El Valencia empieza a hacer estudios geotécnicos en el nuevo Mestalla

¿Esto supone el arranque definitivo? Ni mucho menos, pero es un apunte cuanto menos de cierta importancia. El Valencia todavía no ha resuelto el conflicto con el Ayuntamiento en lo referente a las licencias de obra. Aunque el club ha dicho por activa y por pasiva que con las licencias en su poder estaría dispuesto a activar ya la reanudación de la actividad en el recinto, lo cierto es que no sólo están pendientes las licencias sino también las fichas urbanísticas, además del convenio.

La firma que está realizando los trabajos es Sigma, una empresa radicada en Almácera, y que básicamente y como reza su propia página web abarca el sector de la ingeniería y edificación, ofreciendo «servicios técnicos integrales de geotécnia y control de calidad a los técnicos y a las empresas». Uno de sus cometidos profesionales recoge que toda «zona de producción o de uso público» está sometida «a un desgaste producido por los usuarios, por los agentes atmosféricos, químicos, etc». Es por ello, por lo que según explica, «un correcto control y mantenimiento es vital para preservar la funcionalidad y la seguridad frente a accidentes». Cada vez que el Valencia ha tenido que pronunciarse sobre la situación actual que hay en la obra después de tantos años parada y expuesta a todo tipo de circunstancias, la versión que se ha dado es que por lo general no ha sufrido daños importantes más allá de algunos ajustes que habría que hacer.

Sigma encaja, por así decirlo, en la situación que hay en el nuevo Mestalla ya que realiza «estudios de seguridad frente al deslizamiento y las caídas en zonas de acceso público y de trabajo», «ensayos de resbaladicidad», «control topográfico periódico», «revisión y certificación de estructuras», «programación de trabajos de mantenimiento», «valoración del estado de estructuras» y «propuestas de reparación y subsanación de daños», entre otros.

Hace ya algunas semanas, este periódico apuntó que el Valencia tenía ya planificada una estrategia de actuación en caso de que el asunto urbanístico se desbloqueara de una vez por todas. Y ese plan recogía que había que hacer unos trabajos previos sí o sí que no demorarían en cualquier caso más allá de algunas semanas el inicio definitivo de la actividad obrera.

Aún a pesar de que la intención manifestada por el Valencia es la de empezar las obras cuando antes una vez estén las licencias (lo último que dijo al respecto el Ayuntamiento es que seguía la tramitación oficial), la candidatura de la ciudad para ser sede del Mundial 2030 sigue varada y casi en un callejón sin salida. Mayo toca a su fin y ese era el plazo que se había dado en un principio la Federación Española para tener ya en propiedad toda la documentación firmada que remitió FIFA para perfilas las sedes.

La intención de Ayuntamiento y Generalitat siempre ha sido la de superar todos los obstáculos y que Valencia, como ciudad, pudiera engancharse al tren mundialista, algo que de momento no ha ocurrido por la resistencia de club a adherirse con un compromiso definitivo.