El Valencia, un club con vocación europea

El debut del Valencia en torneos continentales se produjo hace 60 años, en la temporada 61-62, cuando participó por primera vez en la Copa de Ferias de la que se proclamó campeón. Esta competición, auspiciada por la FIFA en sus inicios, fundamentaba su participación en un requisito doble: los clubes debían estar avalados por una trayectoria deportiva relevante y, al mismo tiempo, ser representativos de ciudades que fueran sede de un certamen comercial internacional. El Valencia cumplía la doble condición. Esta situación cambió a partir de la temporada 68-69, la UEFA tomó las riendas organizativas del torneo y eliminó la condición ferial para aplicar de forma exclusiva el criterio del puesto ocupado en la clasificación en la Liga entre los participantes.

El Valencia jugó en competiciones europeas a lo largo de doce temporadas de forma consecutiva desde su bautismo de fuego. Además de la Copa de Ferias, también tomó parte de la Recopa en la campaña 67-68, y de la Copa de Europa en el ejercicio 71-72. En la temporada 72-73, el club valencianista debutó en la Copa de la UEFA, torneo que había estrenado nueva denominación al sustituir a la Copa de Ferias. Después de eliminar al Manchester City y de verse superado por el Estrella Roja de Belgrado, el Valencia sufrió su primera travesía por el desierto al estar ausente de Europa a lo largo de cinco campañas.

Su reaparición en el Viejo Continente se produjo en la Copa de la UEFA de la temporada 78-79, en la que superó los cruces con el CSKA de Sofía y el Arges Pitesti. En la tercera ronda se quedó como el único representante del fútbol español y cayó eliminado por el West Bromwich Albion. Sin embargo, un año después, el club valencianista reverdecía laureles en Europa al proclamarse campeón de la Recopa tras imponerse al Arsenal por penaltis. Se trata de la primera final de las competiciones continentales de clubes que hubo de resolverse con los lanzamientos de máximos castigos. Ese título le permitió disputar la final de la Supercopa que ningún club español había conquistado hasta entonces. Los de Mestalla vencieron al Nottingham Forest a doble partido.

Los años ochenta arrancaron con la defensa frustrada del título de la Recopa, torneo que reunía a los campeones de Copa de cada país, a la que siguieron sendas participaciones en la Copa de la UEFA. En ambas ediciones el Valencia alcanzó los cuartos de final para verse superado por el equipo que se llevaría posteriormente el título. El Goteborg sueco dirigido por Sven Göran Eriksson en 1982 y el todopoderoso Anderlecht un año después, fueron los verdugos. En Bruselas, en el mismo escenario donde tres años antes Enrique Saura levantó la Recopa, se cerró este ciclo con una inapelable derrota por 3-1. Una despedida simbólica que refleja la profunda crisis que tendrá sumida a la entidad, alejado de competiciones europeas a lo largo de seis ejercicios seguidos, de largo su peor registro. La luz al final del túnel ilumina Mestalla en la campaña 89-90.

A partir de entonces, el Valencia no ha estado más de dos años seguidos fuera de Europa hasta el descorazonador presente. El mayor impacto se produce con su debut en la Liga de Campeones en la campaña 99-2000, cuando alcanza la final contra todas las previsiones. El conjunto dirigido por Héctor Cúper se convierte en la revelación de Europa. No es flor de un día porque repite presencia un año después, y en 2004 conquista con una superioridad incuestionable la Copa de la UEFA. Asiduo a la Champions, pasa de estar en el último bombo, el de los rivales teóricamente más débiles, a entrar en el primero como cabeza de serie. Tres clasificaciones consecutivas bajo la batuta de Unai Emery es el mejor registro aunque las mejores participaciones se viven con Rafa Benítez en la 02-03 y con Quique Sánchez Flores en la 06-07, cuando se está a un paso de las semifinales.

La Copa de la UEFA desaparece como tal en la campaña 08-09 para dar paso a la actual Europa League. El Valencia se despide del torneo en dieciseisavos por el valor doble de los goles como visitante tras empatar a uno con el Dynamo de Kiev en Ucrania y a dos en Mestalla. En el siguiente ejercicio se produce el debut en la Europa League que deja para la posteridad la imagen de la camiseta rota de Zigic en el Vicente Calderón. Un penalti flagrante escamoteado que impidió el pase a las semifinales, ronda que se alcanzó dos años después ante el mismo rival. El Valencia que había superado todas las semifinales europeas disputadas con anterioridad, un total de seis, ve rota la racha.

Esta circunstancia se repetirá dos años después, en 2014 ante el Sevilla, y en 2019 frente al Arsenal, un viejo conocido al que los valencianistas parecían tenerle tomada la medida hasta entonces en cualquier frente europeo. A partir de ahí, la decadencia, aunque la última presencia en la Liga de Campeones, en la campaña 19-20, deja el recuerdo feliz de sendos triunfos destacados en los campos del Chelsea y del Ajax.

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