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Guedes, Rodrigo y Mina, tres de los jugadores vendidos por el Valencia en la era Meriton, celebran un gol en Riazor. AFP/MIGUEL RIOPA
El Valencia de Lim aumenta la deuda 77 millones pese a vender jugadores por 425

El Valencia de Lim aumenta la deuda 77 millones pese a vender jugadores por 425

El traspaso de Guedes computará en el balance del curso 22-23 donde el club volverá a dar números rojos si no obtiene ingresos extras

Jueves, 11 de agosto 2022, 00:40

El traspaso de Guedes al Wolves cerró una etapa de cinco años que el jugador resumió en seis palabras en su mensaje de despedida y permitió un pequeño respiro en las cuentas de la temporada 22-23. Algo que, a buen seguro, habrá agradecido Inma Ibáñez, la directora financiera del club. Los 30 millones fijos computarán en el balance de ingresos y gastos de una temporada sin Europa donde la entidad de Mestalla, por mucho que recorte su masa salarial, estará abocada a dar de nuevo pérdidas si no encuentra algún ingreso extra (por patrocinio o por alguna venta más de jugadores que de beneficio neto).

El mayor drama del proyecto de Peter Lim en el Valencia es que se ha quedado muy lejos de ser la transacción más grande del fútbol mundial que vaticinó Amadeo Salvo. En el proceso de venta otro de los ‘mantras’ con la llegada de Meriton es que se había terminado la necesidad de vender jugadores para salvar las cuentas, en comparación a la etapa del club anterior a 2014 donde salieron los jugadores del último Valencia campeón (Villa, Mata y Silva como referentes). La realidad, implacable, dicta la sentencia contraria. Cuando comenzó la primera campaña con Lim al frente, la 14-15, la deuda del club era de 364 millones. En las últimas cuentas auditadas, a junio de 2021, de 391. Si se cumple la estimación de Layhoon Chan sobre las pérdidas de la campaña 21-22 que serán cercanas a 50 millones dan una cifra (con el asterisco lógico hasta que se conozca ese valor exacto) de 441. El proyecto que no necesitaba vender jugadores que se aplaudió en las asambleas celebradas en Mestalla (las de las cartulinas) ha actualizado la cifra de venta de jugadores con el traspaso de Guedes en 425 millones. En resumen, el Valencia ha aumentado su deuda en unos 77 millones (falta por saber esa cifra exacta del último curso) pese a haber vendido activos por más de 400 millones. Es fácil imaginar dónde estaría el club en el caso de no haber traspasado por ese valor. Hay que recordar que en la última auditoría que se conoce –firmada por Amparo Ruiz Genovés del despacho Ernst & Young– se alertó que a 30 de junio de 2021 el club estaba en causa de disolución, al estar en 558.000 euros por debajo del límite que marca la Ley de Sociedades, que dictamina que una empresa se sitúa en el umbral del cierre cuando su patrimonio neto está por debajo de la mitad de su capital social. Esa situación de quiebra técnica se solucionó con la doble ampliación, donde Lim capitalizó sus créditos y pasó a tener el 90,5% de las acciones, dejando el nuevo capital social del Valencia es de 34,72 millones tal y como recogió el BORME a finales de marzo pasado. Está por ver la solución que va a proponer Meriton para solventar un panorama muy parecido a junio de 2022 con esas pérdidas estimadas de 50 millones en el balance de la temporada 2021-2022.

El primer proyecto de Lim en el Valencia llegó antes de que el empresario de Singapur firmara la compra de las acciones, puesto que tras la doble votación de la Fundación aún hubo que esperar a que Meriton arreglara toda la refinanciación de los créditos con Bankia. Pese a que su entrada oficial fue en octubre de 2014, en el mercado de verano de la 14-15 ya se contabilizaron las operaciones con el visto bueno de Lim. La primera fue la compra de Enzo Pérez por 25 millones, mientras que en las salidas sólo se recaudaron 5 por la venta de Carles Gil al Aston Villa. En la 15-16 Meriton abrió la compuerta de las ventas con 50 millones, donde el traspaso de Otamendi al City dejó un ingreso de 44,5. El récord de traspasos –Lim comenzó a vislumbrar que la inversión en el club de fútbol no le estaba dando los réditos esperados– llegó en la campaña 16-17, donde el Valencia recibió 115,9 millones con tres grandes ventas como símbolo; Mustafi (41 al Arsenal), André Gomes (38 al Barça, tras sumar los variables que se consiguieron meses después) y Alcácer (30 al Barça con la imagen icónica de Layhoon asegurando en la Convención de Peñas que no iban a vender al valenciano). Pese a vender por más de 100 millones, ese ejercicio contable se cerró con pérdidas de 27,1.

En los últimos años, Lim ha autorizado ventas masivas en otros dos ejercicios contables para minimizar las pérdidas. En la temporada 18-19, la del Centenario, se logró evitar el déficit con la operación de venta de Neto por 35 millones al Barça (que a su vez conllevó una compra de Cillessen por 35 que se computó en la 19-20). Con esa ingeniería financiera, los ingresos por venta de jugadores se dispararon a 100,8 millones. Las de Cancelo (40,4 a la Juventus), Maksimovic (10 al Getafe) y Montoya (7 al Brighton) fueron las más destacadas. En la campaña 20-21 (la del frenazo de ingresos por la pandemia) el Valencia recaudó 69,5 millones en traspasos, con Ferran Torres (23 al City), Rodrigo (30 al Leeds) y Kondogbia (10 al Atlético) como ventas más destacadas. Por Torres, la entidad de Mestalla firmó con el City el 10% de una posible plusvalía en un futuro traspaso con lo que la venta al Barça por 55 (32 de beneficio con respecto a la operación con el Valencia) le otorgó un pellizco de 3,2 que la entidad ha podido incluir (aún no se conoce ese balance contable) al cierre del ejercicio de la 21-22. Si es así, dejará las ventas en la última campaña en 5,9 sumando lo ingresado por Wass.

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