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Rubiales empieza a dejar de ser una persona grata para el Valencia. Tras la medida arbitraria que colaba al Real Madrid y al Atlético en la Supercopa de España y, además, maltrataba económicamente al club blanquinegro, la nueva estocada ha llegado con la propuesta de la Federación Española de Fútbol por si finalmente no se reanuda la competición. El plan dejaría al conjunto de Celades fuera de las competiciones europeas, por tercera vez desde que Peter Lim tomó el mando del club y con un perjuicio económico que dificultaría mucho el futuro de la entidad.
Con la previsión ideada por la comisión delegada, a la Liga de Campeones irían los cuatro primeros clasificados de Primera en este momento (Barça, Real Madrid, Sevilla y Real Sociedad) y a la Europa League el quinto y el sexto (Atlético y Getafe) más uno de los dos finalistas de la Copa del Rey, según distintos supuestos. La Federación prioriza a los equipos que se jugarán suceder al Valencia en el torneo del KO sobre el séptimo clasificado en la competición de la regularidad, que es el conjunto blanquinegro. Se trataría de una modificación de la competición iniciada la temporada y que en Mestalla ha creado un enorme malestar. Además, choca con los criterios de la UEFA, que siempre prioriza para jugar la competición continental la vía de la Liga por delante de la Copa.
Si no continúa la competición liguera tampoco sería lógico que se disputara la final copera. En ese caso, como la Real Sociedad está clasificado entre los seis primeros de la Liga, a la Europa League «iría el otro finalista», el Athletic de Bilbao. Así se refleja en el comunicado de la Federación. El único supuesto que beneficiaría al Valencia es que se dispute la final en Sevilla como estaba previsto y que el ganador fuera la Real Sociedad. En ese caso el elegido sería el séptimo clasificado de la Liga, ahora en poder del Valencia.
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Al Valencia le salió un apoyo con LaLiga. Esta considera que la RFEF ha invadido sus competencias al aprobar los criterios de clasificación para las próximas competiciones europeas. Aún así, el Valencia ansía una modificación o que se reanude la competición y pueda ganarse su puesto sobre el campo. Porque de verse ajeno a las competiciones continentales, el perjuicio económico sería de enormes dimensiones. La sentencia de la UE aliviaba el monedero blanquinegro. 24 millones que no tenían que salir y que permitían suavizar la exigencia de recaudar 40 millones en ventas de jugadores, como así venía reflejado en las cuentas del club. Pero sin los ingresos de la UEFA el presupuesto tendrá que bajar y el club se verá obligado a disminuir la masa salarial con la venta de alguno de sus mejores activos. Además, el atractivo del Valencia a la hora de atraer futbolistas disminuye y la posición de fuerza en las negociaciones de contrato de Ferran o Garay se diluye.
Habrá que esperar a ver si el plan de la Federación se cumple. Eso sí, el Valencia no se ha olvidado del menosprecio de la entidad que preside Rubiales con la Supercopa y en cuanto los juzgados estén otra vez operativo, presentará la demanda por el desigual reparto económico, con el club blanquinegro como gran perjudicado.
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