El Valencia construye su tranquilidad en Mestalla

El Valencia recibe este domingo en Mestalla al Granada justo después de caer contra el Levante en el derbi. Los de Javi Gracia necesitan ganar para sumar tres puntos que le alejarían de la zona de peligro. El Granada está peleando por una de las posiciones que dan derecho a jugar en Europa la temporada que viene.

En una temporada marcada por la inestabilidad institucional y deportiva, el Valencia ha encontrado su rincón de paz. Es Mestalla. Ahí, en el romántico coliseo de la avenida Suecia, los de

Javi Gracia pudo presentarse en Mestalla con su once de gala. El entrenador navarro optó por dejar a

El encuentro arrancó con un ritmo elevadísimo. Nada de especular. En cuestión de segundos, tanto el Valencia como el Granada ya habían pisado el área rival. Se trata de dos equipos con tendencia al fútbol directo. Sin embargo, el domingo, el conjunto blanquinegro era el que lo iba a aplicar con mayor brillantez.

Sólo habían transcurrido tres minutos cuando un balón teledirigido salió de las botas de

El encuentro no podía comenzar de mejor manera. El Valencia generaban espacios a base de un fútbol rápido, vertical y práctico. A los diez minutos,

Los de Javi Gracia rompían líneas con gran facilidad y lucidez. Daban amplitud al campo y profundizaban por las bandas. El equipo carburaba. Fluía. El Granada trató de despertar avanzando metros y provocando algún desajuste en la defensa blanquinegra, pero el Valencia atajó pronto ese amago de reacción.

Tanto es así que, a los 20 minutos, llegó una triple ocasión en la que Rui Silva se erigió en salvador. El Valencia rondaba el área nazarí con numerosos recursos, con

El Granada estaba sufriendo más de lo habitual en defensa y

El conjunto nazarí pasó a vivir en territorio blanquinegro, tomando la iniciativa. Un testarazo del incombustible Soldado metió el miedo en el cuerpo a los de Javi Gracia. El envío llevó la firma de un Machís que iba a durar poco sobre el césped. El extremo venezolano, recién recuperado de una lesión muscular, se resintió y tuvo que retirarse. Diego Martínez se despedía de su gran revulsivo.

Racic, en plena evolución, lo intentaba con un lanzamiento de larga distancia. El Valencia se encomendaba a los contragolpes. Y así nació el segundo gol en el minuto 65.

El duelo se abrió en el tramo final y hubo un peligroso intercambio de golpes.