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C.V
Jueves, 25 de agosto 2022, 13:06
Valencia y Ayuntamiento continúan a la greña por culpa del nuevo Mestalla. Cuando no es por una cosa, es por otra. Ahora, el motivo de la tensión generada viene motivada por la interpretación del actual escenario, después del teóricamente acuerdo al que llegaron tras la reunión que mantuvo Layhoon con el alcalde, Joan Ribó, y con la vicealcaldesa, Sandra Gómez. Desde urbanismo, y según la propia interpretación de la concejala socialista, están a la espera de que el club envíe la documentación sobre el nuevo planteamiento; mientras que desde el Valencia se considera justo lo contrario, que es el Ayuntamiento al que le toca dar ahora el primer paso.
Tal es la situación que este jueves se ha visto forzada Sandra Gómez a reincidir sobre el asunto, después de que el miércoles se pronunciara al respecto. «No hay ninguna novedad, solo contesté a una pregunta muy concreta sobre el tema del Valencia. Si el Valencia esperaba tener los mismos derechos de la ATE, reitero que para eso hay que cumplir con las mismas obligaciones que establecía la ATE, es lo que venimos defendiendo desde hace tres años», ha comentado la edil socialista.
Desde el Valencia se considera que es el Ayuntamiento el que tiene que plantear las bases de un nuevo convenio. Sin embargo, la opinión al respecto de Sandra Gómez difiere bastante. Así lo ha manifestado de manera rotunda: «Es el club, la propiedad la que tiene la necesidad de tener un nuevo marco regulatorio por lo tanto sí que creo que la iniciativa en este caso tiene que partir del club parar llegar a un buen acuerdo con las instituciones valencianas».
El Valencia siempre ha tenido mejor relación con Ribó que con Sandra Gómez. De hecho, en un apr de ocasiones en las que Anil Murthy e incluso Layhoon se han entrevistado con el alcalde, ha sido ignorada la concejala de urbanismo, que siempre ha sido bastante crítica con Meriton. Mucho más, desde luego, que el alcalde. «Hay que reiterar la buena voluntad que durante los últimos tres años hemos mantenido de diálogo y acuerdo, pero también de exigir que se cumplan con las obligaciones de los derechos económicos de la ATE».
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