Peter Lim, junto a su mujer, Cherie, en el estadio de Mestalla. Juanjo Monzó

El Valencia busca un préstamo de 120 millones para refinanciar la deuda y acabar el nuevo estadio

El club contrata a Goldman Sachs para encontrar inversores con los que mitigar la falta de liquidez

Jueves, 12 de septiembre 2024, 11:23

El Valencia quiere aliviar la situación económica que le asfixia en el día a día. Por este motivo, el club blanquinegro ha contratado al banco estadounidense Goldman Sachs para tratar de encontrar liquidez. La entidad financiera tiene el encargo de conseguir un préstamo de 120 ... millones entre alguno de sus clientes y ya dispone de datos confidenciales que desnudan sus necesidades de tesorería para aliviar tensiones a corto y medio plazo. Esa información ha sido facilitada a diferentes fondos de inversión para que, si están interesados en la operación, hagan ofertas con las condiciones del préstamo.

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El Valencia lleva meses enfrascado en esta operación de refinanciación para optimizar su deuda estructural. Goldman Sachs se ha convertido en un agente colocador exclusivo y el club ha contratado también a otros asesores financieros para afrontar con garantías, y con los mejores términos y condiciones posibles, sus obligaciones a corto y a medio plazo incluyendo la ejecución de las obras de finalización de su nuevo estadio, obras que deberían empezar el 12 de enero próximo.

El objetivo es refinanciar su deuda estructural con entidades financieras y contar con la liquidez necesaria, junto al préstamo de CVC y el dinero de Atitlán por la zona comercial, para financiar las obras de construcción del coliseo de Cortes Valencianas, que están tasadas oficialmente en 119 millones de euros. El Valencia necesita mayor profundidad, flexibilidad y solvencia ante la enorme deuda y las necesidades de pago inmediatas.

El Valencia CF atraviesa una situación financiera delicadísima por la negligente gestión de su máximo accionista, Peter Lim, que desde que aterrizó en Valencia ha sido un maquina de perder dinero y de gestionarlo mal en el ámbito deportivo. Una década después de que Lim comprara la mayoría accionarial del club la entidad sigue absolutamente ahogada por las deudas y con problemas importantes para afrontar los pagos ordinarios, principalmente las fichas de los jugadores, que en los últimos años han sido pagadas en varias ocasiones gracias a fondos de inversión que han prestado dinero.

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Goldman Sachs ya ha lanzado el concurso entre sus clientes del banco y los interesados ya han podido acceder a los datos más relevantes de las cuentas del club a través de un sistema privado. Ahora, aquellos interesados en prestarle el dinero al Valencia presentarán sus ofertas y tienen de plazo hasta la última semana de este mes de este mes.

El asesoramiento para que el Valencia haya recurrido a Goldman Sachs ha venido de parte del presidente de la Liga, Javier Tebas. En estos momentos, la entidad blanquinegra tiene tres acreedores principales, que son Caixbank, Right Media y Peter Lim. El magnate de Singapur el año pasado prestó 35 millones para solventar problemas de tesorería.

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Durante el periodo Meriton, hasta la temporada 22/23, el Valencia ha perdido 187 millones de euros con un fondo de maniobra negativo de casi 90 millones de euros. Este dato demuestra que el estado de salud del Valencia es muy preocupante porque ni tiene dinero para hacer frente a los pagos a corto plazo ni capacidad para invertir para mejorar su rendimiento. La deuda del club ha permanecido casi inalterable en estos años de la era Meriton –se ha reducido sólo en 25 millones de euros y está por encima de los 329 millones–. Los pagos a corto plazo, los que la entidad tiene que hacer frente en los próximos doce meses, ascienden a 134 millones. Además, la amortización, con el aumento de los costes financieros, consume al Valencia. A Caixabank todavía le debe 77,5 millones por la hipoteca del estadio de Mestalla.

Y los derechos de televisión, una de las grandes fuentes de ingreso de los equipos de fútbol, han menguado hasta percibir cantidades ajustadas a equipo de media tabla. De los 83 millones de la 20/21 a los 59 millones del último presupuesto.

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El Valencia sobrevive en una economía de guerra generada por la desinversión que lleva ya varias temporadas practicando Peter Lim. El diferencial entre fichajes y traspasos es de 140 millones a favor de las ventas, lo que indica un abandono deportivo que ha llevado a situaciones tan increibles en un club como el blanquinegro que Alavés y Osasuna se han llevado a futbolistas que pretendía el Valencia al no poder frente a pagos de 600.000 y 250.000 euros, respectivamente. Y pese a limitar el gasto en todos los departamentos del club todavía ha llegado a tener problemas para el pago de las nóminas de la plantilla.

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