El Valencia fulmina cuatro equipos de su cantera y echa a la calle a 50 niñas

Layhoon se esforzó y consiguió dar realce al fútbol femenino en el Valencia pero el panorama que se presenta ahora es bien diferente. Justo el año en el que más hincapié hace Anil Murthy al presumir de potenciar la cantera (el contraste es el descenso del Mestalla), Meriton ha decidido meter por segunda vez la tijera (ya lo hizo en 2018 para cargarse el fútbol de pago que afectó a 180 niños) y ha fulminado cuatro equipos del organigrama femenino y, por ello, 50 niñas de edades entre los once y los quince años se van a ir a la calle.

«Van a destrozar a las niñas. La mía, por ejemplo, lleva más de cinco años en el Valencia y de la noche a la mañana prácticamente se puede quedar sin equipo sin ningún argumento consistente. La carnicería que van a hacer es tal que no hay por donde cogerla. La imagen como club desde luego es para hacérselo mirar y todo por unos dirigentes que sólo saben hacer que populismo barato diciendo que apoyan a la base y que hay que ayudar a las chiquillas y cuando toman una decisión les importa bien poco las personas», exclama indignado el padre de una de las niñas más pequeñas que prefiere no ser identificado.

El malestar es todavía mayúsculo porque el club ha decidido que sus coordinadores, Sergio Fernández y Alfonso Barredo, tengan una entrevista personal con todos los padres y con las futbolistas para comunicarles la decisión de si van o no a continuar como valencianistas. La opción que se les puede presentar a algunas al parecer es la de que vayan a jugar a los equipos con los que tienen convenios, pero eso no siempre se cumple al tratarse de un cambio importante que siempre encuentra ciertas reticencias entre los niños.

El mensaje les ha llegado a las familias a través del teléfono móvil en los últimos días y las entrevistas se van a producir a partir de este lunes. La pregunta que se hace a este respecto una de las madres de las jugadoras que pueden ser afectadas, pone en evidencia lo que consideran falta de tacto: «¿Es necesario que hagan ir a las chiquillas para hacerles pasar el mal trago de decirles que no van a continuar?». En concreto, los equipos que han sido afectados por los recortes son cuatro, y van desde los alevines a los infantiles, pasando por los infantiles-cadetes (categoría intermedia).

A Meriton, con Murthy ya de presidente, le importó poco en 2018 las protestas que se generalizaron cuando las familias se enteraron de que iban por el aire doce equipos de la escuela de fútbol de pago (fútbol 8). La decisión afectó a casi 200 chavales y el argumento esgrimido entonces fue que se hacía «para optimizar sus esfuerzos en la formación total de los niños con mayor potencial deportivo». La escuela de pago era hasta rentable desde el punto de vista económico, según defendían por entonces las propias versiones de los afectados.

Si a la larga ha resultado del todo válida o no aquella tesis esgrimida por Meriton es algo que siempre queda para una interpretación subjetiva, pero lo que está claro es que el reciente descenso del filial (a la quinta categoría del fútbol español) pone en evidencia la debilidad del argumento.

Con el femenino se ha optado más o menos por la misma estrategia. El Valencia hizo público el pasado 5 de junio que había decidido que la estructura de fútbol base femenina pasara de la Fundación al propio club. «El objetivo de esta nueva estructura, siguiendo la visión del club en la potenciación de la Academia VCF, es ayudar a una mejor formación de los equipos de fútbol femenino. De esta manera podrán disponer de mejores recursos y contar con más ayudas para su desarrollo y potenciación», explicaba la entidad en su página web. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la Fundación pero sus responsables han preferido mantener silencio.

Los equipos afectados estaban entrenando y jugando sus partidos en las instalaciones de Cracks. «¿Qué mal hacen las niñas jugando y entrenando allí? ¿No entendemos qué problema hay con eso? Pagamos al año casi ochocientos euros, este año seiscientos por la pandemia, y además existe una evidente relación sentimental entre el club y las niñas, pero ahora va a saltar todo por los aires. El Levante cuida más este tipo de detalles», dice otro padre.