El Valencia expulsa a las peñas de su sede de Mestalla

La guerra se recrudece y el pulso que lanzaron hace dos semanas los peñistas poniendo contra las cuerdas a Meriton y exigiendo el cese de Anil Murthy ya ha tenido una respuesta de calado. Si el Valencia envió hace unos días una carta a la Agrupación dejándole claro que esas exigencias de los peñistas iban a provocar un nuevo escenario, ahora la contraofensiva ha sido mucho más contundente hasta el punto de haber cogido a todos con la guardia baja. El Valencia fuerza a que la Agrupación de peñas desaloje la sede actual, que ocupa uno de los bajos de Mestalla (de más de 300 metros cuadrados) y se traslade al local que ocupa la Asociación de Futbolistas en Micer Mascó, pegada a las propias oficinas de la entidad.

El motivo oficial es porque la Fundación -con unas reducidas oficinas justo delante de la tribuna- necesita ese espacio precisamente. De fondo se aprecia algo que el propio presidente de las peñas, Fede Sagreras, deslizaba con un poco de inocencia forzada en unas declaraciones a este periódico: la posibilidad de venganza. No hay convenio firmado entre club y peñas porque acabó el 30 de junio pasado y con el caldo de cultivo que hay entre ambas entidades se antoja complicado encontrar fórmulas para calmas las aguas.

De hecho, hasta la propia Federación de Peñas a nivel nacional emitió un comunicado dando su apoyo a la Agrupación, por la presión que temía que podía ejercer el club ante toda esta situación. A Meriton nunca le ha gustado que le lleven la contraria y si es públicamente menos todavía (Marcelino y Parejo pueden dar fe de ello).

Anoche mismo, la junta directiva de la Agrupación celebraba una reunión casi de urgencia, que al cierre de esta edición no había concluido, para tratar precisamente esta nueva medida acordada por el club y trasladada este mismo lunes por escrito. Murthy y Sagreras continúan sin sentarse cara a cara para zanjar la polémica a pesar de que desde el club se están manteniendo diferentes reuniones desde hace unos días con el ánimo de apaciguar las aguas.

La oposición a la gestión de Peter Lim -y de Anil Murthy- ha creado un frente abierto y, aunque dividido, cada vez es más numeroso. Por ejemplo, el presidente de los peñistas mantuvo ayer dos reuniones por la tarde precisamente con los responsables de dos de las plataformas que se han significado como críticas contra el máximo accionista. La postura de las peñas ya quedó sobradamente clara en la asamblea que para tal efecto se celebró en Alzira.

No obstante, la intención de la Agrupación era, antes de contestar con crudeza a lo que se considera un ataque de los actuales gestores del Valencia en toda regla, estudiar toda la documentación y los posibles aspectos jurídicos que abarcarían esa concesión de la sede que se mantiene desde más allá de 1995. Hay que tener en cuenta que es el Valencia el que cede gratuitamente el bajo del estadio a las peñas, el que paga la luz y el que se hace cargo también del recibo del agua. El resto de gastos que originan los peñistas en sus reuniones y actos (teléfono, mobiliario, etc) corre a cargo de la Agrupación, aunque en las reformas que se han hecho en alguna ocasión se han compartido las cargas.

Y como desde el club se ha insistido tanto en que hay que andarse con cuidado, tanto es así que incluso el colectivo de los veteranos, que preside Fernando Giner, tampoco ha querido pronunciarse, pero no sólo sobre este nuevo movimiento forzado por el Valencia sino al respecto de todo lo que está ocurriendo alrededor del propio club.

El coste del local de los veteranos también lo sufraga el Valencia. Ayer, Giner y Sagreras ya mantuvieron una conversación para abordar la 'nueva realidad' que ha dispuesto Meriton. El espacio que ocupan los exfutbolistas es mucho menor que el que han tenido los peñistas. Entre los veteranos y el club, la relación es hasta ahora más que cordial, después de que en junio del año pasado Murthy y Giner firmaran un convenio que se prolongará hasta junio de 2021 y que recogía un aumento considerable del soporte económico de la entidad (40% de subida) hasta fijar la subvención en 50.000 euros anuales, la cifra más alta alcanzada hasta la fecha.

Por otra parte, el club también tiene habilitado pegado a la tribuna de Mestalla un bajo de dimensiones más reducidas para la Asociación del Pequeño Accionista que preside Vicente Vallés, un colectivo que a diferencia de las peñas no se ha mostrado ni mucho menos tan crítico como el nuevo posicionamiento que adoptó la Agrupación. Los peñistas aplaudieron el cambio de actitud de Sagreras.

Es más, en la última asamblea, Vallés y Antonio Sesé tuvieron sus más y sus menos en uno de los descansos, precisamente por defender sus posturas.