El Valencia y el Barça protagonizan un apasionante final de siglo

Los valencianistas salieron vencedores en el cómputo global porque se llevaron la clasificación para la final de Champions y se adjudicaron la Supercopa del 99. El resto de choques presenta algunas peculiaridades: los catalanes se llevaron el cruce copero de la campaña 97-98 al vencer en ambos partidos. En el siguiente ejercicio, el Valencia hizo lo mismo: vencer por 2-3 en el Camp Nou y por 4-3 en Mestalla para seguir adelante en un torneo que terminó conquistando de forma incontestable. Otras de las curiosidades dignas de ser reseñadas es que en la Liga, se produjeron más victorias visitantes que locales.

El Valencia ganó dos temporadas consecutivas en el feudo blaugrana marcando 4 goles en cada visita. Dato revelador. El primero de esos encuentros permanece fresco en la memoria colectiva y figura en la antología de los mejores partidos en la historia del club de Mestalla. A falta de 20 minutos para la conclusión el resultado era de 3-0 para los locales. De ahí al final, el equipo dirigido por Claudio Ranieri protagonizó una gesta con acento argentino. Los goles de Morigi, el doblete de Claudio López, y el apoteósico tanto de Ariel Ortega, remontaron un marcador que parecía sentenciado. Esa noche empezó a cambiar la historia de la entidad valencianista, fue la primera piedra de una etapa espléndida.

En la siguiente Liga, campaña 98-99, el Valencia repitió triunfo, esta vez por 2-4. Este encuentro se disputó coincidiendo con los mismos días del duelo copero. Entre el 18 y el 27 de febrero, se enfrentaron en tres ocasiones, con otros tantos triunfos valencianistas y una suma total de 11 goles a favor y 7 en contra. Puro éxtasis. La leyenda del «Piojo» López se forjó esos días, con la firma de 6 goles repartidos equitativamente en 3 dobletes que sembraron el pánico entre la afición culer. La inspiración estratégica de Ranieri se impuso claramente a la de un desconcertado Van Gaal. Al final de la temporada, el Valencia se llevó la Copa y el Barça la Liga. En agosto se volvieron a ver las caras para dilucidar la Supercopa española.

Hubo cambio en el banquillo valencianista. El entrenador italiano había sido relevado por Héctor Cúper. El técnico argentino ya había derrotado al Barça un año antes en esta misma final al frente del Mallorca, y esta vez, lo volvió a conseguir. Un triunfo por la mínima en Mestalla y un empate en el Camp Nou fueron suficientes para la conquista del título. El temido «Piojo» volvió a batir a un desesperado Hesp, mientras que en un duelo de alternativas, Albelda, Farinós y Sánchez marcaron en el partido de vuelta. Un triplete valenciano que fue suficiente para alzar la Supercopa.

La guinda al pastel llegó con el duelo en semifinales de la Liga de Campeones en la 99-2000 que estuvo precedido por los correspondientes choques ligueros. Esta vez, el Valencia y el Barcelona rompieron la tónica habitual de los dos ejercicios precedentes en los que se impusieron siempre los visitantes. En aquella Liga, el Valencia ganó en Mestalla por 3-1 y perdió en el Camp Nou por 3-0.

La Liga de Campeones dejó para el recuerdo otra actuación memorable. El equipo de Cúper goleó por 4-1 en la ida. Esta vez, el doblete realizador corrió a cargo de Angulo, mientras que Mendieta de penalti, y cómo no, Claudio López, se sumaron a la fiesta con sus goles. Pese a que el Barça intentó la remontada en el Camp Nou, los valencianistas controlaron en todo momento la situación y apenas sufrieron. El gol de Mendieta abortó cualquier opción. Los dos tantos posteriores de los locales tuvieron valor testimonial, y solo sirvieron para maquillar el marcador a última hora. La mala noticia fue la tarjeta amarilla que vio Carboni y le impidió estar en la final de París.

El Valencia y el Barça, con estilos antagónicos, protagonizaron una serie de citas inolvidables para deleite de los aficionados de todo el país. El gran «Clásico» del Mediterráneo superaba en expectación a cualquier otro enfrentamiento durante aquellos años.