Valencia da la espalda a Meriton

La sociedad civil, el gran pecado de Peter Lim ha sido no calibrar que es el máximo accionista de la entidad privada más importante de la Comunitat, también ha perdido la confianza en un proyecto que, conviene no olvidarlo, entró en 2014 gracias al cheque en blanco de una entidad, la Fundación, que simbolizaba a todos los estamentos de esa misma sociedad civil. El último golpe a la credibilidad del proyecto de Meriton ha sido la cancelación de la 'Nit de València', que se iba a celebrar en Mestalla el jueves 2 de junio. Ningún empresario quiere aparecer en la misma foto que Anil Murthy, condenado por sus actos y sus palabras desveladas en los ya tan analizados audios. Como es obvio, el club está obligado a dar la versión contraria. No se recuerda ningún error de gestión que haya admitido Meriton como tal en ocho años.

La versión oficial habla de que ha sido el propio Valencia el que ha cancelado el acto para no poner en un compromiso a los empresarios tras los últimos acontecimientos. Lo más importante de esa gala era su carácter benéfico. Eso no se ha perdido, tal y como ha podido confirmar esta redacción, puesto que las empresas y particulares van a mantener sus donaciones. Una acción parecida a la de los miles de abonados que pasaron su pase por el torno de Mestalla el sábado para sumarse a la protesta en la calle minutos después. Se apoya al Valencia como club, o a sus acciones solidarias, pero se da la espalda a sus dirigentes. Una dualidad demoledora, que no pone en peligro los recursos que se donarán a asociaciones como Juntos por la Vida donde parte de esos fondos irán destinados a crear un alojamiento seguro para desplazados ucranianos por la guerra. Cada cosa, en su lugar.

El efecto dominó de las últimas semanas es imparable. No se recuerda, ahí está la hemeroteca, un movimiento de bloque que diera la espalda a Meriton. Es cierto que con algunos giros de opinión más o menos interesados pero que, al final, también se han alineado con la oposición a Peter Lim. Perder apoyos también es un signo del desgaste de un proyecto. Algo que conocen muy bien los políticos y que, en consecuencia, aplican a sus acciones. El caso más cristalino es el de los dirigentes de Compromís, con el alcalde Joan Ribó como uno de los ejemplos más claros, que han pasado de ser, ya fuera de forma consciente o no, portavoces oficiosos de Meriton, de nuevo ahí está la hemeroteca, a defender el argumentario más duro de no volverse a sentar con ningún miembro del club tras el desprecio ya público de Anil Murthy tanto a las instituciones públicas con respecto a la ATE y el nuevo estadio como a los vecinos de Benicalap. En el polideportivo que está previsto dentro de la actuación urbanística puede llegar la primera acción contundente de respuesta, puesto que Sandra Gómez, vicealcaldesa y regidora de urbanismo, abandera la opción de que sea el Ayuntamiento el que construya la dotación deportiva en el barrio de Benicalap para, después, pasarle la factura a Meriton como parte de los compromisos que tiene firmados con la ciudad en la ATE. Un movimiento que, por otra parte, acerca cada vez más a los juzgados la resolución del enquistado problema urbanístico entre los actuales gestores de la entidad de Mestalla y las instituciones valencianas. En el aire, ahora, queda el proyecto mejorado que el Valencia se comprometió a documentar por registro de entrada de la Generalitat tras el suspenso dado por el IVF al presentado en marzo, donde sólo estaban avalados los 80 millones aportados por el fondo CVC.

El pulso de la sociedad valenciana, ya sin matices, contra Meriton será una de las cuestiones que tenga que abordar Anil Murthy en el viaje a Singapur que iniciará el sábado para rendir cuentas a Peter Lim. Nadie puede asegurar que del mismo no salga una variación en el propio organigrama del club. No sería la primera vez en la 'era Meriton' que ocurre sin dar ninguna pista o explicación.

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i la respuesta política de no volverse a sentar con Meriton no se modifica, con lo que ya no habría dudas para completar el expediente de anulación de la ATE que sigue en curso, el callejón sin salida para Peter Lim sería casi definitivo y todos los caminos llevarían a CaixaBank. En el contrato suscrito por el Valencia con LaLiga para recibir los fondos de CVC queda explicitado que para recibir todo el dinero debe invertirse en los apartados descritos en el proyecto. Es decir, Meriton está obligado, si quiere recibir la financiación completa de 121 millones, a destinar 80 a mejoras de infraestructuras. Sin la ATE, para terminar el estadio aunque sea en su versión mínima, Lim deberá encontrar 35 millones de financiación extra y, además, tener bloqueada la calificación urbanística del terciario del nuevo estadio y del solar de Mestalla, que sin la ATE deja de tener el dique de contención para que no se cumpla la sentencia del Supremo de 2006 que declaró ilegal la ampliación aprobada por el Ayuntamiento en 1998.

El Valencia pagó en el último ejercicio 25,84 millones de su deuda con CaixaBank. En las últimas cuentas presentadas, al cierre de junio de 2021, la deuda con la entidad financiera en los dos créditos era de 103,33 millones en el que vence el 30 de junio de 2029, y 15,1 millones en el que lo hace el 27 de marzo de 2028. Hay que recordar que parte de la deuda refinanciada por Bankia con la entrada de Meriton en la temporada 14-15, y que contó con una quita de 53,13 millones que el club contabilizó en 2015 como ingresos financieros, incluyó con posterioridad que 61 millones de la deuda se formalizaran en un Profit Sharing Agreement (PSA), con vencimiento el 30 de junio de 2026, y cuyo importe sigue pendiente.