Valencia, a por el Mundial con un estadio que no cumple las exigencias municipales

Bajo el epígrafe 'Adquiero los siguientes compromisos', Layhoon Chan remitió ayer uno de los tres documentos que hacían falta para la candidatura (el otro fue aprobado por la Junta de Gobierno este mismo viernes por la mañana y el último corresponde a la Generalitat). El primer párrafo de ese punto es muy claro sobre las intenciones del Valencia y empieza con una clara advertencia: «Sujeto a la obtención de las correspondientes licencias y/o autorizaciones por las instituciones pertinentes, disponer de un estadio de 66.000 plazas de espectadores brutos, cuyo neto, disponga al menos 60.000 plazas, y que llegado el momento reúna las condiciones mínimas necesarias para poder ser sede de los partidos del Mundial 2030». En otro contexto, este escrito de intenciones no debería generar dudas pero el ambiente que se respira no invita a pensar en positivo.

Por un lado Ayuntamiento y Valencia, junto con la Generalitat, han unido esfuerzos para aspirar a una semifinal –o en su defecto unos o cuartos–, y por otro el club y la concejalía de Urbanismo siguen hablando idiomas diferentes mientras que en lo que se refiere a la parte del Consell, sigue tenso con el Valencia. Precisamente ayer, la vicepresidenta Aitana Mas confirmaba que el pleno había ratificado la desestimación al recurso de reposición presentado por el club por la caducidad de la ATE. Mas no se explayó pero al menos no dejó ninguna duda al respecto: «Lo hemos desestimado. No hay nada de diferente a lo que anunciamos en julio. No cambia la situación. Se mantienen los beneficios urbanísticos del Valencia justificados en el interés general de los valencianos y en el interés de la ciudad». Ese interés de la ciudad es en lo que se escuda Sandra Gómez para no ceder en ese regateo constante que mantiene el Valencia con lo del aforo.

A la vicepresidenta, por cierto, también le preguntaron por la candidatura mundialista. A la portavoz del Gobierno valenciano no se le ocurrió otra cosa que admitir que no tenía información al respecto.

A esa hora, todavía no se había completado formalmente el proceso pese a ser el día límite marcado para tal efecto. Por la mañana, la Junta de Gobierno municipal lo había sometido a juicio. «Ha habido unanimidad», confesaba a su salida el concejal Sergi Campillo. La Generalitat, además de ejercer de parte interesada, también hace de interlocutor. Una vez tuvo la documentación dio traslado a la Federación Valenciana y ésta de inmediato a la Española. Habrá que esperar hasta noviembre para saber si Valencia pasa esta primera criba. En caso de que la FIFA adjudique el Mundial a la candidatura conjunta entre España y Portugal, el Bernabéu será el escenario de la final y se intuye que una de las dos semifinales será en suelo luso. Falta la otra y ahí entraría Valencia, con La Cartuja como rival directo.