Lim incumple su palabra y Gracia se plantea dimitir tras quedarse sin fichajes

Peter Lim se ha superado a sí mismo y ha creado tal caos en el Valencia que hasta Javi Gracia meditaba seriamente presentar la dimisión aunque antes quería tener una reunión con Anil Murthy. Si las intenciones y la credibilidad del máximo accionista estaban tocadas respecto a la situación del nuevo estadio de Mestalla, deportivamente hablando el máximo accionista ha conseguido algo que no se experimentaba desde el siglo pasado: cerrar el mercado de fichajes de verano sin una sola contratación.

La situación podría hacer pensar que es debido a la fortaleza de la actual plantilla pero en el caso actual la preocupación de la afición y sobre todo del cuerpo técnico es precisamente justo por lo contrario. Javi Gracia, que llegó con la promesa de Meriton de que iban a reforzar el equipo después de las salidas tan importantes que se han producido, se encontró anoche con la desagradable sorpresa de que no hubo movimiento. Por eso su situación dentro del club se ha visto seriamente afectada. Esta vez Jorge Mendes no efectuó ninguna maniobra de última hora y con lo que hay, con un puñado de veteranos y mucha gente joven y casi sin experiencia, va a tener el Valencia que resistir la temporada ante un objetivo que no se sabe muy bien ahora cuál es.

Javi Gracia había tensado la cuerda en sus comparecencias de prensa manifestando la falta de conexión con Anil Murthy respecto a la política de refuerzos. El presidente era el encargado de llevar desde Valencia junto con Miguel Ángel Corona todas las operaciones. Hoy hay entrenamiento pero la atención se la llevará el entrenador.

Justo este martes se cumplen cien días desde la dimisión del último director deportivo que ha tenido el Valencia. César Sánchez cesó por sus desavenencias con Meriton y toda la responsabilidad la asumió -ya la tenía antes- el presidente. Pero 78 días después de que acabara el último partido de la temporada pasada y 62 días desde que se abriera oficialmente el mercado de fichajes, el Valencia fue incapaz de sacar adelante ni una sola de las negociaciones en las que se había puesto en marcha. Ni defensa central que sustituya a Garay; ni lateral derecho que refuerce a Wass y al discutido Correia; ni mediocampista que venga a dar experiencia tras el adiós de Coquelin y Parejo; ni delantero que pudiera parecerse a Rodrigo. Nada de nada.

Menos mal que a última hora el Valencia cambió y cerró cualquier intención de traspasar a Kondogbia, porque el equipo entonces sí se podía haber quedado incluso por debajo de los mínimos. Las miradas, en este caso, lógicamente se centran ahora en Javi Gracia y en saber si será capaz de aguantar con lo que tiene. En esa reunión con Murthy que hay prevista está la clave.

La última versión oficial que se tenía al respecto era la que dio el consejero José Luis Zaragosí. El directivo no dudó en afirmar rotundamente en los propios medios del club que el Valencia iba a traer refuerzos. Se ha quedado en fuera de juego. En las últimas horas de anoche, igual que Gracia estaba en la duda de si iba a presentar la dimisión al más puro estilo Prandelli, se hablaba de la posibilidad de que también el consejero arrojara la toalla.

A Gracia, dicho sea de paso, se le vio ayer tarde bastante tranquilo, quizás sabedor de la verdadera situación que tenía el Valencia. Asistió a una cita en el colegio de entrenadores y charló con Emery y Paco López y dijo curiosamente: «En esas aventuras siempre se piensa hasta dónde uno tiene que ser uno mismo y hasta dónde tienes que adaptarte al medio, encontrar ese punto de equilibrio es el éxito. Hay que saber medir hasta donde tú tienes que mantenerte firme en una serie de cosas y hasta dónde tienes que saber ceder».

El que no cedió, en cualquier caso, fue Peter Lim. El máximo accionista había dejado claro en repetidas ocasiones que no iba a pagar ni un solo euro y que sólo quería futbolistas cedidos, esquivando también las cláusulas de opciones de compra obligada. Al no haber compensación económica tampoco, el Watford acabó por no ceder a Capoue. Y eso, a pesar de que el propio futbolista había solicitado formalmente por escrito que le dejaran marchar.

Era el futbolista, de 32 años, señalado por Gracia para apuntalar el medio del campo. Al igual que Capoue, por el camino se quedaron un buen puñado de futbolistas. Una lista que el Valencia fue manejando desde hace muchísimas semanas y que contemplaba sobre todo defensas centrales y centrocampistas. Pero uno a uno fueron desmarcándose y eligiendo otras opciones.

El Valencia no pudo competir con clubes como por ejemplo el Rennes (ahí se fue Rugani). Floyth se fue al Villarreal, Adrien Silva a la Sampdoria, Pezzella vestirá la camiseta del Fiorentina, Murillo volvió al Celta, Yangel Herrera vuelve a defender al Granada, Borja Mayoral recaló en la Roma y hasta David Silva hubiera hecho todo lo posible por venir a Mestalla y al final acabó comprometiéndos con la Real Sociedad.

Es la cruda realidad de este Valencia, al que ni Jorge Mendes ha conseguido esta vez medio arreglar. El agente portugués lo hizo a última hora en 2015 cuando trajo a Abdennour y un año después cuando vinieron Garay y Mangala, pero este año no.

No es nada fácil encontrar un verano en el que el Valencia no ha firmado ni un solo jugador. Pero es en los años cincuenta donde se pierde realmente la pista de experimentar un verano sin ninguna cara nueva.