

Secciones
Servicios
Destacamos
j. C. VALLDECABRES
Valencia
Miércoles, 6 de febrero 2019, 19:32
Ocho días después de que futbolistas y empleados del Valencia y del Getafe se liaran a mamporros en el césped y túnel de Mestalla, la verborrea de Ángel Torres, presidente del conjunto madrileño, ha revuelto las entrañas del club de Mestalla. Y lo ha hecho con un discurso desmedido, pellizcando la sensibilidad racista al llamar «morenito» a Diakhaby y «macarra» al hijo de Marcelino, descalificaciones que provocaron que el Valencia tuviera a media tarde que emitir un comunicado oficial condenando y lamentando estas manifestaciones, y exigiendo «la pertinente e inmediata disculpa y rectificación pública».
Las declaraciones de Torres, efectuadas en 'El transistor' de Onda Cero, removieron de tal forma los rescoldos de una polémica hasta el punto de forzar a la Federación Española y Comité de Árbitros a posicionarse a estudiar la postura del dirigente, a la espera de las medidas sancionadoras que en un futuro pueda decidir al respecto Antiviolencia. El club, de hecho, emitió su nota después de conocer el movimiento de los organismos oficiales. Antes, el que se había pronunciado era el propio Marcelino y lo hizo de manera un tanto sibilina: «Conozco a Ángel Torres desde hace muchísimos años, desde que tuve una entrevista con él cuando me quiso fichar y le dije que no. Ni nada ni nadie me va a perturbar». Antes de que se pronunciara el técnico, Mateo Alemany ya había recibido una llamada del propio Torres disculpándose por lo sucedido, en una evidente muestra del traspié que el presidente, un personaje bastante peculiar, había dado.
Y es que, no tienen desperdicio las reflexiones que el máximo representante del Getafe hizo. Sobre Diakhaby y el hijo de Marcelino -miembro del cuerpo técnico y que alguna vez también se ha desmedido- dijo: «Cuando termina el partido recibimos una provocación, futbolistas del Valencia como el morenito -Diakhaby-, que se tira a agredir; el hijo de Marcelino, en plan macarra, por allí dentro del césped que no sé qué hace o a qué se dedica... a nuestro delegado, Sergio Mora, le da un empujón».
A Marcelino le dedicó una reflexión algo más amplia, recuperando una tensión que el presidente madrileño tenía muy viva: «Lo suyo viene de Santander, aquel famoso gol en la semifinal de Copa con un gol de Casquero que decía que era fuera de juego, lo de Gijón... Siempre tengo que chocar con el hijo, con la madre... Vaya cruz que me ha caído a mí. Que pregunten a un delantero del Villarreal que ese día (Sporting-Villarreal) tiró al poste y lo tuvieron que cambiar».
Añadía que bajó al vestuario en Mestalla «para escuchar a todo el mundo. Estuvimos cinco o seis minutos en silencio y les dije que no me había gustado la imagen que habíamos dado aunque había que puntualizar que nos habían provocado. También les comenté que en estos casos cuanto menos se hable mejor...». Hasta torpedeaba el acta: «No he visto una redacción de un acta con tanta maldad y tan poco real de lo que ocurrió. Nosotros repelemos y nos defendemos de lo que ocurre. Los vigilantes de seguridad, armarios... La Policía Nacional les tuvo que llamar la atención. Nosotros fuimos agredidos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.