cables tensados y los paneles fotovoltaicos, la modificación de la fachada y las escaleras de acceso a la grada alta, así como una reducción importante en el número de plazas de aparcamiento (1.098 coches, 27 motos, 3 autobuses, 2 para seguridad y emergencias y 28 bicis, además de 2.308 metros cuadrados también para bicicletas).