

Secciones
Servicios
Destacamos
En un contexto donde las manifestaciones y los gestos de unos y otros hay que cogerlos con pinzas, sabiendo que todo puede tener una segunda ... e incluso una tercera lectura, el Valencia no cierra ahora la puerta a que pueda retirar el recurso que presentó en lo Contencioso-Administrativo por la caducidad de la ATE que afecta al nuevo y al viejo Mestalla. De hecho, esta posibilidad, se admite, ya está en manos de los servicios jurídicos del club, que es como decir que el asunto está encima de la mesa de Germán Cabrera y que será éste quien luego le diga a Peter Lim qué es lo que más le conviene hacer, ya sea al Valencia –en su calidad de secretario del consejo– o a Meriton.
La demanda se formalizó en mayo pasado y el asunto está en trámite y a prueba en la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Hay juristas, al margen de los del propio club, que consideran que el Valencia tiene muchas posibilidades de obtener un triunfo en este litigio judicial, basándose en que la ATE debía estar en vigor hasta 2025, en contra de lo que consideraron la propia Abogacía de la Generalitat.
Ni mucho menos la posición del club quiere decir que va a hacer caso, al pie de la letra, a todas las consignas que ha decidido adoptar ahora el Ayuntamiento de Valencia para que el convenio urbanístico vea la luz. Pero se puede extraer al menos la impresión de que la contestación no es absolutamente rotunda ni en clara confrontación. Queda mucho todavía por escribir de este convenio que sigue en el aire y que enreda tanto a la candidatura de Valencia para el Mundial 2030 como a los intereses de los colectivos anti Meriton en que Lim salga de la sociedad.
El acuerdo entre Ayuntamiento y Valencia parecía encauzado y a medio plazo hace unas pocas fechas según las palabras de Javier Solís (habló de «pequeños detalles» que resolver) pero desde que el PP y Vox sellaran este viernes el acuerdo de gobernabilidad parece que se ha endurecido más de lo esperado por el propio club. El Valencia, tácticamente, prefiere recuperar la versión que siempre ha mantenido, que no es otra que su deseo de acabar el estadio. El matiz es que en la época de Anil Murthy en la presidencia, el Valencia todavía se atrevía a decir que iba a terminar el nuevo Mestalla «con o sin ATE», postulado que –lógicamente– con el paso del tiempo se ha ido debilitando tanto hasta acabar desapareciendo por completo. Ahora es cuando esa 'soberbia' tiene la oportunidad de hacerse realidad una vez desde el Partido Popular –muy presionado por Badenes, el portavoz de Vox– se ha reconducido el planteamiento hasta exigir que para firmar el convenio, entre otras cosas, haya primero que reiniciar las obras.
Javier Solís siempre hizo un llamamiento para que el tema del nuevo Mestalla no formara parte de la batalla política. Inevitablemente, la intención de llegar a acuerdos con el Valencia para desbloquear el estadio ha provocado el posicionamiento de todas las formaciones. Este martes que viene, por ejemplo, se celebrará un pleno extraordinario en el que Compromís le ha pedido a la alcaldesa, María José Catalá, que esclarezca las vinculaciones del concejal del PP y titular de Grandes Proyectos, José Marí Olano con Peter Lim. «Hay que investigar si la relación laboral de Olano con KPMG está generando un conflicto de intereses», explicaba Papi Robles.
La situación de Marí Olano desde el plano valencianista ha pasado por diversas fases. Su reunión con Germán Cabrera fue como pegarse un tiro en el pie y aunque luego se ha citado con diferentes representantes de la afición, lo cierto es que su acción ha sido criticada por casi todos.
Temor en Libertad VCF
Al grupo Libertad VCF no le acaba de convencer ni agradar el posicionamiento del Ayuntamiento con respecto al Valencia. Su presidente, José Pérez, califica de «sorpresa» que «una decisión que ya estaba tomada desde que se reunieron con el banco», el lunes pasado «cuando nos reunimos con Marí Olano se nos transmitió todo lo contrario, que estaban todavía en periodo de recabar información». Pérez fue uno de los que estuvo hablando con el concejal. «La sorpresa es porque no fueron claros con nosotros en la reunión del lunes. Queda una sensación de miedo también ante la tremenda ambigüedad del comunicado, percibimos un oscurantismo como pasó en el proceso de venta a la hora de tomar decisiones fundamentales e importantes para la sociedad valenciana».
Las reflexiones del máximo representante de Libertad VCF van más allá: «Catalán decía que todo el mundo iba a estar informado y el comunicado precisamente es un relato de ambigüedades. Dice que no se va a empezar a negociar con el Valencia hasta que no se inicien las obras, pero eso puede ser que envíen a diez operarios o que se gaste los 80 millones que decimos que son de CVC pero que en realidad se los va a cobrar luego del Valencia».
Pérez añade: «Ese convenio siempre dijimos que era erró, aunque es del Gobierno anterior, es erróneo. Con lo de los avales llega otra vez la ambigüedad, ¿de cuánto estamos hablando? Desconocemos el coste para inaugurar el estadio y Marí Olano nos dijo que no harían falta menos de 200 millones».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.