El Valencia cierra la cesión de Iván Jaime

La operación salida en el último día de mercado es la que marcará si, sobre la bocina, el Valencia tiene opción de hacer una cuarta incorporación en enero. Los dos jugadores marcados son los que se quedaron fuera de la convocatoria contra el Celta; Germán Valera y Dani Gómez. Realmente, son tres. Rafa Mir fue convocado, no saltó ni a calentar durante el partido, y si llegara una oferta de última hora para revertir la cesión, nadie dentro del Valencia pondría una pega y se empaquetaría con nuevo destino. Más allá de sus ausencias, con Hugo Duro y Sadiq por delante es muy complicado que vaya a tener opciones.

El que tiene la certeza de que se van a apurar todas las opciones para reforzar la plantilla es Corberán. El técnico de Cheste, que era consciente de la operación para atar a Iván Jaime cuando compareció en la sala de prensa de Mestalla, volvió a calcar tras la victoria contra el Celta el discurso que realizó en la previa del partido: «Sé que el club va a trabajar hasta el último minuto por conseguir fichajes. Para mí lo importante es que se trabaje para incorporar futbolistas que estén implicados. He trasladado mis necesidades al club pero hacer público lo que he pedido, si luego no llega, no creo que sea positivo. Sé que el club está trabajando con determinación para que la plantilla se refuerce, soy consciente de ello. Mi trabajo está en estar aislado de esto pero aseguró que el club está trabajando en ello». Hoy, a las doce de la noche, acaba el plazo.

Mestalla quiso recordar que quiere más fichajes para ayudar a que el club intente salvarse del descenso. Durante el partido contra el Celta, después de los cánticos de rigor contra la directiva, emergió desde el alma un «¿Donde están los fichajes, los fichajes donde están?» dirigido al palco. Un segundo después, desde un asiento de anfiteatro, un aficionado lo completó a pleno pulmón: «¿Dónde están los fichajes, Corona?». Pues eso, hoy el director deportivo tiene las últimas horas. Para que llegara la balsámica victoria contra el conjunto gallego, el ambiente positivo en Mestalla fue clave. Aunque la hora no era la mejor para recibir al equipo, cuando llegó el autobús del Valencia el común de los mortales estaba comiendo que es lo que hay que hacer un domingo a las dos y media de la tarde, la actitud del millar de aficionados que esperaban al equipo era un buen baremo. Y fue positivo, pese a que era el reencuentro del valencianismo con sus jugadores tras la vergonzosa humillación en la visita al Barcelona, con un 7-1 que dolerá a varias generaciones. La importancia del choque contra el Celta invitó a animar al equipo, en un partido donde los de Corberán lo iniciaron con la permanencia a siete puntos de distancia. Ese termómetro, ya con Mestalla con la entrada habitual, se confirmó cuando los jugadores saltaron a calentar. La afición es lo único que nunca falla.